Poco dinamismo en exportaciones
Poco dinamismo en exportaciones El impulso generado por las exportaciones fue cla-ve en el crecimiento del país en las últimas déca-das. La participación en el comercio mundial fue, además, un aliciente para la eficiencia y la inno-vación. Sin embargo, es evidente que nuestras exporta-ciones, hace un buen tiempo, dejaron de crecer como ocu-rría en los 90 y en la primera parte de este siglo.
Así, mientras entre 1990 y 2001 su volumen, según la OMC, creció a un ritmo anualizado de 9,6 por ciento, en los onceaños siguientes lo hizo a un 3,2 por ciento, y entre 2012 y2023, a tan solo un 0,5 por ciento. Esta fuente de expan-sión de la demanda agregada, entonces, no se está mate-rializando. El fenómeno ha estado influido por una ralentizacióndel comercio mundial. Como muestra, las importacionesen el mundo en el primero de los períodos analizados seexpandieron a un ritmo anual de 6,1 por ciento, mientrasque en el tercero lo hicieronsolo a un 1,9 por ciento. Lapandemia lo explica en par-te, pero hay otros fenóme-nos que concurren.
Desdeluego, China ya no demandaimportaciones al mismo rit-mo que hace algunos años: en el último de los tres subpe-ríodos analizados, sus importaciones crecieron a solo un2,7 por ciento, comparado con el 13,9 por ciento del pri-mero. Asimismo, la globalización, tan bienvenida en ladécada de 1990, se mira cada vez con más desconfianza. El Presidente electo de Estados Unidos es el ejemplo másemblemático. Todo esto no significa, sin embargo, que las exporta-ciones no puedan seguir siendo un motor de crecimientopara Chile. De hecho, al mirar de manera desagregada losproductos de exportación, sí se observa un dinamismointeresante en algunas áreas.
Es cierto que, en muchos ca-sos, los volúmenes son aún incipientes y no llaman laatención de, por ejemplo, la expansión de las cerezas, pe-ro revelan que el problema no está necesariamente en lacapacidad de innovar de nuestra economía. La preguntamás bien es cómo seguir desarrollando nuestra capaci-dad exportadora, en el entendido de que Chile no puedeabandonar su orientación al mundo y que históricamentelas posibilidades de potenciar su comercio con nacionesvecinas han sido complejas.
El país ha tenido una grandesventaja al estar relativamente alejado de los grandesmercados y depender de una industria del transporte in-ternacional que, por sus características, no ha tenido lasganancias de eficiencia que otros sectores de la economíamundial. Esta desventaja relativa sigue presente y no te-nemos mayor control sobre ella. Pero todo indica que hahabido, también, una pérdida de competitividad produc-to de decisiones internas que se pueden y deben cambiar.
En este sentido, las reformas estructurales que po-drían hacer más competitiva la economía chilena no es-tán en la agenda, sobrecargada por otras iniciativas conmarcado énfasis redistributivo, de reivindicaciones oexcesivo cuidado de “bienes” que, siendo valiosos, noestán siendo apropiadamente equilibrados con otrosque pueden mejorar las condiciones materiales de la po-blación. Simultáneamente, se ha ido creando una sobre-rregulación que ahoga la referida capacidad innovado-ra. La productividad totalde factores, cuya expansiónes clave en el crecimiento, se encuentra estancada, porque, entre otros aspec-tos, los recursos no estánfluyendo desde los sectoresmenos productivos hacia aquellos que lo son más. Eso esun gran freno a la innovación y a las ganancias en efi-ciencia, y es muy difícil que no afecte la competitividadde la economía y, por consiguiente, de nuestras exporta-ciones. Las evidencias se multiplican.
Por ejemplo, laagilidad en la tramitación de autorizaciones para explo-rar proyectos de inversión en el sector forestal y el mejorequilibrio entre los distintos bienes involucrados en eldesarrollo de estos proyectos exhibida por Brasil ha des-viado inversiones nacionales hacia ese país. La Ley Laf-kenche, mal diseñada, ha puesto en jaque el desarrollode sectores donde Chile posee ventajas comparativasevidentes, sin que los beneficios sean precisos. Son algu-nos ejemplos, entre otros, que dan cuenta del mal con-texto regulatorio.
Por supuesto, hay más factores que in-fluyen infraestructura que está quedando rezagada, falta de competencia en transporte interno y escasez deinversión en investigación y desarrollo, entre otros, pero sin una corrección de los otros aspectos señalados, difícilmente tendrán un impacto relevante en el dina-mismo de nuestras exportaciones. Ha habido una pérdida de competitividadproducto de decisiones internas que se puedeny deben cambiar..