Ante déficit, educadoras reflexionan sobre cómo motivar a más jóvenes con su carrera
Ante déficit, educadoras reflexionan sobre cómo motivar a más jóvenes con su carrera Aniversario En 2024, el país conmemora los 160 años de la educación parvularia pública: el 6 de octubre de 1864 se publicó el decreto que dio inicio a la primera Escuela de Párvulos de Chile, ubicada en lo que hoy es la avenida Portugal de Santiago, señalan desde la Subsecretaría de Educación Parvularia.
Como una forma de destacar el importante rol que desde entonces cumple la educación inicial, la novena versión del Global Teacher Prize Chile, reconocimiento que anualmente resalta el trabajo de pedagogos a nivel nacional, tendrá por primera vez una categoría especial de Educación Parvularia. Detalles, en gtpchile. cl. D e aquí a 2030, se estima que a nivel país harán falta 10 mil educadores de párvulos.
El cálculo --que proviene de un estudio a cargo de Elige Educar-señala que, solo el próximo año, la falta de profesionales de educación inicial estaría cerca de los 7 mil. ¿Qué hace que las personas interesadas en estudiar esta profesión no sean suficientes para llenar las vacantes? Eso fue lo que "El Mercurio" preguntó a cuatro educadoras, todas con mínimo dos décadas de ejercicio acumulado, para conocer más sobre su visión respecto a este desafío.
Aquí, el testimonio de profesoras apasionadas por su carrera, que aspiran a que existan cambios y que sean cada vez más quienes la valoran y se motivan con ella: Valentina Piña Carga de energía "Si tuviera que renacer, volvería a elegir la educación parvularia", dice Valentina Piña, quien por 33 años ha enseñado a los kínder de la Escuela San Ignacio de Calera de Tango. "Toda la vida la gente me ha dicho que no es una carrera donde me haré millonaria, pero es lo que me hace feliz.
No me imagino siendo una doctora, ingeniera o arquitecta frustrada", comenta a propósito de uno de los grandes temas que las entrevistadas creen debe ser abordado para atraer a más personas a su profesión: los sueldos. "En mi caso, las condiciones laborales siempre se han cumplido, tengo mi salario y beneficios. Pero tengo muchas colegas trabajando en otros sistemas donde esto no ocurre, a veces ni siquiera tienen contratos estables", lamenta la educadora.
Para motivar a las nuevas generaciones, Piña cree que se deben además lanzar campañas públicas "para resaltar la importancia de la educación parvularia y el impacto positivo que tiene en el desarrollo infantil, entendiendo que somos la base para futuras historias de éxito". Además, ve necesario promover aún más las mentorías y así acompañar a quienes dan sus primeros pasos dentro de la sala de clases. Entre las cosas que le gustaría se promocionaran más, está el hecho de que trabajando con niños pequeños se trabaja también "con mentes inocentes, mentes puras.
En ellos no suele haber malas vibras, lo que hace que --a pesar de lo demandante que puede ser el día a día con menores-te carguen de energía". Myrtha Urrutia Agentes de cambio Myrtha Urrutia comenzó su carrera trabajando con guaguas desde los tres meses en el nivel de sala cuna. Con el tiempo se dedicó a las generaciones más grandes y, tras un magíster, se transformó en la directora del jardín infantil Milagro de Amor de Arica, de Fundación Integra.
Su evolución es algo que cree importante destacar, como una forma de mostrar la transversalidad de la carrera, que tiene mucho de psicología y hasta trabajo social, indica. "Creo que en Chile somos el nivel educativo con más contacto y participación de las familias", comenta a propósito de esta multidimensionalidad, algo que cree puede ser atractivo para las nuevas generaciones, que no siempre quieren encasillarse o tener un trabajo monótono. Para atraer a los más jóvenes, algo que también cree importante resaltar es que, al estudiar Educación de Párvulos, se tiene la oportunidad de "ser un agente de cambio para la sociedad. Si nos creemos el cuento, podemos generar diferencias", señala a propósito de sentar una base para disminuir brechas o formar ciudadanos más conscientes.
Esto último lo ejemplifica a través de la experiencia del establecimiento que dirige: situado a pocos kilómetros de la frontera, son muchos los niños peruanos, bolivianos y venezolanos que hoy forman parte de sus aulas. "A todos les enseñamos a reconocer, valorar y respetar la diversidad, las distintas características y orígenes de cada uno. Promovemos el valor igualitario que todos tienen en la sociedad", dice.
Urrutia cree que otro paso importante para seguir avanzando es generar campañas que den cuenta de que los hombres, muy poco presentes en la profesión, también pueden ser parte de ella. "Todavía persiste cierto estigma", explica.
Margarita Valdivia Bases para el futuro Esta educadora de párvulos comenzó su carrera en el año 90 y actualmente la sigue ejerciendo en el Jardín Infantil Villa Austral de Punta Arenas, que forma parte de la Junji. Allí educa a menores que están prontos a cumplir dos años. "Es muy gratificante, porque te entregan cariño espontáneo", plantea sobre lo que la ha mantenido por más de 30 años ejerciendo.
Sobre que más personas reciban este afecto y se sumen a la carrera, Valdivia plantea que algo importante de enfatizar es que la educación inicial no es sinónimo de guardería, sino una etapa vital que sienta las bases para el futuro y que, por lo mismo, está a cargo de profesionales. "En cada primera reunión que tenemos se destaca que esto es un centro educativo; damos a conocer el tipo de actividades que realizamos", señala sobre este acercamiento inicial con las familias. Más allá de resaltar la importancia de aprender a través del juego y de manera lúdica, "les hablamos de que hay diagnósticos y evaluaciones, y enfatizamos que la asistencia es muy importante", indica.
Justamente, el ausentismo es una piedra tope a nivel de educación parvularia en Chile: en 2022, seis de cada 10 niños de prekínder y kínder faltaron seis semanas o más. "Los niños y niñas son un tremendo tesoro que tenemos que cuidar y educar para el mañana", plantea Valdivia, quien destaca que desde la Junji se les suelen ofrecer capacitaciones para estar al día en los conocimientos de vanguardia, algo que no en todas las profesiones se obtiene. Es importante también dar a conocer que durante los últimos años, a nivel de educación parvularia, "se ha invertido mucho en espacios, en infraestructura", agrega.
Marcela Farías Menos brechas Los primeros alumnos de esta educadora --jubilada hace poco más de un año y quien por 35 años trabajó en el jardín infantil de Fundación Integra Paula Jaraquemada, de San José de Maipo-fueron sus muñecas, cuenta ella entre risas. "Cuando entré a la carrera me pasó que el chiste era que me dijeran que estaba estudiando para enseñar a pintar o recortar", comenta sobre lo que otros le comentaban cuando confirmó que sus ganas de dedicarse a enseñar iban más allá de reunir a sus peluches.
Por eso, ella también insiste en la importancia de generar campañas de difusión que muestren la importancia de esta etapa. "Se trabaja mucho con la prevención, en relación con temas de vulneración de derechos", explica sobre su rol en notar si un menor, por ejemplo, ha sido agredido por otros. "Por eso, hay que mostrar lo que se hace en los jardines", recalca.
También "hay que destacar, por todos lados, la labor importantísima que tienen las educadoras en ir disminuyendo brechas", comenta a propósito de su labor de generar una base de conocimientos y valores que permita a los niños enfrentarse con éxito a lo que depara el futuro. ¿Un último llamado? De la mano de potenciar su importante rol, para efectivamente apoyar esta idea, se debe "fomentar que los sueldos sean más atractivos", plantea Farías.
Cuatro profesionales con décadas de experiencia: Ante déficit, educadoras reflexionan sobre cómo motivar a más jóvenes con su carrera MARGHERITA CORDANO n Fomentar campañas que destaquen que la educación inicial es mucho más que guarderías, poner énfasis en las mentorías y dejar de lado de que esta es solo una profesión de mujeres son algunas de sus ideas. Promover mejores sueldos es una medida que también se repite. Como profesora de prebásica de la Escuela San Ignacio de Calera de Tango, Valentina Piña lleva más de tres décadas ligada a la Red Educacional Ignaciana. CEDIDA El jardín que Myrtha Urrutia dirige es "diverso, un lugar donde todas las culturas convergen", celebra. CEDIDA La educadora Margarita Valdivia destaca el trabajo multidisciplinario que supone su profesión. CEDIDA La educación inicial es clave para notar si hay vulneración en cuanto a los derechos de los niños, recuerda Marcela Farías. CEDIDA.