Autor: FRANCISCA ORELLANA
Cuatro insectos que sorprenden a los santiaguinos que se van a Puerto Varas
Entomólogos explican cuál de ellos pican más y por qué dejan ronchas Le] L o o o o o le] E o O o ZITYZNOO A psicóloga clínica Varinia Signorelli en Instagram) se fue a vivir de Santiago a Puerto Varas hace seis años.
Además de adaptarse a un clima que le pareció hostil con tanta lluvia, se tuvo que acostumbrar a una serie de insectos nuevos para ella y que sorprende a los santiaguinos que emigran a la zona lacustre. “Son cosas que nadie te cuenta, pero de las que hay que acostumbrarse y prepararse, yo he aprendido rápido”, dice.
Lo primero que la sorprendió fue saber en verano existía "la noche de las perras peladas”. Esa noche, una muy calurosa, las termitas aladas vuelan en pareja para copular, botan las alas y entran a las casas que pillan a su paso.
Como el hogar de Signorelli no es de madera, no le ha tocado que se metan a su hogar, pero sí ha visto miles de minúsculas alas que quedan botadas en su jardín. "Los que viven en casas de madera tienen que sellar bien las puertas o poner toallas mojadas en los marcos para que no puedan entrar. Son termitas de madera húmeda”, cuenta. A los que más les tema la psicóloga son alos jerjeles, mosquitos más pequeños que una mosca que aparecen en grupo durante enero. “Pican muy fuerte y dejan ronchas muy grandes. Uno los ve moverse como una nube. La gente que va a Ensenada (a diez minutos de Puerto Varas) o se está haciendo casa ahí no sabe que salen en esa fecha y son terribles. Una vez me pasó que, como no sabía, fui a andar en bicicleta con mis hijas. Nos bajamos del auto y vimos una nube como de un millón de porotos volando. Corrimos al auto y nos volvimos a la casa”, cuenta.
Hembras succionan sangre Tanto las termitas como los jerjeles crecen en condiciones de mucha humedad y lluvia, razón por la cual se pueden ver más en la zona sur de Chile y, en particular, en zonas cercanas a lagos.
Isabel del Real, entomóloga y académica de Agronomía de la Universidad Mayor, comenta que las termitas aladas hacen este "vuelo nupcial” que asusta a las personas, pero que no representa ningún riesgo, porque no tiene otro fin que colonizar y buscar alimento en otra madera húmeda. "Cuando pierden las alas, las termitas se aparean y se van en pareja a algún lugar escondido al interior de una madera, una casa, etcétera, pa” ra poner los huevos y se quedan cuidándolos”, dice.
Los que sí son molestos son los jerjeles, que depositan sus huevos en el agua, afirma Eduardo Faúndez, doctor en Entomología y docente de la Universidad de Magallanes. "En invierno están hibernando y en verano salen cuando tienen más disponibilidad de alimentos como plantas y bichos”, explica.
Las que más molestan al ser humano son las hembras, que necesitan de la sangre para sobrevivir. "Tienen un aparato bucal como agujas, que pincha la piel para extraer la sangre, por eso dejan una roncha”, añade el especialista. Otro muy molesto y doloroso es el tábano o colihuacho, dice Signorelli. El pasado fin de semana pasó susto cuando uno se coló en su cabellera. "Son terribles cuando pican”, dice.
Del Real explica que la picadura de la hembra del tábano —que es la que necesita sangre como proteína extra para procrearduele tanto porque es, en realidad, una mordedura. "Tiene unas piezas bucales que cortan la piel para succionar la sangre, son verdaderos cuchillos. Al momento de cortar, depositan una saliva con efecto anticoagulante para poder succionar la sangre con una especie de trompa que tiene, que es parte del labio”, describe. Aunque no ataca al ser humano, un insecto que espanta mucho por su aspecto es La Madre de la Culebra. "Se les ve volando en verano en el sur de Chile. Son muy emblemáticos en verano la zona de Los Lagos y salen cuando hay menos lluvia, pero no pican a pesar de que tienen mandíbulas bien prominentes para masticar las plantas”, señala la experta.
Cuenta que el macho tiene un aspecto café claro y puede medir hasta ocho centímetros, mientras que la hembra es negra y puede alcanzar los diez centímetros de largo. ¿ Cómo ahuyentarlos? La psicóloga cuenta que pese al miedo que les tiene a estos insectos, no los mata. “Son parte del ecosistema y muy necesarios para que haya verde en este lugar. Tenemos que aprender a convivir con ellos, no extinguirlos.
Y he visto gente que se echa repelente para ahuyentarlos, pero no he encontrado ninguno que me sirva”. Faúndez acota que en Estados Unidos se están usando velas con aceite de la planta de citronela, cuyo aroma cítrico ahuyenta a los mosquitos sin matarlos, pero que no lo ha puesto a prueba en Chile. “Si hay insectos dentro de la casa, lo mejor es poner un ventilador de techo y hacer corriente de aire. Eso les dificulta el vuelo, al impedir que sus dos alas vayan en equilibrio, y tienden a irse”, recomienda. Del Real es más drástica y aconseja moverse del lugar. Si bien no hay patrones claros de a quiénes pican más, dice que hay estudios no muy formales que dan cierta pauta. “Se dicen que las altas concentraciones de CO2 atraen a los tábanos. Las personas fumadoras tienen más concentraciones de CO2 en la sangre que las que no fuman, pero imagino que también hay otros estímulos diferentes que desencadenan que piquen más a algunas personas”, señala. Hay insectos dentro de la casa, lo mejor es poner un ventilador de techo y hacer corriente de aire. Eso les dificulta el vuelo y tienden a Irse”, recomienda un especialista. FRITZ GELLER-GRIMM Madre de la Culebra. EL MERCURIO Termita Alada. “INSECTOS DE CHILE” / CORMA
Resumen
Hembras succionan sangre Tanto las termitas como los jerjeles crecen en condiciones de mucha humedad y lluvia, razón por la cual se pueden ver más en la zona sur de Chile y, en particular, en zonas cercanas a lagos., Isabel del Real, entomóloga y académica de Agronomía de la
Universidad Mayor, comenta que las termitas aladas hacen este 'vuelo nupcial” que asusta a las personas, pero que no representa ningún riesgo, porque no tiene otro fin que colonizar y buscar alimento en otra madera húmeda., 'Cuando pierden las alas, las termitas se aparean y se van en pareja a algún lugar escondido al interior de una madera, una casa, etcétera, pa” ra poner los huevos y se quedan cuidándolos”, dice.
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