Autor: Bernardo Donoso Riveros Ñ Profesor emérito PUCV
COLUMNAS DE OPINIÓN: El muro del sur
COLUMNAS DE OPINIÓN: El muro del sur Oo Columna El muro del sur nagosto de1961se comienza levantar un muroen una E históricaciudad europea. Eran tiempos de posguerra, de división, de grandes bloques, de una profunda yardiente guerra fría. De ofertas ideológicas, de una carrera queno teníalímites, del explosivo encuentro entre la verdad y la mentira. Probablemente valía todo aquello queera instrumentalalpoder preferido. Laliteratura, el cine y otrasarteshhan dejado testi monio deloabierto y losubyacente de aquellos tiempos. Elmuro es levantado por una parte con un preciso objetivo: impedir que aquellos que querían ir al lado contrario no lo lograran. El precio para muchos que intentaronirala libertad fue lamuerte. Elmuroimpedía hacer la travesía. Mucho debe haber quedado dichoenlosarchivos delossubterráneos, escrito por los propios carceleros que dominaban la vida delos otros. Altranscurrir de losaños seiluminan hechos reales, negados, desde luego; también muchos ojos se abrieronante la experiencia, provocando radicales cambios de perspectiva. Mucho se puede aprender sobrelo que llamaré el muro del Norte. Un día denoviembre de 1989, ese muroacelera su caída. Me relató un amigo, entonces en Buropa, quetomó un tren paraver la caída del muro. Vio esanocheallos jóvenesansiosos de libertad picando pequeños pedazosdelmuro.
Estas reliquias de los mínimos trozos dela opresión recorrieron el mundo y era muyapreciadotenerlasenlasmanos comomotivo de conversación, empatía y adhesión, de aquello que fue testigo dela caída delosquecorrieron haciala libertad mientras la Guerra Fríatenía argumentos opuestos para un mismohecho. Eltiempoavannía argumentos opuestos para un mismohecho. Eltiempoavan1 Bernardo Donoso Riveros Profesor emérito PUCV %6, la realidad se hizo presente, el miedo fuesuperado, las condiciones del contexto mejoraron, grandes de otras naciones estuvieron dispuestos a levantar su voz.
Ahora ese muroya no existemás queen mínimas muestras fisicas, mientras el mismo pueblodeambosladoseslibrey viveen democracia, compartiendo su historia y dialogando sus diferencias. ¿Puede existir otra forma de muro, distinto en su materialidad, aunque igual en sus efectos sobre la persona? Probablemente podemos hablar del Muro del Sur.
Un muro quecreó las condiciones, una vez terminada la impresionante riqueza material, paraque un cuarto dela población (hasta ahora) tomara el doloroso camino hacia la libertad y búsqueda del pan y las oportunidades. ¿Qué sucedió con la gran nación? Aquella que abriósus puertas a tantos. Las palabras de Orwell hoy estallan enel país del Muro delSur: Las palabras tienen el significado ofcial, losnúmeros se cuentan de otra manera, el gran hermano controla las vidas para atemorizar. Sin embargo, labuenanotcia es quela dignidad humana siempre se impondrá. Lo torcidovolveráaserrecto, los hermanos se encontrarán. Losqueestálejos irán a visitar las tumbas de aquellos que no pudieron acompañar alapartida.
Esedíaen quelasrelacionesinternacionalesserestauren, en quelas manos se junten para defender la democracia y las personas dejen de ser prisioneras del poder comouunaforma de vida, en que otros países dejan desacarventaja delas circunstancias del paístras estemuro del sur. En que haya una gran alianza para erradicar todo aquello que dañala pazylafratenidad. pazylafratenidad.. -