Autor: DRR. CARLOS IBARRA REBOLLEDO Académico Facultad de Educación Universidad San Sebastián
Lluvias invernales y cambio climático
Lluvias invernales y cambio climático Opinión Lluvias invernales y cambio climático Hemos tenido un lluvioso junio, emergencia acompañada por vientos y desbordes de ríos y esteros.
Arauco, el río Andalién y el peligro siempre latente del río Biobío, más el desborde de las lagunas Lo Méndez y Las Tres Pascualas, nos recuerdan el poder de la naturaleza en es te tipo de inviernos que, a diferencia de antes, tienden a concentrar las precipitacionesen pocas horas, con las consecuencias que se han visto. Pero no es la primera vez, y seguramente no será la última, en que los ríos atmosféricos y ciclones nos visiten, merced al cambio climático que estamos viviendo. Concepción, en lo particular, ha vis to este tipo de fenómenos desde anti guo.
Si consideramos los informes de los periódicos de mediados del siglo XIX (El Correo del Sur, La Tarántula, La Revista del Sur, El Sur, entre otros), era frecuente encontrar reportes sobre inundaciones en una ciudad que tenía mucho de rural, con calles de tierra, y veredas cubiertas con tablones.
La principal preocupación por entonces eran las lagunas, porque eran consideradas centros de acumulación de basuras y aguas "infec tas" Cantinigiénicas, que ayudaban a propagar enfermedades en una urbe plagada de pestes y epidemias, algo entendible si sabemos que el único tratamiento médico era contra la viruela, siendo la penicilina la tabla de salvación que sólo se masificó después de la segunda guerra mundial. Porlosdatos que tenemos, sabemosqueen 1827 hubo grandesinun daciones en la zona centro sur del país, lo cual se reiteró con magnitud de catástrofe, en 1843,1845, 1851,1859, 1877,1899-1900. De todas, las más dramáticas y documentadas fueron las de 1877 y 18991900.
Este último fueel más noticiado: calles y casasinundadas, puentes destruidos, chacras anegadas e inservibles, ganado muerto por la falta de pastos y por mantenerse a la intemperie, ríos desbordados (el Andalién y el Biobío eran noticia en ese entonces). Concepción, hasPero no es la primera vez, y seguramente no será la última, en que los ríos atmosféricos y ciclones nos visiten, merced al cambio climático que estamos viviendo. viviendo. ta 1900, alcanzaba sus bordes hasta lo que hoy es Manuel Rodríguez, avenida Prat (con el complejo ferroviario y la estación), el cerro Cara: col, y hasta las cercanías de general Novoa. Según el centro Eula Chi le, en el siglo XX eventos como los actuales (más de 150 milímetros cúbicos en dos o tres días) se han dado en tres oportunidades desde 1960: 1972,2002 y 2006. Para hacerse una idea, en la actualidad se ha hecho un ajuste en la cantidad de agua caída anual, bajando desde 1.093 mm3 a 984 mm3 en 12 meses. Pero para 189919001as precipitaciones superaron los 2.000 mm, prácticamente el doble de lo que estamos midiendo a inicios del siglo XXI, Esto último es un fenómeno que acompaña al cambio climático.
Nues. tra zona desértica avanza al sur, y con ellose afectan las condiciones genera les del clima, pasando del clásico clima mediterráneo costero, a uno dis tinto que seguramente tardará algunos cientos de años en consolidarse.
Se trata de un proceso irreversible, al cual debemos adaptarnos y a la vez preparar a las futuras generaciones para que enfren: ten las consecuencias que vivimos al haber sido uno de los causantes del aparente caos atmosférico que ha dejado la huella humana en nuestro planeta. Sus consecuencias han llegado también a nues: tra Región del Biobío y a Concepción, donde concentré mi breve análisis historiográficoambiental. DR. CARLOS IBARRA REBOLLEDO "Académico Facultad de Educación Universidad San Sebastián.