Presencia china en la región
Presencia china en la región OPINIÓN Presencia china en la región Marcelo Neira profesor de Historia E l comercio y capitales financieros de origen chino cada vez son más relevantes en todo el mundo. En Chile y particularmente en la Región de Los Lagos, desde Osorno a Río Negro, Purranque, Frutillar, Llanquihue, Puerto Varas, Puerto Montt, Ancud y Castro, por ejemplo, abundan los malls chinos. Ni hablar del interés en las eventuales inversiones en la producción del litio a nivel nacional, por cierto relacionado el emergente mercado de automóviles eléctricos. Mención aparte merecen la presencia siempre subyacentes de políticas subsidiarias o "dumping", la masividad global de "TikTok" y de la difusión de gastronomía o el comercio electrónico. Más allá de actuales coyunturas que siempre afectan o favorecen, existe una explicación histórica que reconstruye un proceso de cerca de quinientos años y da cuenta del actual liderazgo de China a nivel planetario.
En efecto, desde la historia económica se ha determinado la existencia del "moderno sistema mundial", "economía-mundo" o "sistema mundo" desde el siglo XVI, en que a partir de Europa se produce la mundialización del sistema económico capitalista que se extiende hasta la actualidad a todo el planeta (respectivamente, Fernand Braudel, Civilización material, economía y capitalismo, tres vols., Editorial, Madrid, 1979; Immanuel Wallerstein, El moderno sistema mundial, tres vols., Editorial Siglo Veintiuno, México, 2005). Este sistema es jerárquico y posee un centro que domina a una amplia semiperiferia y periferia. Hasta el siglo XIX, se sucedieron en el comando del sistema, las repúblicas italianas (Venecia, Génova), Holanda e Inglaterra.
Desde mediados del siglo XX, el centro dominante fue ocupado por Estados Unidos que, si bien mantiene cierto liderazgo, su influencia está sometida a una crisis sistémica cuyo final se desconoce, mientras que en su reemplazo, se observa el ascenso de China. Los principales detractores de esta visión teórica, hablan de eurocentrismo, poniendo en un mismo "saco" a Braudel, Marx, Wallerstein o Weber.
Pero más allá de la anterior visión del desarrollo histórico mundial en la que uno puede creer o no, el inglés Paul Kennedy en el año 1987 también reconoció el desgaste de Estados Unidos y el desplazamiento del centro del sistema mundial en favor de bloques de países asiáticos y particularmente a China (Paul Kennedy, Auge y caída de las grandes potencias, New York, USA, Randon House, 1987). Lo cierto es que a partir de la década de 1970-80, el gigante asiático avanza hacia un capitalismo financiero "galopante", complementado con asombrosos avances tecnológicos y manufactureros. Y pese a su sistema de administración comunista y fuertes cuestionamientos en materia de Derechos Humanos, China no es una advenediza en este proceso..