Obama, Yale y el MIT se unen a Harvard en oposición a las presiones financieras de Trump
Obama, Yale y el MIT se unen a Harvard en oposición a las presiones financieras de Trump L a ofensiva de la administ r a c i ó n d e D o n a l d Trump contra las universidades en Estados Unidos escaló ayer luego de que el expresidente demócrata Barack Obama (2009-2016), profesores de la Universidad de Yale y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) se alinearan con Harvard en rechazo a los recortes hechos por el gobierno a sus fondos federales, después de que la institución se opusiera los requerimientos hechos por la Casa Blanca.
La decisión convierte a la casa de estudios en la primera en hacer frente a las presiones de la administración republicana, luego de que otras como Columbia y Princeton cedieran a las exigencias. "Harvard ha dado ejemplo a otras instituciones de educación superior al rechazar un intento ilegal y torpe de sofocar la libertad académica", dijo ayer el expresidente Obama, que instó a otras instituciones a "seguir su ejemplo" y resistir la intimidación de la administración de Trump.
Esto, luego de que el gobierno estadounidense decidiera congelar 2,2 mil millones de dólares en subvenciones federales a Harvard y 60 millones en contratos, después de que la institución rechazara "cerrar todos" sus programas, oficinas e iniciativas relacionadas a temas de "diversidad, equidad e inclusión"; así como prohibir las mascarillas en las protestas dentro de sus instalaciones; hacer cambios en sus procesos de admisión y dejar de financiar a "cualquier grupo o club estudiantil que apoye o promueva actividades delictivas", para limitar el activismo en el campus.
Como otros centros educativos en Estados Unidos, Harvard, situada cerca de Boston (noreste) y parte de la Ivy League, fue escenario de protestas estudiantiles contra la guerra de Israel en Gaza, un tema en el punto de mira de la Casa Blanca. "Ningún gobierno, independientemente de qué partido esté en el poder, debe dictar a las universidades privadas lo que pueden enseñar, a quién pueden reclutar y contratar, o qué temas pueden investigar", dijo el rector de Harvard, Alan Garber, en una carta en la que explicó que la casa de estudios "no renunciará a su independencia ni a los derechos que garantiza la Constitución". Crece el rechazo a los recortes A la oposición de Harvard se sumó ayer una carta firmada por 876 profesores de la Universidad de Yale, expresando su apoyo a sus directivos para que también se enfrenten a la administración de Trump.
Mientras que desde el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), una de las universidades politécnicas más prestigiosas de EE.UU., hicieron públicas ayer sus quejas contra las "acciones del gobierno, que interfieren en el normal funcionamiento" de la institución, como el recorte a parte de su financiación y la revocación de visados a sus estudiantes extranjeros. "Harvard tiene mucho dinero y, por lo tanto, se puede dar el lujo de plantar cara a la administración.
Pero muy pocas universidades se encuentran en una situación similar y podrían recibir mucha presión para ceder a las exigencias de la administración", dice a "El Mercurio" Jacob Neiheisel, profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Buffalo.
Harvard, que es una universidad privada y es la más antigua de EE.UU. (se fundó en 1636), cuenta con un patrimonio de más de 50.000 millones de dólares y goza de una exención fiscal federal y otra del estado de Massachusetts.
Mayor presión de Washington En ese marco, Trump intensificó ayer su ofensiva a Harvard y amenazó con retirar las ventajas fiscales que tiene la universidad. "Tal vez Harvard debería perder su estatus de exención de impuestos y ser gravada como una entidad política si sigue impulsando iniciativas políticas, ideológicas y terroristas", publicó el mandatario en Truth Social.
Mientras que su portavoz, Karoline Leavitt, dijo a la prensa que el Presidente "quiere que Harvard se disculpe". La presión se enmarca dentro de las últimas acciones que ha emprendido el gobierno estadounidense contra las universidades.
La primera de ellas fue contra Columbia, que para no perder 400 millones de dólares en fondos federales, aceptó en marzo las peticiones de Trump, que incluían controlar la admisión de estudiantes, permitir la presencia en el campus de decenas de agentes de seguridad con poderes para detener a "agitadores", y revisar la oferta de estudios relacionados con Medio Oriente e Israel.
A la fecha, se estima que la administración ha congelado o cancelado más de 11 mil millones de dólares en financiación de al menos siete universidades, y se han revocado las visas de al menos 300 estudiantes extranjeros, como parte de la represión gubernamental que tiene detrás al "Grupo de Trabajo Federal para Combatir el Antisemitismo". Un panel que incluye a la fiscal general, Pam Bondi; a la secretaria de Educación, Linda McMahon; y al asesor principal del fiscal general adjunto para los derechos civiles, Leo Terrell, excomentarista de Fox News y líder del grupo, quien en marzo aseguró que "van a llevar a la quiebra a estas universidades" si no "cumplen con las normas". Y si bien, el objetivo declarado del grupo es erradicar el acoso antisemita, los expertos creen que también busca implementar diversos objetivos conservadores, como la eliminación de las cuotas raciales en las admisiones y de lo que la administración considera un sesgo izquierdista en el ámbito académico. "Varias personas del entorno del Presidente parecen haber aceptado la idea de que las universidades están alineadas contra los conservadores y, por lo tanto, deben ser restringidas en la medida de lo posible", asegura Neiheisel. "Pero recortar drásticamente los gastos generales obligará a las universidades a realizar grandes recortes en su administración y provocará despidos significativos de personal e investigadores. Al tiempo que muchas universidades reducirían drásticamente su investigación, ya que no podrían permitírselo", advierte Martin Kenney, profesor de Desarrollo Comunitario y Regional en la Universidad de California.
Hasta ahora otras instituciones habían aceptado las demandas del nuevo gobierno: Obama, Yale y el MIT se unen a Harvard en oposición a las presiones financieras de Trump La administración republicana exige a la casa de estudios eliminar todos sus programas y departamentos que incluyan términos como "diversidad" e "inclusión", y que limite el activismo en su campus ante las acusaciones de antisemitismo. EVA LUNA GATICA EL GOBIERNO ya suspendió la entrega de 2 mil millones de dólares en subvenciones a Harvard por no acatar sus requerimientos. THE ASSOCIATED PRESS INSTITUCIONES La Casa Blanca ha congelado o cancelado más de 11 mil millones de dólares en financiación de al menos siete universidades. Seis de las siete pertenecen a la Ivy League. Los estadounidenses están buscando cada vez más empleos en Reino Unido en medio de los recortes de fondos del Presidente Donald Trump y un panorama económico cada vez más sombrío.
Casi uno de cada diez clics extranjeros en anuncios de Reino Unido provino de EE.UU. en el trimestre finalizado en marzo, la mayor proporción desde el segundo trimestre de 2023, según datos de Indeed, la plataforma de búsqueda de empleo más grande del mundo. El interés estadounidense por los empleos británicos aumentó 2,4 puntos porcentuales interanuales, el mayor incremento de cualquier país. Este aumento se debió a la búsqueda de estadounidenses de puestos en investigación y desarrollo científico, así como en gestión. Las cifras reflejan los meses posteriores al regreso de Trump a la Casa Blanca, cuando el Presidente recortó miles de millones de dólares en fondos federales para proyectos de investigación, educación e infraestructura.
Richard White, profesor de Oncología de la Universidad de Oxford que se mudó de Nueva York en 2022, dijo que ha visto señales de una fuga de cerebros de Estados Unidos a medida que el talento se muda al extranjero en busca de mayor libertad y estabilidad académica.
La preocupación ha aumentado tras los recortes a los proyectos científicos federales por parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) y un ataque generalizado a la investigación científica que ha resultado en la cancelación de subvenciones.
Los científicos se guían por lo que se puede hacer y dónde se encuentra la financiación. "Tradicionalmente, Estados Unidos ha sido firme en materia de libertad académica y financiación, pero desde la investidura de Trump, he tenido colegas a quienes se les ha cancelado el panel de subvenciones --dijo White--. En Estados Unidos, el Reino Unido se considera ahora el lugar estable para la investigación científica.
Si la gente tiene la sensación de que la situación podría ser más estable en otros lugares, allí es donde irán". A principios de este año, según Politico, varios miembros de la UE escribieron a la comisaria de Innovación de la UE, Ekaterina Zaharieva, instándola a captar talento de Estados Unidos, ya que este país se enfrentaba a "interferencias en la investigación y recortes de financiación brutales y malintencionados". Francia, República Checa, Austria, Eslovaquia, Estonia, Letonia, España, Eslovenia, Alemania, Grecia, Bulgaria y Rumanía firmaron la carta. n Más estadounidenses buscan trabajo en Reino Unido IRINA ANGHEL Y PHILIP ALDRICK BLOOMBERG.