COLUMNAS DE OPINIÓN: Progreso, identidad y patrimonio
COLUMNAS DE OPINIÓN: Progreso, identidad y patrimonio ENFOQUE Progreso, identidad y patrimonio Las 96 araucarias de Melipeuco e Icalma no caerán.
La decisión, que hizo retroceder el dictamen inicial de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), responde al clamor de un conjunto de voces que manifestaron, con justa razón, que la tala de araucarias no puede concebirse como un "mal necesario" ante el avance de grandes proyectos de inversión.
Sin embargo, detrás de esa defensa que bien podría atribuirse Sindy Salazar Pincheira Abogada Colectiva Justicia en Derechos Humanos a la voluntad abstracta de proteger el medio ambiente, o a un afán conservador por evitar la pavimentación de las rutas se esconde una certeza más profunda, que removió tanto a las organizaciones del pueblo mapuche-pehuenche como a miles de chilenos y chilenas: la certeza de que las araucarias son un símbolo de nuestra identidad como pueblo, y que al protegerlas estamos protegiendo algo fundamental en nosotros mismos.
La araucaria o pewén, endémica de la Cordillera de los Andes y Monumento Natural de Chile desde 1990, es parte de nuestro patrimonio natural, pero además un elemento fundamental en nuestra memoria histórica y en la construcción simbólica de nuestra identidad nacional. En este sentido, su defensa actúa como una bisagra natural que fortalece los fundamentos comunes de las tradiciones chilenas y el pueblo mapuche, contribuyendo al establecimiento de un sentido de pertenencia respecto de nuestro territorio. Por eso el freno a la tala no es sólo corrección de una política pública mal diseñada. Es una señal de que el Estado puede escuchar cuando la ciudadanía se articula con generosidad y convicción.
Este episodio, en el que la presión social actúa como palanca para reequilibrar el poder económico y político, abre la posibilidad de otro pacto: uno basado no en la imposición, sino en el reconocimiento de lo que nos es común. La araucaria ha sido durante siglos sustento espiritual, alimenticio, cultural y económico del pueblo mapuche.
La convergencia de voces detrás de su defensa no apunta a evitar avances como la conectividad, que los propios pueblos han demandado, sino a cuestionar la falta de pertinencia territorial del Estado en su relación con las comunidades, para las que el pewén es parte integral de su cosmovisión, su supervivencia y su patrimonio.. -