Sobre la acusación de EE.UU. contra China de “coerción económica”
Sobre la acusación de EE.UU. contra China de “coerción económica” “... en Chile, EE.UU. no deja de mencionar frecuentemente Visa Waiver, como un instrumento paragenerar pánico en la opinión pública.
Las acusaciones de la embajadora sobre la supuesta coercióneconómica de China parecen, más bien, un reflejo de las propias estrategias y prácticas estadounidenses... ”.NIU QINGBAOEmbajador de China en Chile“Las palabras de despedida suelen ser ama-bles”. Antes de dejar su cargo, la embajadorade Estados Unidos en Chile, Bernadette Mee-han, acusó a China de ejer-cer “coerción económica”, tratando de sembrar discor-dia en las relaciones chino-chilenas. Sin embargo, suspalabras de despedida nocorresponden a la realidadni justifican la supuesta“ b u e n a v o l u n t a d ” d eEE.
UU. hacia Chile. lenas no existe ninguna “coerción económi-ca”. La cooperación entre China y Chile, ya seaen comercio, inversión o intercambio tecnoló-gico, es el resultado de decisiones soberanas yvoluntarias de ambas partes, lo que ha traídobeneficios tangibles a ambos países. La embajadora Meehan mencionó específi-camente dos “herramientas de presión” deChina hacia Chile: el comercio de cerezas y losproyectos de distribución y transmisión eléc-trica con inversión china. En realidad, el co-mercio de productos agrícolas entre ambospaíses es altamente complementario y las ce-rezas chilenas se venden cada año mejor enChina. Y los proyectos eléctricos operados porempresas chinas han funcionado de maneraestable. Tras los daños ocasionados por tor-mentas en agosto pasado, dichas empresasrealizaron reparaciones oportunas para resta-blecer el suministro eléctrico y compensaron alos usuarios afectados, lo que fue valorado porlos usuarios y las entidades reguladoras. Además, la “coerción” no concuerda con lapostura de China sobre la gobernanza global. China cree que el mundo es una comunidadde intereses interdependientes, y proponeconstruir una comunidad de futuro comparti-do para la humanidad. De hecho, China hapresentado iniciativas sobre el desarrollo, laseguridad y la civilización globales, defen-diendo un mundo multipolar igualitario y or-denado, y una globalización económica inclu-siva y equitativa. La “coerción” tampoco concuerda con losvalores del pueblo chino. Nosotros creemosen el respeto mutuo, la igualdad, y la coopera-ción de beneficios compartidos. Considera-mos que la intimidación y la coerción solo ge-neran resentimiento y resistencia, perjudican-do tanto a otros como a uno mismo, y despre-ciamos esa manera de actuar. Entonces, ¿quién ejerce con frecuencia la in-timidación y la coerción?Si EE.UU. se proclama en segundo lugar, ningún país se atrevería a decir que ocupa elprimero. Durante años, EE.UU. ha recurrido aamenazas militares, aislamiento político, san-ciones económicas y bloqueos tecnológicos;ejerciendo presión sobre países grandes y pe-queños, aliados y rivales, únicamente paraproteger sus propios intereses.
EE.UU. hamantenido un bloqueo y sanciones contra Cu-ba durante más de medio siglo, ha reprimidosin escrúpulos a competidores como la em-presa china Huawei, la francesa Alstom y lajaponesa Toshiba, y ha intensificado el blo-queo a la exportación de chips a China, forzan-do a otros países a reprimir la industria chinade semiconductores. En Chile, EE.UU. no deja de “mencionar”frecuentemente Visa Waiver, utilizándolo co-mo un instrumento para generar pánico en laopinión pública. Las acusaciones de la embaja-dora Meehan sobre la supuesta “coerción eco-nómica” de China parecen, más bien, un refle-jo de las propias estrategias y prácticas esta-dounidenses.
En segundo lugar, ¿cuál es el objetivo de laembajadora Meehan al acusar a China de in-tentar ejercer una “coerción económica” aChile? ¿ Acaso Estados Unidos puede ofrecer aChile un mercado y proyectos de inversiónmejores que los de China? Obviamente, nopuede.
Noté que la embajadora pidió al go-bierno chileno que no exija plazos tan estrictospara los proyectos de infraestructura, ya que“solo las empresas chinas podrían cumplir-los”. Agradezco su alta valoración sobre la ca-pacidad de las empresas chinas en infraestruc-tura. Al parecer, la embajadora Meehan espe-ra que Chile baje los estándares para las em-presas estadounidenses.
Si EE.UU. no puede o no quiere ofrecer be-neficios a Chile, pero tampoco permite queChile obtenga ventajas del mercado chino ylas inversiones chinas, ¿es esto una muestra de“buena voluntad” o acaso una “coerción”?La embajadora Meehan dice que “no esanti China”, pero ha formulado numerosasacusaciones contra China. Afirma queaprecia la institución sólida de Chile, peroal mismo tiempo cuestiona las decisionestomadas por la institución chilena de ma-nera independiente, e intenta decirle al go-bierno de Chile cómo actuar.
Declara queno pide a Chile “tomar partido”, peroigualmente supone que “si Chile no quieretener que elegir”, aludiendo que Chile ten-drá que elegir a EE.UU. ¿Acaso no cree que Chile tiene derecho y ca-pacidad de elegir libremente sus socios con-forme a sus propios intereses nacionales, equi-librando sus relaciones exteriores? La Doctri-na Monroe quedó atrás hace dos siglos, peroparece que a EE.UU. aún le cuesta abandonarviejos hábitos.. En primer lugar, en las relaciones chino-chi-