Ganaderos también fueron afectados por las bajas remperaturas
Ganaderos también fueron afectados por las bajas temperaturas La escasez de forraje se suma a las las praderas que terminaron por quedar inutilizables por otro fenómeno: la plaga del gusano blanco. N duro golpe sufrieron los pequeños agricultores chilotes como consecuencia de las intensas heladas provocadas por un frente de temperaturas bajo cero. Fenómeno que ha afectado sobre todo a los dueños de cabezas de ganado que dependen del pastoreo natural para subsistir quedando en condiciones inmejorables con el consiguiente daño a la economía familiar.
El presidente de la Agrupación de Ganaderos de Ancud, Miguel Oyarzo, quien reside en la localidad de El Quilar relató que “el tema de las heladas ha golpeado de sobremanera a la agricultura en general no solo a la ganadería, que por cierto está complicado el tema del forraje de invierno”. Oyarzo sumó que desde los últimos meses se han hecho sentir con mayor rigor las precipitaciones “puesto que la temporada de lluvia ha sido en particular larga desde marzo, no pega una semana de sol, y con las heladas de estos últimos días las praderas murieron todas.
Estamos obligados a forrajear ya sea silo de pampa, silo de bolo, pasto seco o concentrado”. Tema aparte merecen los pagos pendientes de la planta Chilolac no haciendo más que agudizar la crisis económica entre los productores de vacunos. “La compra tampoco se puede realizar por falta de dinero así que estamos navegando hacia el precipicio”, subrayó Miguel Oyarzo. BUTALCURA Y RILAN Patricio Godoy, agricultor de Butalcura en Dalcahue, vive una realidad similar por los efectos que dejaron las heladas quedando los predios profundamente dañados.
El agricultor dijo que “trabajo con puros vacunos y en estos días tuve que aumentar mi provisión de forraje y me voy a quedar corto porque el invierno es largo, en este momento no tenemos apoyo”. Mientras que en la península de Rilán en Castro los dueños de predios se han visto doblemente E AAA 35 4 perjudicados ya que a las temperaturas bajo cero se suma la presencia permanente de la plaga del gusano blanco. Así lo ejemplificó el productor, Patricio Tureuna, del sector Peuque al recalcar que “las praderas están totalmente terminadas por las heladas, los pastos cortos que estaban complica todo.
Y lo otro que está afectando a la península de Rilán es el famoso gusano blanco que está haciendo estragos en las praderas”. “Hay sectores donde ni hay nada de paso, la gente ha tenido que vender sus animales porque no los puede mantener”, afirmó. Los dueños de predios han tenido que multiplicar sus gastos para disponer de forraje y así alimentar a sus animales. Una familia debe desembolsar unos 50 mil pesos por un bolo de forraje y unos 6 mil pesos un fardo de pasto, recursos que aumentan dependiendo el número de cabezas de ganado con que dispongan.