INCENDIOS FORESTALES: PREVENCION URGENTE
INCENDIOS FORESTALES: PREVENCION URGENTE La La Araucanfa enfrenta por estos días un escenario de extrema complejidad. Los incendios forestales mantienen en vilo a los habitantes y demandan el máximo esfuerzo de los equipos de emergencia, que se han visto obligados a librar una lucha incansable contra el fuego. De acuerdo con los reportes oficiales, ya son 18 las emergencias activas, que han afectado a más de 12 hectáreas y han dejado 31 personas damnificadas. Frente a esta catástrofe, la solidaridad y la coordinación resultan más urgentes que nunca. Los números hablan por sí solos: 16 viviendas destruidas, 8 personas albergadas y una serie de infraestructuras fundamentales, como sistemas de riego, bodegas y galpones, que han sido consumidas por las llamas. Solo durante el martes se emitieron 16 mensajes SAE para evacuaciones, un indicador de la magnitud del riesgo que enfrenta la región. El caso de Traiguén con una situación tan crítica que el fuego amenazó incluso la zona urbana. La labor de bomberos, brigadas forestales y personal municipal logró, afortunadamente, contener las llamas antes de que se produjera una tragedia mayor. En medio de esta emergencia, distintas autoridades han exigido medidas aún más enérgicas. El diputado Jorge Rathgeb ha solicitado al Ejecutivo la declaración de estado de catástrofe para La Araucanía, argumentando, entre otras razones, que existirían indicios de intencionalidad en el inicio de varios de estos siniestros. Estas sospechas no deben desestimarse, sino investigarse a fondo.
De confirmarse, estaríamos ante un problema que trasciende lo meramente natural, abriendo paso a la necesidad de contar con mayores facultades para las policías y las Fuerzas Armadas que colaboren en controlar los focos y prevenir posibles nuevos ataques. En el mismo sentido, se hace de las diversas autoridades para un trabajo coordinado y eficaz.
La discusión entre el gobernador de La Araucanía, René Saífirio, y la ministra del Interior, Carolina Tohá, sobre las causas de los incendios, si bien es parte del debate democrático, no debe entorpecer las acciones urgentes que hoy demandan las comunas afectadas. Tampoco se puede caer en la negligencia de no actuar con firmeza y prontitud por meras diferencias políticas.
Los incendios forestales han sido devastadores en la historia reciente de nuestro país y, por lo tanto, la experiencia ha demostrado que la prevención, la capacitación de brigadas locales, el trabajo de las organizaciones civiles y la colaboración internacional son esenciales. El apoyo institucional y la declaración de un estado excepcional podrían fortalecer, de forma concreta, los recursos para enfrentar la emergencia y agilizar la asistencia a quienes lo han perdido todo. Este es el momento de fortalecer la cooperación entre gobierno central, autoridades regionales, parlamentarios y la sociedad civil. La supervivencia de familias, la protección de sus viviendas y el resguardo de la flora y fauna dependen de la capacidad de respuesta y la unión de todos los actores. El clamor de los afectados no puede caer en oídos sordos: se requiere una acción coordinada, firme y solidaria que permita superar esta crisis y reconstruir lo perdido en la región. Ante la devastación que viven comunas como Purén, Collipulli, Perquenco, Lautaro, Lumaco, Galvarino y Traiguén, se hace indispensable un compromiso transversal. Es imperativo que las autoridadesindependiente de su color políticosean capaces de trabajar en conjunto para encauzar ayudas, reforzar la prevención futura y sentar bases sólidas para la recuperación de La Araucanía. T2) resulta especialmente ilustrativo, imprescindib! e alinear las visiones.