Autor: Por: Cristóbal Bley
Inteligencia artificial: cómo las universidades la integran en carreras top
Inteligencia artificial: cómo las universidades la integran en carreras top DISRUPCIÓN TECNOLÓGICA Inteligencia artificial: cómo las universidades la integran en carreras top Sl Sl la educación fuese una mesa, hace dos años y medio, la mano de la inteligencia artificial tiró del mantel y todo lo que estaba encima, frágilmente ordenado, se dio vuelta.
La aparición de ChatGPT, que en apariencia era solo una simpática aplicación online capaz de recibir Instrucciones y responder preguntas, se convirtió de Inmediato en una fuerza que, además de derramarlo todo, puso en entredicho las mismas estructuras de la mesa.
Los chats de grandes modelos de lenguaje que también incluye a Gemini, Claude, Meta Alo Grok, entre otros se ilviemn la tecnología de más rápida rápida adopción en la historia: en apenas once meses, más de 100 millones de personas usaban ChatGPT de manera frecuente.
Una irrupción que cambió muchas cosas pero pocas como la educación, que vio cómo los métodos tradicionales de enseñanza y evaluación, capaces incluso de sobrevivir a internet internet y Google, ahora quedaban completamente amenazados por la inteligencia artificial. “[a irrupción de la lA ha sido tanto una oportunidad oportunidad como un desafío para la cultura universitaria”, reconoce Soledad Arellano, vicerrectora académica y de Investigación de la Universidad Adolfo Ibáñez.
En la educación superior saben que no pueden considerar considerar a la Inteligencia artificial como un enemigo: su buen uso, aparte de ser Indispensable para la vida profesional, es capaz de abrir las posibifidades del conocimiento hasta umbrales que parecen ilimitados. Para las universidades, nunca antes fue tan urgente adaptar y adoptar una nueva tecnología a las metodologías académicas, mientras al mismo tiempo deben normar su uso entre estudiantes y docentes. Todas las instituciones consultadas coinciden en que la visión respecto a la lA debe ser positiva y crítica, pues sus beneficios y potencial potencial son tan innegables como sus riesgos. Capacitación y cambios curriculares Quienes se resisten al uso de la lA en la educación pueden encontrar mucha evidencia a su favor.
Por ejemplo, un estudio de NewsGuard, organización que analiza la desinformaclón, mostró que los diez chatbots más populares entre ellas ChatGPT, Gemini, Gemini, Grok y Copllotrepetían información falsa, hasta 40% de las veces, cuando se les preguntaba sobre noticias de actualidad.
Quienes, por otro lado, se entregan con total optimismo optimismo a esta tecnología, también tienen con qué respaldar sus argumentos: el año pasado el Nobel de Física y Química, fueron otorgados a investigadores que lograron sus hallazgos gracias a la lA. “Nuestra postura es positiva-crítica”, dice Ulrlke Kemmerllng, directora académica de la Facultad de Medicina de la U. de Chile.
“La ¡ A puede ampliar la metacognición y el acceso al conocimiento, pero nunca reemplazar al razonamiento clínico ni el juicio profesional”. [.0 que allí han hecho es incluir, en todos los planes de estudio, una cláusula étlca sobre uso de ¡ Ay breves módulos de alfabetización digital crítica, crítica, mientras en Las aulas se emplean “simuladores clínicos inteligentes y analíticas de aprendizaje que ofrecen retroalimentaclón Inmediata”. Al mismo tiempo, el personal docente recibe “microcredendales” “microcredendales” para rediseñar evaluaciones. La U. de Concepción tiene un plan similar.
En su Facultad de Medicina, como cuenta la decana Ana María Moraga, están finalizando “un gran centro de simulación de aproximadamente 5 mli metros cuadrados”. En paralelo, los académicos que impartirán cátedras con [A están cursando un diplomado sobre su uso, y para eL resto del cuerpo docente se ofrecen programas de capacitación capacitación certificados. Otras universidades han decidido reorganizar reorganizar las mallas curriculares de ciertas carreras, dándole más énfasis al aprendizaje y aplicación de nuevas tecnologías en contextos reales.
Es el caso de Ingeniería Civil Industrial de la U. de las Américas, cuyo nuevo plan de estudios, como explica su directora Érika Madariaga, “incorpora asignaturas como programación, optimización de procesos, análisis de datos, simulación y emprendimientos tecnológicos”. La educación superior tiene una visión positiva positiva y al mismo tiempo crítica de la inteligencia artificial: las instituciones saben del potencial que tiene para el conocimiento y el futuro profesional, pero también conocen los riesgos que implica para la formación académica.
Así 1 es como algunas carreras enseñan esta y otras tecnologías disruptivas sin perder lo esencial: la humanidad. [Pki Cristóbal Bic o o () 1 o, i 1. ... L.. Inteligencia artificial: cómo las universidades la integran en carreras top 4.4Ç ___ Nuestra postura sobre la inteligencia artificial es positiva-crítica. Ulrike Kemmerling. loo millones de personas usaba ChatGPT, tras su lanzamiento.
El objetivo es que los futuros Ingenieros de la UDLA “estén preparados no solo para adaptarse, sino también para liderar procesos de transformación transformación tecnológica, con una visión estratégica, ética y sostenible del entorno profesional”. En la UAI, el foco se ha puesto en la capacitación capacitación docente, pues entienden que sin un cuerpo académico que esté actualizado y bien formado, la incorporación por sí sola de nuevas herramientas o tecnologías no servirá de mucho.
Hoy tienen un programa llamado ConectlA: Habilidades para la academia del futuro, desarrollado junto a Centro Nacional de Inteligencia Artificial (Cenia), que busca que profesores y profesoras integren “de manera crítica y estratégica la lA generativa en sus métodos de enseñanza, la Investigación y el rediseflo rediseflo curricular”, explica la vicerrectora Arellano. Regular para aprender Javier Couso, decano de la Facultad de Derecho de la U.
Diego Portales, cuenta que sus estudiantes unlwrsltarios “se han acostumbrado rápidamente, antes de que contásemos con un marco pedagógico definido, a usar plataformas de lA, como ChatGPT o GemInl, para sus trabajos académicos”. Eso les ha planteado más de un problema: desde un uso no autorizado de la lA ola falta de transparencia respecto a su empleo, hasta un uso “académicamente pobre, incluso algo frívolo, sin verificar la calidad de la información entregada y sin agregarle valor”. La irrupción de la inteligencia artificial ha sido tanto una oportunidad como un desafío para la cultura universitaria y las casas de estudio eshmn integrándolas en todos sus planes de estudios.
Por eso, y sin penler de vista “las enormes posibilidades posibilidades que la lA está abriendo en el mundo de los servicios jurídicos”, el Consejo de la Facultad definió orientaciones que fijan estándares académicos académicos para el empleo de estas herramientas, para “promover claridad, de parte de cada docente, sobre usos alentados, permitidos y prohibidos de la lA en sus cursos; y exigir transparencia, de parte de los estudiantes, sobre su empleo, y alertarles sobre posibles infracciones éticas”. Solo a partir de esa guía, dice Couso, fue posible introducir innoacionescunicu1ares al respecto, como un tafler de primer semestre sobre uso académico de la lA, o el aprendizaje y experimentación con las herramientas más usadas en la profesión jurídica. La UDLA también implementó este año, a nivel transversal, un marco institucional para el uso de la lA, que regula su aplicación académica, investigativa investigativa yen la vinculación con el medio.
La idea, como señala Érika Madariaga, es “promover el uso consciente y transparente de estas tecnologías, para que se utilicen como apoyo al aprendizaje y no como sustituto de la reflexión crítica o de la producción intelectual de los estudiantes”. En Medicina de la U. de Chile, además de utilizar modelos generativos como ChatGPT-4o, Claude y Gemini para redactar guías y casos, o simuladores simuladores de realidad virtual que ajustan la dificultad automáticamente, cada uso de estas herramientas “debe declararse”, explica Kemmerllng.
“El material se valida por académicos y las rúbricas distinguen claramente asistencia técnica de autoría humana”. Para regular su uso, la facultad combina transparencia transparencia obligatoria, supervisión humana y un comité transversal que monitorea buenas prácticas.
Esta revolución la protagoniza la lA pero también hay otras tecnologías y formatos involucrados, como la computación cuántica, la realidad aumentada (VR) y extendida, la automatización de procesos, el Internet de las cosas (loT), el análisis avanzado de datos y la robótica. Todas prometen mejorar las prácticas profesionales, aliviar la carga de trabajo, hacer más eficiente el desempeño laboral y ampliar los límites del conocimiento. Pero el desafío más grande para las universidades, tal como lo plantea Ana María Moraga, está en que no se dlluya el factor humano.
“Que la artificialidad de la tecnología tecnología no haga que se pierda lo más importante de la relación médico-paciente y de cualquier otra vocación profesional: la humanidad”. :i 1 1 1 10 1 1 :j 1 /1 _. 4 1 1.