Un eje estratégico de la sostenibilidad
Un eje estratégico de la sostenibilidad Hace algunos años, la incorporación de criterios ASG (ambiental, social y de gobernanza) al desempeño de una organización se relacionaban --principalmente-con la operación de la misma empresa y sus grupos de interés directos. Sin embargo, actualmente, esta frontera se ha expandido y dichos criterios se están exigiendo progresivamente a todos los actores de la cadena de valor.
Por ejemplo, para dimensionar el impacto crítico que tienen las cadenas de suministro en relación con el factor ambiental, según el Foro Económico Mundial, se estima que son responsables del 50% de las emisiones globales de CO 2. En el contexto de la actual triple crisis (climática, biodiversidad y desigualdad), los compromisos internacionales de las naciones y las normativas han sido cada vez mayores y más exigentes. En ese sentido, las empresas también han tenido que adaptarse y estar a la altura de esta realidad.
Un ejemplo de ello es la normativa europea "Directiva de Debida Diligencia en Derechos Humanos de la Unión Europea" (CSDDD), aprobada por el Parlamento Europeo en abril de este año, que establece requisitos para que las empresas realicen debida diligencia en la mejorar el desempeño y cumplir los objetivos asociados a estos acuerdos. Con un enfoque estratégico, las organizaciones deben integrar los criterios ASG en los procesos de licitación y selección de proveedores o diseñar planes de trabajo para nivelar los estándares de sostenibilidad de proveedores existentes. Ambos caminos apuntan a asegurar que los adjudicatarios de oportunidades de negocio compartan y demuestren su compromiso con los mismos criterios o valores de sostenibilidad de las empresas mandantes.
Para Jimena Sánchez, representante de la red latinoamericana de Amfori, asociación empresarial global dedicada a impulsar el comercio abierto y sostenible, "el abordaje de los derechos humanos e impacto ambiental de las cadenas de suministro ha comenzado no solo a ser una herramienta de gestión de riesgos para las empresas, sino también una ventaja competitiva". Por otra parte, estas exigencias de sostenibilidad también tendrán impacto en las pequeñas empresas, porque "las pymes, afectadas indirectamente por las nuevas normativas, deberán cumplir con estas obligaciones, pero esto puede ser una ventaja para las que ya aplican prácticas ASG", asegura Joaquín Manterola, CEO y cofundador de FinTerra, empresa de servicios financieros.
Otro aspecto importante es la capacitación de las empresas en esta materia y, por eso, la Academia de Sostenibilidad Empresarial de Acción Empresas ofrece el programa Proveedores +Sostenibles, una instancia formativa que brinda conocimientos en el determinante rol que cumple la incorporación de criterios ASG en la cadena de suministro. identificación y mitigación de impactos adversos en derechos humanos. Se estima que esta nueva normativa afectaría a 5 mil empresas en esta primera fase, cifra que irá aumentando progresivamente, traspasando fronteras y repercutiendo en empresas de otros continentes. Como país, nos hemos adherido a compromisos globales como el Acuerdo de París o el Marco Mundial Kunming-Montreal de diversidad biológica.
En ese sentido, el trabajo con la cadena de suministro es fundamental para APROVISIONAMIENTO RESPONSABLE Y CADENA DE SUMINISTRO: En una economía globalizada, las empresas han abierto nuevos mercados con sus productos y servicios y, con ello, las exigencias en materia de sostenibilidad han aumentado, extendiéndose a toda su cadena de valor. Existen normativas internacionales que elevan su prioridad y, en Chile, desde el 2022, la Norma de Carácter General 461 de la CMF se refiere a los proveedores en un capítulo específico. Un eje estratégico de la sostenibilidad En el contexto de la actual triple crisis, los compromisos internacionales de las naciones y las normativas han sido cada vez mayores y más exigentes. En ese sentido, las empresas también han tenido que adaptarse..