Marcel Marchant Binder: un pionero del aire y del comercio puertomontino
Marcel Marchant Binder: un pionero del aire y del comercio puertomontino q0, Carlos llabaca carlosilabacadiariollanquihue. cl'n el transcurso de los 172 años de Puerto Montt, existen innumerables historias de hombres y mujeres que han aportado noblemente consutrabajo, dedicación y esfuerzoal crecimiento y desarrollo del territorio, de su economía, de su sociedad, con un espíritu solidario ante las necesidades de la comunidad y las pruebas que ha puesto la naturalezamismaa la perseverancia y resiliencia de los puertomontinos y puertomontinas.
Y entre esas destacadas historias de vida, una que ha inspiradoa varias generaciones, esla de Marcel Marchant Binder (19172001), un nombre que está fuertemente ligado al empuje comercial y a las grandes hazañas de la aeronavegación en elsuraustral. Sus padres fueron Alberto Marchant Yáñez y Clara Binder Grothe.
Marcel nació el 9 de diciembre de 1917, cuando el mundoserecuperaba recién de los efectos de la Primera Guerra Mundial y fue el mayor de cuatro hermanos: Mario (Regidor por tres periodos y alcaldesubrogante de Puerto Montt, intendente de Llanquihue entre 1952 y 1958 y diputado por Llanquihue, Maullín, Calbuco y Puerto Varas entre 1973 y 1977), Eliana y Gastón Marchant Binder. Realizó sus estudios tanto en el Instituto Alemán como en el Liceo de Hombres de Puerto Montt. Sujuventud se vio prontamente golpeada por larepentina muerte de su padre, cuando tenía sólo 14 años. Estesucesolollevó ainiciar muy joven la vida laboral para apoyar a su madre, quien se desempeñaba como secretaria en el Instituto Comercial. Su primer trabajo fue como empleado de la firma de Germán Oelckers y Compañía, empresario naviero derenombrea nivel nacional, la que tenía a su cargo una serie de barcos, barcazas y veleros para realizar cabotaje. El 19 de febrero de 1949, ala edad de32años, contrajo matrimonio con Marion Hardessen Outridge, con quien tuvo tres hijos: Hernán, Alejandro y Manon.
Posteriormente, susuegro Otto Hardessen Krammer lo invitó atrabajar en un negocio fa-EL ORIGEN DE DIMARSACon visión comercial, Marcel Marchant obtuvo el apoyo financiero de su tío Fernando Binder para emprender con la adquisición de mercaderías equivalente a dos carros de tren, destinada alalínea blanca. Esta inversión le permitió asociarse con su suegro y crear la Distribuidora e Importadora Hardessen y Marchant, que a partir de 1969 pasaría a cono-cerse solamente como Dimarsa. Subuenojo para los negocioslo llevó a incursionar ademásen1955 con la primeratienda en Castro, conocida hoy como Dimarsa Outlet, aprovechando que seacababa de dediarar puerto libre. Allíse vencían desde porcelana, hasta juguetes, ron y whisky. rrollo local.
BOMBERO Y ROTARIOFueasíqueselellegó aconsiderarun pilar delasociedad, apoyado en su activa participación eninstituciones comoel Rotary Club, la Cámara de Comercio y como bombero de la Segunda Companía “Germania”, donde estuvo sólo 7 años pero llegó a ser ayudante general del comandante.
El ex alcalde Tótila Lintz(1924-2017) comentó a El Llanquihue en 2001 que “cuando laSegunda Compañía necesitaba comprar un carro nuevo, uno dellos primeros a quien se acudía era a él, y siempre estabaMARCEL MARCHANT EN LA CABINA DE UN FAIRCHILD PT-26. SUS HAZAÑAS AÉREAS TRAS EL TERREMOTO DE 1960 FUERON AMPLIAMENTE RECONOCIDAS. con la mano abierta y lacheque miliar con cinco generaciones de historia que en 1857 inició el mueblista alemán Friedrich Francke.
La Casa Outridge (antes Casa Blanca), se dedicaba entonces a la venta de café y productos para el hogar. de septiembre de 2001 uerto Mi Marchantavizoró asimismo. la expansión que tendría la industria salmonera y decidió incrementar la inversiónen sudivisión marina.
Pero no se detuvo ahí, pues en medio de los tiempos de crisis se atrevió a realizar una delas mayores inversiones con un hotel de 4 estrellas, 48 habitaciones y más de3 mil 500 metros cuadrados. Su lema era: “invertir en tiempos de crisis es más barato”, pues aprovechó los menores costos de producción e invirtió más de 5 millones de dólares.
Gracias a este tipo deiniciativas, tanto a Marcel Marchant como a Germán Segundo Weitler (conquienseconocierona la edad de 12 años y de quien Marcel admiraba su espíritu emprendedor) seles reconoce 'como dos empresarios puertomontinos que dejaron sus ganancias en la ciudad y dieron trabajoasus habitantes, impulsando de esta manera el desara abierta”. Juntoal también recordado comerciante puertomontino entabló una gran amistad tras conocerse en el Club Gimnástco Alemán. Acostumbraban a compartir viajesjuntoasus respectivas esposas, hasta que un día, mientras retornaban de uno deellos desdeelnorte, protagonizaron un accidente al legar a María Elena, en elcual pereciólacónyuge de Tótila Lintz. “Élse preocupó que nostrajey asumió torana Puerto Montt da la responsabilidad, en un gesto enaltecedor que hasta el díadehoyme emociona ylo recuerdo con gratitud”, recordabael propio Lintzen2001. UNAS DEL AIRE Tres años antes de nacer Mar-cel, Clodomiro Figueroa surcó por primera vez los airesensu aeroplano Bleriot “Valparaíso” y aterrizó en una pampa puer-tomontina, haciendo historiaconel primer vuelosobrelaciudad. Siguiendolamisma estrella, en1940 Marchant tomó su primer curso de piloto de avión y se incorporó al Club Aéreo de Puerto Montt, del cual fue su presidente durante 39 periodos. Prontamente se convirtió en instructor e inspector de vuelo.
Luego que el terremoto de mayo de1960 hiciera estragos entodoel sur de Chile, Marchant y conquistadores delaire cumplieron unatarea titánicaal emprender distintos raids aéreoparallevar ayudaa los damnificados y evacuar a los heridos, estableciendo un vital puente aéreo del cual el joven aviador fue su jefe. Y una vez que el trabajoen la provinciaestuvo cumplido, llevó la ayuda haciaChiloé y Palena. Gracias a esta destacada bor, Marcel Marchant fue dis guido con el premio “Paul Tissandier” (en homenaje alaviador francés) de la Federación Aérea Internacional, una de las más prestigiosas del mundo. También se desempeñó como reservista de la Fuerza Aérea deChile, ala que ingresó comoalférez y terminósiendocomandante degrupo. Enreconocimiento asu dilatada trayectoria como piloto, el aeródromo La Paloma de Puerto Montt lleva hoy sunombre. Sin embargo, los reconocimientos en vida también los recibió del Rotary Club Puerto Montt, el que durante la celebración de sus 72años le otorgó el galardón internacional “Paul Harris”, la más alta distinción deestainstitución. El7 de septiembre de 2001, Marcel Marchant tiñó de luto a Puerto Monttal fallecer alos 83 años en su residencia familiar, víctima de un cáncer estomacal. Durante su velorio recibió los agradecimientos de personalidades como el ex intendente Jorge Brahim, quien valoró el abnegado rol que cumplió en 1960 como presidente del Club Aéreo.
Eleditorial de Diario El Llanquihue del $ de septiembre de 2001, lo retrató así: “Ha dejado esta terrenal vida otro puertomontino excepcional -Marcel MarchantBinder (Q.E.P.D. )-cuyo ejemplo de grandeza humana habrá de perdurar por siempre enel alma porteña, que conoció su humildad de hombre bueno y generoso; que aquilató su capacidad, voluntad, valentía y visión empresarial: queadmiró su permanente disposición de anónimo servicio través delasinstitucionesalas que estuvo adherido; que vio en su amada esposa Marion y ejem planes hijos Hernán, Alejandro y Marion, el más fiel reflejo de sunoble personalidad”. (3.140 AÑos pEEL LLANQuÍHuE, Quien le dio su nombre al aeródromo de La Paloma fue además el impulsor de la tienda Dimarsa. Fue bombero, rotario y reservista de la Fach. En 1940 se integró al Club Aéreo y para 1960 llevó por aire ayuda a los damnificados. ARCHIVO EL LLANQUIHUE