“El Frente Amplio tiene el desafío de ser un partido de masas, Y NODE DIRIGENTES”
“El Frente Amplio tiene el desafío de ser un partido de masas, Y NODE DIRIGENTES” LUCÍA DAMMERT:CRISIS DE SEGURIDAD¿ Hay una crisis de seguridad?Cuando los ciudadanos creen y sienten que hay una crisis de seguridad, entonces hay una crisis de seguridad, no se puede desestimar la ansiedad y el temor ciudadano.
Y si bien este no está vinculado con el aumento de algunos delitos, sino a otras situaciones, requieres una respuesta pública y gubernamental muy fuerte, porque el temor, más allá de los delitos, cambia a la gente, que deja de salir en la noche y tener vida comunitaria, aumenta su desconfianza con el otro. Pero el temor aumenta por algo.
El temor está muy alto en Chile hace mucho y por supuesto ahora está alto también y está más vinculado con los delitos más violentos que hemos visto en los últimos años como los robos de vehículos o los portonazos. Y creo que el principal eje de la ansiedad ciudadana hoy está vinculado a las balaceras y los homicidios. Ahora, es un fenómeno que está ultralocalizado territorialmente, que las probabilidades que uno sea víctima de un homicidio no son tan altas, pero tiene un impacto ciudadano muy grande.
El Polígrafo mostraba hace unas semanas que la mayoría de los anuncios en materia de seguridad surgen tras hechos emblemáticos que impactan a la opinión pública. ¿Eso significa que cada vez que haya una crisis vendrán nuevas medidas más duras?En Chile nos viene pasando eso desde el inicio del regreso democrático. Antes estuvo la agenda corta, la agenda larga... En este caso particular, tenemos que tener mucho cuidado porque hemos pasado una cierta barrera de lo que se requiere. Por ejemplo, algunos dicen lo que hay que hacer es militarizar la Región Metropolitana. Y si uno analiza, si los homicidios son enfrentamientos entre bandas rivales, de peleas por territorios, aunque militarices, eso no va a resolverlo. Eso ya está estudiado. Necesitas mucha más inteligencia policial y otras capacidades para poder resolver ese problema. Pero estamos en una sensación tan mezclada que terminamos diciendo militarización de las fondas por si acaso la gente tome mucho y la violencia se dispare. Y ahí es necesario que los actores que toman decisiones de política pública pongan la pelota al piso. Pero a veces da la impresión de que la policía está sobrepasada. El fenómeno criminal ha cambiado sustancialmente, acá y en todos los países de la región. Después del covid tú tienes mercados ilegales mucho más variados. En Chile, hace 20 años uno decía, bueno, acá se cumple la ley.
Pero hoy, por situaciones económicas o por cultura de ilegalidad, mucha gente compra los remedios en la feria, los cigarrillos contrabandeados o los celulares robados porque les salen más baratos. ¿La inmigración es un factor?Para lo de la cultura y la ilegalidad no, porque es un fenómeno bastante transversal. En términos criminales, efectivamente hay muchas prácticas criminales que se movieron en la región, yo diría en los últimos diez años. Está esto que se llaman los imitadores: un grupo criminal pequeño en Santiago que logra ver que, por ejemplo, los secuestros exprés a los migrantes irregulares rinden, que tienen armas, que usan cierta simbología.
De eso hay bastante en todos lados de América Latina, esto no es un fenómeno propio. ¿Y cómo ve la agenda legislativa? Hay 32 puntos del fast track de los cuales solo uno se ha despachado. La agenda legislativa es una parte importante, pero las políticas de seguridad no pueden ser solo legislativas, porque todos sabemos que las leyes, para que cambien cosas, requieren mucho tiempo. Y en este caso me parece una buena señal que el mundo político se ponga de acuerdo. Pero lo que uno extraña es la capacidad de ponernos de acuerdo con ciertas iniciativas de política.
Por ejemplo, la necesidad de fortalecer una mirada respecto a los programas preventivos, o asegurarnos que los programas para enfrentar el consumo problemático de drogas y alcohol aumenten, o un acuerdo político más transversal para solucionar el hacinamiento carcelario. Entonces, ahí debería estar, creo yo, el centro del acuerdo político de largo plazo. OLLAVRACNÁITSIRCMañana se cumplirán dos años desde que dejó el cargo de jefa de asesores del Segundo Piso del Presidente Gabriel Boric.
La partida, se comentó en su momento, se debió a un nuevo diseño del equipo de colaboradores presidenciales con un sello “más político”, así como a una supuesta falta de sintonía de ella con los demás asesores.
Desde entonces, Lucía Dammert socióloga, nacida en Lima, hija del excongresista peruano Manuel Dammert, nacionalizada chilena, y quien no milita en ningún partido regresó a la vida académica en la Universidad de Santiago y al rol de analista, principalmente en temas de seguridad. ¿Cómo ve hoy al Frente Amplio? A veces la discusión oficialista pareciera centrarse en las diferencias del Socialismo Democrático con el PC.
El Frente Amplio tiene el desafío de ser un partido de masas, y no un partido de dirigentes. ¿Hasta ahora ha sido más de dirigentes?Ha pasado en muchos partidos y un partido que tiene la vocación de ser ideológicamente de izquierda, con una idea de un cambio en el país, requiere de una ciudadanía que lo apoye, tanto en los votos como en la militancia.
Entonces, si bien yo no conozco los detalles, intuyo que deben de estar en esa construcción partidaria, que es hoy día mucho más difícil que antes. ¿Era el Frente Amplio al principio un conglomerado que representaba más solo a algunos sectores?O sea, Revolución Democrática y Convergencia Social eran partidos muy de raigambre universitaria más que de sindicatos o juntas de vecinos.
Y ese creo que es el desafío político que tiene ese partido. ¿Ha madurado el Frente Amplio respecto a cuando asumió el gobierno?No sé si es una maduración la palabra, pero la experiencia de gobernar te transforma.
En todo sentido. ¿Se ha adelantado la presidencialización del debate? Es innegable que la gente, los medios, en fin, tratan de explicar cada una de las decisiones y acciones de la política pensando en qué viene después. Es innegable que hay discusiones sobre quiénes son los candidatos presidenciales, pero también es innegable que en las últimas dos o tres campañas aparecen muchos nombres, pero sobreviven pocos. A la ministra del Interior, Carolina Tohá, ¿la perjudica estar a cargo de la seguridad para una proyección presidencial?Ella está cumpliendo su labor de ministra, que es una labor bien desafiante. Probablemente muchos políticos tradicionales preferirían no estar a cargo de esta cartera si estánINFORME PNUD:Ha habido controversia por el último informe del PNUD.
Se ha acusado sesgo, que ha sido funcional al discurso oficialista por los cinco años del estallido y la idea de que las demandas persisten. ¿Qué le pareció a usted el informe?El informe del PNUD viene mostrando un malestar ciudadano centrado en la desconfianza en las élites y marcado sentimiento de maltrato y abandono, ya el 1998 “Las paradojas de la modernización” reconocía estos problemas.
Por otro lado, este informe pone énfasis en la distancia que la gente tiene frente a la élite política sin distinción, lo que me parece es una mala noticia para todos los sectores. ¿Pero en cuanto a las críticas de sesgo?Diría que me parece muy interesante el debate académico que se ha desarrollado sobre sus enfoques, conceptualizaciones y énfasis, pero he visto poca duda sobre los resultados centrales: el divorcio entre la ciudadanía y la élite, y la crisis de legitimidad de la élite política. npensando en una elección posterior.
Históricamente se decía, bueno, si uno quiere ser candidato debería ser ministro, no sé, de Obras Públicas, ¿cierto?CASO AUDIOEn cuanto al caso Audio. ¿Cree que tenga algún efecto en la sensación de anomia que pueda influir en la seguridad?ticas públicas que se están implementando, porque cuando uno está en medio de la discusión política electoral es más difícil llegar a ciertos acuerdos e implementar las políticas. Pero los problemas de seguridad existen y se mantienen en el tiempo.
Uno puede tener agendas políticas o mediáticas que se concentran en otras áreas, pero no porque no esté en el primer lugar de la prensa la seguridad deja de ser uno de los principales temas de la ciudadanía.
Uno de los problemas que traemos hace un tiempo es que en general la desconfianza sobre el Poder Judicial y el Ministerio Público es muy alta, y está la sensación de que en Chile hay una justicia que es muy lenta, ineficiente o que es diferenciada para los más pobres y los más ricos.
Son todas cosas que no ayudan en una verdadera lucha contra la cultura de la ilegalidad y todos estos casos de alta exposición lo único que hacen es fortalecer estas percepciones de instituciones que están un poco manejadas por grupos muy pequeños y que no tienen el bienestar de la ciudadanía como objetivo principal.
Desde ese punto de vista, tanto el Congreso, cuando no hace la pega, o cuando se siente que el Ejecutivo no está a cargo, o el Judicial cuando no funciona, pues impacta sobre las verdaderas capacidades de afrontar los fenómenos criminales y luego en la percepción de la ciudadanía. ¿Desvía el caso Audio la atención en puntos críticos para el Ejecutivo como la seguridad? ¿ Le da un respiro?Lo que tenemos son pequeñas ventanas de oportunidad para fortalecer las polí-“Cuando los ciudadanos creen y sienten que hay una crisis de seguridad, entonces hay una crisis de seguridad, no se puede desestimar la ansiedad y el temor ciudadano”. “Uno de los problemas que traemos hace un tiempo es que en general la desconfianza sobre el Poder Judicial y el Ministerio Público es muy alta, y está la sensación de que en Chile hay una justicia que es muy lenta”. Hablamos del covid y la inmigración. ¿Cuánto influyó el estallido, por ejemplo, al debilitar la función de Carabineros?Sí, he escuchado esa teoría. No estoy segura de que el estallido haya generado o potenciado mercados ilegales.
Sí me parece que el estallido, sobre todo en su segunda y tercera fase, instaló una sensación de ansiedad frente al caos, frente a la sensación de que no hay nadie a cargo de nada, como que no hay una salida, no hay un encauzamiento de una energía. Entonces ahí sí hay un endurecimiento de la ciudadanía respecto a lo que fue el reclamo popular y luego mucha de la violencia que estuvo vinculada con eso.
Pero los mercados ilegales ya estaban bastante instalados. nInteresante debate académico, “pero he visto poca duda sobre sus resultados centrales”Lucía Dammert,. Exjefa de asesores del Segundo Piso de Gabriel Boric analiza el momento del partido oficialista.
También aborda los problemas de seguridad y los factores que inciden en la actual crisis del orden público, así como los efectos que el Caso Audio podría tener en la cultura de la ilegalidad. | G. MUÑOZ LUCÍA DAMMERT: