Chile y EE.UU. : Urgencia, prudencia y cohesión nacional
La reelección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha marcado un punto de inflexión en la política comercial global.
La imposición de aranceles a sus principales socios comerciales ha generado preocupación mundial y exige que Chile, país que ha basado su desarrollo en la apertura comercial, actúe con urgencia y con una estrategia clara y cohesionada. Chile y EE.UU. Mantienen una relación comercial sólida con la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio en 2004. Este acuerdo ha duplicado las exportaciones chilenas a EE.UU., consolidándose como un pilar para la estabilidad de la relación comercial con nuestro segundo socio comercial. Por ello, el cumplimiento y defensa de este tratado es esencial para mantener el flujo comercial y la confianza entre ambos países. Según el Banco Central, las exportaciones a EE.UU. Representan el 15% del total, con un valor cercano a los US$ 14 mil millones anuales. Una escalada de tensiones comerciales que involucre a Chile afectaría a industrias clave como la minería, agricultura y acuicultura, que dependen del acceso preferencial al mercado estadounidense. Además, la volatilidad del precio del cobre y las disrupciones en las cadenas globales de suministro podrían impactar al sector privado y la economía chilena. Es imperativo que todos los sectores —públicos y privados— trabajen en conjunto, más allá de diferencias partidarias. La articulación público-privada es hoy más necesaria que nunca. El sector privado ha sido clave en la expansión de exportaciones, pero no puede enfrentar estos desafíos por sí solo. El Estado debe facilitar el diálogo, monitorear políticas comerciales de EE.UU. Y fortalecer la competitividad de nuestros productos. Además, es crucial explorar nuevos mercados, como la India, ASEAN y el Medio Oriente, para profundizar la diversificación del comercio exterior. Chile debe cuidar hoy más que nunca su tradición de prudencia y cohesión en política exterior. A diferencia de otros países, hemos equilibrado la defensa de nuestros intereses bilaterales con la búsqueda de acuerdos mutuamente beneficiosos, construyendo una relación de confianza con EE.UU. Que debemos preservar.
La historia nos ha demostrado que los intereses económicos y comerciales trascienden a los gobiernos de turno, por lo que es fundamental que nuestro país mantenga una postura firme pero flexible, anticipándose a los vaivenes de la política internacional y asegurándose de contar con una interlocución eficaz con la nueva administración estadounidense. Un aspecto crucial es que la administración de EE.UU. Ha centrado su atención en países con superávit comercial. En el caso de Chile, el saldo de la balanza comercial es favorable a EE.UU., en US$ 1.357 millones, lo que podría evitar fricciones directas. No obstante, no debemos bajar la guardia. Las tensiones globales, impulsadas por aranceles y disputas geopolíticas, podrían impactar indirectamente a Chile, afectando su estabilidad económica y oportunidades de crecimiento. La relación con EE.UU. Es demasiado importante como para dejarla al azar. Es responsabilidad de todos los actores trabajar conjuntamente para mantenerla sólida y fortalecerla en los años venideros. El momento de actuar es ahora, y la cohesión nacional será nuestra mayor fortaleza en este escenario desafiante. MM ROSARIO NAVARRO Presidenta Sofofa La relación con EE.UU. Es demasiado importante como para dejarla al azar. Q E OPINIÓN RODRIGO YÁÑEZ Secretario general Sofofa