COLUMNAS DE OPINIÓN: Reivindicaciones: Día de la mujer de las Américas
COLUMNAS DE OPINIÓN: Reivindicaciones: Día de la mujer de las Américas Opinión Katherine Subiabre Angulo Reivindicaciones: Día de la mujer de las Américas De a poco nos acercamos al 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fecha emblemática en la que se conmemoran las luchas y avances de las mujeres en la historia.
Sin embargo, a lo largo del tiempo y de acuerdo con los contextos mundiales, se han establecido otras fechas que buscan reivindicar y mantener en la memoria y en el presente los derechos de las mujeres, así como sus logros y desafíos pendientes. Desde la Revolución Francesa, las mujeres han luchado incansablemente por ser consideradas iguales en derechos y oportunidades a los hombres. Este camino ha estado rcado por avances y retrocesos, pero también por una tante resistencia. Los estudios feministas recientes mostrado que no es lo mismo ser una mujer blanca en un país desarrollado que una mujer afrodescendiente o indígena en América Latina. La interseccionalidad muestra que ciertos factores agravan las desigualdades y aumentan la discriminación que sufren muchas mujeres, limitando aún más sus derechos y oportunidades. Hace 97 años, el 18 de febrero, en el marco de la anización de los Estados Americanos (OEA), se stableció la Comisión Interamericana de Mujeres.
Todo nzó cuando un grupo de mujeres del continente ó a La Habana para exigir su participación en la Sexta ferencia Internacional de los Estados Americanos. objetivo era claro: que se ratificara un tratado que arantizara derechos igualitarios. Esta lucha fue clave, ya que permitió abrir espacios de discusión sobre la situación de las mujeres en la región. La OEA, la organización regional de naciones más antigua del mundo, ha sido liderada tradicionalmente por hombres, pero con el tiempo las mujeres lograron posicionarse en ella, impulsando agendas que reflejan sus realidades y demandas. Las mujeres en América han enfrentado siglos de opresión, discriminación y violencia. Desde la colonización, pasando por las dictaduras militares hasta el retorno a la democracia, han sabido resistir y organizarse. Han liderado movimientos por el derecho voto, la equidad laboral, el acceso a la educación y la antía de los derechos sexuales y reproductivos.
Según EPAL, en América Latina y el Caribe, el 25.3% de las eres no tiene ingresos propios, cifra que casi triplica la los hombres (9.7%). Aunque se ha avanzado en paridad cativa, esto no se traduce en una plena participación en conomía, la política, la ciencia o la tecnología. La mitad las mujeres está fuera del mercado laboral, mientras e la tasa de participación de los hombres se acerca al lo.
Además, las mujeres dedican casi el triple del tiempo e los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no munerado. a pobreza afecta desproporcionadamente a las ieres: tres de cada diez viven en situación de pobreza na de cada diez en pobreza extrema. La feminización la pobreza es aún más pronunciada en poblaciones igenas, afrodescendientes y rurales. En Chile, aunque han logrado avances, persisten desigualdades. Gracias a resión de la sociedad civil y los colectivos feministas, an impulsado políticas públicas y leyes que han cido algunas brechas. La Ley 21.369 (2021) regula coso, la violencia y la discriminación de género en la ación superior.
La Ley 21.523 (2022) fortalece las ntías procesales de las víctimas de delitos sexuales y su revictimización. a Ley 21.484 (2022) sobre Responsabilidad Parental Pago de Pensiones de Alimentos ha brindado dignidad a es de mujeres y sus hijos, al garantizar el cumplimiento obligaciones económicas esenciales. Además, destaca creación del Sistema Nacional de Cuidados y los gramas de derechos reproductivos y sexuales, que can educar, otorgar autonomía y fomentar la equidad el cuidado familiar. Cada 18 de febrero conmemoramos ucha y resistencia de las mujeres del continente ricano. No es lo mismo ser mujer en América que otras partes del mundo. Aunque hemos avanzado, la idad sigue exigiendo profundas transformaciones. Por debemos mantenernos alerta, ocupar los espacios licos con nuestra presencia, exigir ser escuchadas y convertirnos en lideresas visibles, portadoras de la voz y la esperanza de muchas otras mujeres. RedapefAysén.