Debate sobre el ajuste fiscal
E acuerdo con un reciente informe de la Dirección de Presupuestos (Dipres), el gasto del gobierno central registró a octubre de este año una caída de 22,1 % real en comparación con el mismo período de 2021. Dipres también informó de un avance de 84,7 % en la ejecución del gasto presupuestario, incluido el Fondo de Emergencia Transitorio (FET) vinculado con la crisis por covid-19. Los datos confirman la profundidad del ajuste fiscal luego de los desequilibrios causados por la pandemia. La Ley de Presupuesto vigente estableció un recorte de 22,5 % respecto de 2021, año que cerró con un déficit estructural de 10,7 % del PIB.
Al fundamentar en su momento el proyecto para 2023 —despachado la semana pasada por el Congreso—, el ministro de Hacienda explicó que la consolidación fiscal emprendida por la actual administración es la mayor entre países sometidos a similares presiones de gasto. Marcel ha hablado de una reducción de 24% en términos reales; el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) estimó una disminución de 24,1 % real comparado con 2021. El Presupuesto 2023 considera un incremento de 4,2% en el gasto público y de 5,5% en la inversión.
Si bien durante el de- “La moderación del Presupuesto y el amplio apoyo parlamentario son una señal de responsabilidad”. bate parlamentario hubo algunas fricciones con la oposición, estas se concentraron en disputas políticas, habituales por lo demás en la tramitación presupuestaria.
El ministro Marcel —quien ha valorado la colaboración de los legisladores— explicó que hay 51 puntos referidos a compromisos del Ejecutivo de carácter “más cualitativo o más institucionales” que no se reflejan de manera directa en el erario mismo.
Entre los expertos hay un amplio acuerdo en que el Gobierno ha encarado con responsabilidad la necesidad de ajustar la economía luego del sobrecalentamiento de 2020 y 2021; la autoridad no ha cedido a eventuales presiones —no solo desde la alianza oficialista— por incrementar el gasto público, aumentar los subsidios o bajar los tributos, lo que tendría un significativo impacto en la inflación. Con todo, Marcel dijo ayer que el Ejecutivo está evaluando ayudas a los grupos sociales más vulnerables.
Hace algunos días, el ministro admitió que la recesión “está ocurriendo ahora” y que habrá dos trimestres de variación negativa de la actividad, pero que la situación se estabilizaría en el segundo trimestre del próximo año para luego empezar la recuperación. El director de Clapes UC y exministro de Hacienda, Felipe Larraín, ha señalado que “no se debe minimizar la intensidad” del ajuste.
Los analistas estiman que el Banco Central mantendrá la tasa de política monetaria en 11,25 % tras su reunión de hoy y que podría comenzar a reducirla en el otoño; mañana, además, el instituto emisor presentará su cuarto y último IPo M de 2022. A partir de las últimas cifras y proyecciones, Marcel planteó que no hay una catástrofe en el horizonte, sino un ajuste que incluso parece moderado. La experiencia comparada, en particular en la región, es reveladora de las dificultades que han enfrentado los gobiernos progresistas o de izquierda al momento de desarrollar necesarias políticas de ajuste antiinflacionarias.
La disciplina fiscal con que el Ejecutivo ha manejado el aterrizaje de la economía, combinada con la fortaleza del Banco Central, han sido factores importantes en el proceso de convergencia fiscal y control de la inflación; la moderación del Presupuesto y el amplio apoyo parlamentario son una señal de responsabilidad política y económica.