Carry trade: El nuevo escenario para una gran amenaza sobre el peso
Carry trade: El nuevo escenario para una gran amenaza sobre el peso El carry trade "es una cosa simple y compleja a la vez", advierte Francisco Matthews, socio de NetGo. La parte simple consiste en endeudarse en una moneda de un país con baja tasa de política monetaria, para invertirlo en alguno cuya tasa se encuentre alta.
Así, por ejemplo, los agentes piden prestado efectivo en yenes a tasas bajas, lo cambian a dólares (vendiendo los yenes) y compran bonos del Tesoro de EE.UU., con tasas más altas, ganando el diferencial del rendimiento. El inversionista "se endeuda al 1% y se invierte al 5% o al 11%, dependiendo del país, y esa brecha se usa para soportar la volatilidad entre las monedas", dice Matthews. Lo complejo, sin embargo, es que esta es una operación dinámica que se mueve en muchos mercados en paralelo. Y lo que ha ocurrido en lo reciente con el peso chileno es ejemplo de ello. Como Chile fue uno de los primeros países del mundo en subir las tasas de interés (tras la fiesta de gasto pospandemia) y luego en bajarlas, el movimiento llegó con fuerza.
El diferencial de tasas con EE.UU. "es lo que llevó al dólar desde $780 a mediados de 2023, hasta casi $1.000 entre febrero y abril de 2024", señala Fernando Montalva, gerente de negocios de MBI Inversiones. Algo que, sin embargo, se contuvo en lo reciente. "Actualmente el diferencial de tasas de referencias es muy ajustado, por lo que el carry trade es menos intensivo", reconoce Raimundo Olivares, trader de Credicorp Capital. Pero advierte que este puede volver. Este lunes, de hecho, y tras un cambio en las perspectivas de recortes de tasas post-Imacec, el dólar borró sus caídas y subió $5,1, a $947,3. El carry trade no siempre jugó en contra del peso. "Se aprovechó bastante cuando nuestra TPM se ubicaba en 11,25% mientras que las tasas de la Fed escalaban de 4%-5%", recuerda Olivares. El inicio de vertiginosos recortes de tasas del emisor local cambió el panorama y el dólar llegó a superar los $1.000 en 2022 y 2023.
Y si bien se moderó a $875 con el cierre del año pasado, el reconocimiento del mercado de que la Fed no bajaría rápido sus tasas llevó a la divisa hacia su máximo de 2024, de $986 a fines de febrero. Esto, en momentos en que las posiciones foráneas en contra de la moneda local en forward no entregables (NDF) superaron los US$ 8.000 millones. Los extranjeros, posteriormente, se vieron obligados a retirar sus posiciones ante la reducción del proceso de baja de tasas del Central y, sobre todo, del salto del cobre. Para el 28 de mayo, las citadas apuestas cayeron a su mínimo del año, de US$ 1.907 millones.
No obstante, según el último registro, estas posiciones han repuntado hasta acercarse a los US$ 4.500 millones. "La expectativa de algunos agentes del mercado de que el Banco Central seguirá recortando su tasa antes de que la Fed inclusive baje la suya, abre la oportunidad de tomar posiciones largas en USD/CLP", advierte Olivares, de Credicorp Capital. Y no se trata solo del diferencial con EE.UU. "Probablemente también tengamos carry entre Chile y otros emergentes latinoamericanos con las tasas bastante más arriba", dice Montalva, de MBI.
Juego de fuerzas contrapuestas: Carry trade: El nuevo escenario para una gran amenaza sobre el peso Las posiciones de inversionistas extranjeros que apuestan por los diferenciales de tasas fueron las responsables de disparar el tipo de cambio a cerca de $1.000 a comienzos de año. CAMILO CASTELLANOS Más detalles en www.elmercurio.com/inversiones.