“-ESTÉN PREPARADOS!” 19” DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
“-ESTÉN PREPARADOS! ” 19” DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 190 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. \i aLIS(z. ,., L) Magallanes Chile Sorprende cómo mucha gente vive con temor: temor: miedo a la enfermedad, a perder sus seres queridos, a la propia muerte, miedo del hoy, miedo del mañana.
Jesús nos tranquiliza: “No teman! ¡No pierdan la esperanza! ¡Tengan ¡ Tengan fe!”. Incluso cuando atravesamos días difíciles, no habríamos de perder nunca nuestra nuestra fe y esperanza; deberíamos estar siempre alertas a la venida amorosa del Señor en medio medio de nosotros. Pidamos al Señor que nos mantenga siempre atentos a su presencia.
Cuando el pueblo de Dios tenía que pasar por pruebas y dificultades, recordaba siempre la noche de la primera Pascua, cuando Dios los liberó de la esclavitud de Egipto (PRIMERA LECTURA). Abrahán se convirtió en peregrino peregrino de la te, porque confió en las promesas de Dios.
El es nuestro modelo, aun cuando -como élno veamos a dónde nos lleva Dios (SEGUNDA LECTURA). Nuestra fe debería ser tan firme que nos hiciera confiar en la palabra de Jesús y estar dispuestos a encontrarnos con él en cualquier momento (EVANGELIO). PRIMERA LECTURA: Sabiduría 18,5 -9 Como los egipcios habían resuelto hacer perecer perecer a los hijos pequeños de los santos -y de los niños expuestos al peligro, uno solo se salvópara castigarlos, tú les arrebataste un gran número de sus hijos y los hiciste perecer perecer a todos juntos en las aguas impetuosas. Aquella noche fue dada a conocer de antemano antemano a nuestros padres, para que, sabiendo con seguridad en qué juramentos habían creído, se sintieran reconfortados. Tu pueblo esperaba, esperaba, a la vez, la salvación de los justos y la perdición de sus enemigos; porque con el castigo que infligiste a nuestros adversarios, tú nos cubriste de gloria, llamándonos a ti.
Por eso, los santos hijos de los justos ofrecieron ofrecieron sacrificios en secreto, y establecieron de común acuerdo esta ley divina: que los santos compartirían igualmente los mismos bienes y los mismos peligros; y ya entonces entonaron los cantos de los Padres.
PALABRA DE DIOS SALMO: 32,1. 12.18 -20.22 R. ¡FELIZ EL PUEBLO QUE EL SEÑOR SE ELIGIÓ COMO HERENCIA! Aclamen, justos, al Señor: es propio de los buenos alabarlo. ¡Feliz la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que El se eligió como herencia! R. Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia. R. Nuestra alma espera en el Señor: Él es nuestra nuestra ayuda y nuestro escudo. Señor, que tu amor descienda sobre nosotros, conforme a la esperanza que tenemos en ti. R. SEGUNDA LECTURA: Hebreos 11,1 -2.819 Hermanos: La fe es la garantía de los bienes bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven. Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación. Por la fe, Abraham, obedeciendo obedeciendo al llamado de Dios, partió hacia el lugar que iba a recibir en herencia, sin saber a dónde iba. Por la fe, vivió como extranjero en la Tierra prometida, habitando en carpas, lo mismo que Isaac y Jacob, herederos con él de la misma promesa. Porque Abraham esperaba aquella ciudad de sólidos cimientos, cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. También por la fe, Sara recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque porque juzgó digno de fe al que se lo prometía.
Y por eso, de un solo hombre, y de un hombre hombre ya cercano a la muerte, nació una descendencia descendencia numerosa como las estrellas del cielo e incontable como la arena que está a la orilla del mar. Todos ellos murieron en la fe, sin alcanzar el cumplimiento de las promesas: promesas: las vieron y las saludaron de lejos, reconociendo reconociendo que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Los que hablan así demuestran claramente que buscan una patria; y si hubieran hubieran pensado en aquella de la que habían salido, habrían tenido oportunidad de regresar. regresar. Pero aspiraban a una patria mejor, nada menos que la celestial. Por eso, Dios no se avergüenza de Ilamarse «su Dios» y, de hecho, les ha preparado una Ciudad.
Por la fe, Abraham, cuando fue puesto a prueba, presentó a Isaac como ofrenda: él ofrecía a su hijo único, al heredero de las promesas, a aquel de quien se había anunciado: «De Isaac nacerá la descendencia que llevará tu nombre». Y lo ofreció, porque pensaba que Dios tenía poder, aun para resucitar a los muertos. Por eso recuperó a su hijo, y esto fue como un símbolo. PALABRA DE DIOS EVANGELIO: Lucas 12,32 -48 Jesús dijo a sus discípulos: «No temas, pequeño pequeño Rebaño, porque el Padre de ustedes ha querido darles el Reino. Vendan sus bienes bienes y denlos como limosna. Háganse bolsas que no se desgasten y acumulen un tesoro inagotable en el cielo, donde no se acerca el ladrón ni destruye la polilla. Porque allí donde tengan su tesoro, tendrán también su corazón. Estén preparados, ceñidos y con las lámparas encendidas.
Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta. ¡Felices los servidores servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada! Les aseguro que él mismo recogerá recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos. ¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así! Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría perforar las paredes de su casa.
Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre llegará a la hora menos pensada». Pedro preguntó entonces: «Señor, ¿esta parábola la dices para nosotros nosotros o para todos?». El Señor le dijo: «, Cuál es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor pondrá al frente de su personal para distribuirle la ración de trigo en el momento oportuno? ¡ Feliz aquel a quien su señor, al llegar, encuentra ocupado en este trabajo! Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.
Pero si este servidor piensa: piensa: “Mi señor tardará en llegar”, y se dedica a golpear a los servidores y a las sirvientas, y se pone a comer, a beber y a emborracharse, su señor llegará el día y la hora menos pensada, lo castigará y le hará correr la misma misma suerte que los infieles. El servidor que, conociendo la voluntad de su señor, no tuvo las cosas preparadas y no obró conforme a lo que él había dispuesto, recibirá un castigo severo. Pero aquél que sin saberlo, se hizo también culpable, será castigado menos severamente. Al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más». PALABRA DEL SEÑOR 4 a.