Autor: cando la evaluación económica de las empresas globales en términos de rendimiento y riesgo. Chile ha hecho todo lo posible para que esta evaluación sea cada vez menos favorable: impuestos corporativos comparativamente altos (más altos que el promedio de la OCDE), un mer-
Columnas de Opinión: El fetiche de la complejidad económica
El estancamiento de la economía chilena es innegable: crecer a un 2%anual significa que el cre-cimiento per cápita es prácticamente nulo. En el año 2000, aumentamos el PIB per cápita en un 159% en comparación con 1990; en 2010, este aumento fue del 130% respecto al 2000; y en 2020 solo un 108% frente a 2010. Si juzgamos por el desempeño de los primeros años de esta década, la situación solo parece empeorar. Sabemos que las teorías sobre la complejidad económica y los encadenamientos productivos tienen sus seguidores.
De hecho, han sido parte del arsenal con el que muchos economistas (varios de ellos en elactual Gobierno), siguiendo a figurascomo Mariana Mazzucato, Ha-Joon Chang, Erik Reinert, entre otros, han impulsado una agenda que busca dejar atrás una economía basada en la exportación de bienes primarios.
No cabe duda de que este marco analítico es interesante y valioso, como también lo es el trabajo del Harvard Growth Lab para medir la complejidad de las economías a través de los datos de exportación e inferir las capacidades subyacentes. Sin embargo, no nos engañemos: el problema de este país es mucho más elemental.
Si no somos atractivos para mantener los niveles de inversión enSi no somos atractivos para mantener los niveles de inversión en lo que ya producimos, difícilmente lo seremos para convencer a las empresas globales de reorientar sus presupuestos de capital (sus cálculos de TIR y valor presente neto) y desarrollar en este pequeño país emergente capacidades con las que hoy no contamos. ¿Qué tipo de ingenui-dad es esta?cado laboral rígido y con una jornada laboral que se acortará en términos relativos, productividad estancada, permisos y tramitaciones excesivas, y proyectos políticos refundacionales que efectivamente lograron meterle inestabilidad al país (parafraseando a Sebastián Depolo) e incrementaron las primas de riesgo en las carteras de proyectos en Chile. Parece ser que el secreto de los años 90 fue precisamente que cualquier inversión en Chile resultaba más atractiva que en otros países emergentes. En esa época, la inversión como porcentaje del PIB (formaciónbruta de capital fijo) fue la más alta delas últimas décadas y el crecimiento per cápita respondió como lo predice el modelo de Solow.
Incluso, según el ranking de complejidad económica de Harvard, nuestro mejor desempeño también se alcanzó en esa década. ¿Cuándo comenzamos a pensar que teníamos garantizado el favor de los inversionistas globales? ¿ No sería mejor volver a los fundamentos clásicos del crecimiento antes de recriminar a los pocos que aún deciden reinvertir en Chile? ¿ Podemos dejar el fetiche de la complejidad económica, reflexionar acerca de la magnitud denuestra economía y ponernos en los zapatos de los inversionistas globales? ¿ Podemos volver a competir por el anhelado desarrollo económico, pero en serio?lo que ya producimos, difícilmente lo seremos para convencer a las empresas globales de reorientar sus presupuestos de capital y desarrollar en este pequeño país emergente capacidades con las que hoy no contamos. ¿Qué tipo de ingenuidad es esta? El equipo económico del Gobierno, ahora por experiencia, sabe queno es sencillo diversificar la matrizproductiva. En cuestión de minutos, un inversionista internacional puede decidir instalar su fábrica de vacunas, su data center, su planta de microprocesadores o su fábrica de baterías de litio en otro país emergente más atractivo. El problema es que nos hemos enredado en la tercera derivada, cuando no sabemos cómo resolver la primera. La contribución de Chile a la producción mundial es del 0,3%. En otras palabras, si desapareciéramos del mapa, la caída del producto mundialsería insignificante: 10 veces menorque la crisis subprime, para ponerlo en perspectiva. La única forma en que las inver-siones llegarán a Chile es modifi-Henry WacHtendorff Profesor de economía Universidad adolfo ibÁñez.