Alumno UAl abre horizontes a reos en cárcel de Valparaíso
CAPACITACIÓN. El proyecto buscaría replicarse en otros centros en el futuro.
Na iniciativa impulsada por el estudiante de Ingeniería Comercial de la Universidad Adolfo Ibáñez, Sandor Abad, permite que personas privadas de libertad en el Centro de Tratamiento de Adicciones del Complejo Penitenciario de Valparaíso puedan acceder a talleres liderados por académicos de la casa de estudios, como también a una biblioteca en el recinto.
Con solo 21 años, Abad se adjudicó uno de los Fondos Concursables de la Dirección de Asuntos Estudiantiles UAI para llevar a cabo el proyecto “Caminos”. La idea, que surgió en agosto de este año, incentiva la inquietud y el interés por el conocimiento en reclusos que están próximos a cumplir su condena.
FACILITAR LA REINSERCIÓN Según un informe realizado por la Fiscalía Judicial de la Corte Suprema, hasta el 2018, Chile contaba con “graves problemas de hacinamiento carcelario y un sistema de horarios de encierro disfuncional frente a los objetivos de reinserción social” citados por los documentos de Gendarmería de Chile. “Por eso tratamos de darles herramientas a las personas que están a punto de reinsertarse en la sociedad que vayan mucho más allá delo económico”, destacó Abad.
Aunque su travesía comenz Ó tras una visita al recinto penitenciario, junto a un pequeño grupo de otros 7 estudiantes fue capaz de levantar una pequeña biblioteca con 352 libros del programa de Artes Liberales de la Universidad Adolfo Ibáñez. Luego, con el paso de las semanas y los meses se irían sumando docentes de diversas áreas de especialidad de la UAL del campus de Viña del Mar.
Gracias al apoyo multidisciplinario de los académicos, Abad pudo llevar talleres de formación general que abarcaron temáticas como el clown, inglés, emprendimiento, literatura y neurociencias hasta el Centro de Tratamiento de Adicciones del Penitenciario de Valparaíso, participación de los reclusos ha sido alta y constante. “Todo ha funcionado a la perfección. Nuestra iniciativa ha agarrado mucho vuelo.
Actualmente nos encontramos en conversaciones para llevarla a otro nivel y así colaborar con la Fundación Piensa para crear un sistema de e-commerce que permita que se vendan las cosas que los reclusos hacen con sus propias manos para que el centro penitenciario pueda sustentarse económicamente y se apoye aún más la labor de reinserción social”, agregó. UN MODELO SOSTENIBLE Sibien la iniciativa finaliza este mes, Abad y su equipo de trabajo tienen la intención de darle continuidad los próximos años. “Antes de expandirnos a otros centros penitenciarios o a Otras regiones, queremos asegurarnos de hacer un modelo base que funcione bien y que sea fácilmente replicable. Si los cimientos están bien puestos, la estructura del proyecto puede dar para mucho más”, finalizó.
Ag “Queremos asegurarnos de hacer un modelo base que funcione bien y que sea fácilmente replicable”. Sandor Abad Estudiante a cargo del proyecto “Caminos” de la Universidad Adolfo Ibáñez 352 libros conforman la biblioteca montada en el CTA del Complejo Penitenciario de Valparaíso.