Autor: C. GONZÁLEZ
Consumo de drogas en escolares registra la baja más significativa de los últimos años
Muestra Para el estudio se entrevistó a 59.749 estudiantes de 8% básico a 4% medio de establecimientos municipales, particulares subvencionados y particulares pagados de las 16 regiones del país. Las encuestas se realizaron entre marzo y septiembre de 2022.
Positivos entrega el 142 Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar 2021: con datos hasta 2022, las cinco principales sustancias de consumo —tabaco, alcohol, marihuana, pasta base y cocaína— registran descensos significativos en los niveles de prevalencia, llegando en algunos casos a las cifras más bajas observadas desde que se realiza esta medición.
Así sucede por ejemplo con el consumo diario de tabaco, que llega al 19%, después de haber alcanzado el 15,8 % hace dos décadas; o con el de alcohol, que ahora llega al 24%, muy por debajo del 43,3 % observado en 2005. Algo similar ocurre con la cocaína y la pasta base, que muestran prevalencias de 1,9% y 11%, respectivamente.
La marihuana (18,8 %), en tanto, retrocede a niveles menores que hace diez años: en 201 llegó a 19,5 %. Cifras que para los expertos en el tema son una “muy buena noticia” y que para Natalia Riffo, directora de Senda —entidad que hoy da a conocer oficialmente el estudio, al que “El Mercurio” tuvo acceso en forma exclusiva—, representan un desafío como país. “Estos resultados obedecen a una política de Estado de larga data en torno a la prevención; al mirar su evolución se ve una tendencia positila autoridad. Los descensos se observan en todos los niveles educativos, sexos y tipos de establecimientos. Asimismo, se redujo de forma significativa la percepción de facilidad de acceso al alcohol y la oferta en marihuana, cocaína y pasta base. Una realidad en la que la pandemia de covid-19 también jugó un rol. “El control parental (con padres en la casa) es un factor que influyó en que los estudiantes tuvieran menos acceso a estas sustancias, y la oferta también bajó porque hubo restricciones de movilidad”, comenta. Un fenómeno que también se observó en países como EE.UU. Y España, que exhibieron bajas en la prevalencia de consumo en los años de confinamiento. Al analizar los resultados, Carlos Ibáñez, académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la U. De Chile, concuerda con esa mirada.
“La pandemia influyó en una menor exposición a espacios y situaciones de consumo; pero más allá de esta hipótesis, hay que celebrar estos datos porque son una muy buena noticia”. Alvaro Castillo, director del Núcleo Milenio para la Evaluación y Análisis de Políticas de Drogas y académico de la U.
Mayor, quien tampoco participó del estudio, comenta que “si bien el trabajo de campo fue en 2022, cuando ya había una vuelta a la normalidad, los resultados muestran el consumo en el último año a partir del momento del estudio. Aun así, los resultados muestran una tendencia clara a la baja”. Fortalecer estrategias Lo ideal, concuerdan los entrevistados, sería poder mantener esa tendencia y evitar un repunte.
Riffo precisa que desde Senda el objetivo es “fortalecer la estrategia que existe hoy, sobre todo en términos de prevención, y de manera intersectorial; no es un trabajo que podemos hacer solos”. Lo anterior implica reforzar programas de parentalidad (en los que se capacita a los padres en su rol preventivo), en el territorio, no solo en colegios, sino también en barrios y anivel comunitario. “Los programas de intervención comunitaria aumentarán de comunas, sobre todo en aquellas donde hubo alta deserción escolar”, dice Riffo. El enfoque de género también es fundamental, considerando que el consumo de tabaco y alcohol es mayor entre las mujeres.
Riffo también destaca el Sistema Integral de Prevención que, basado en un modelo islandés, aborda diferentes pilares (barrio, familia, colegio, tiempo libre), que además permite conocer los factores de riesgo y protección de cada lugar en donde se aplica. “La pandemia fue un experimento natural que confirmó esta aproximación que venimos trabajando en la U. De Chile, la llamada prevención ambiental: intervenciones enfocadas en modificar para reducir el acceso y exposición a estas sustancias”, comenta Ibáñez. “Aunque en algunas drogas no ha habido modificaciones sustanciales en las políticas, sí hay un discurso más permanente y coherente. Que el tema esté más presente hace pensar que sí influye en los niveles de consumo”, agrega Castillo.
El impacto de la pandemia también se observó en el uso de tranquilizantes: de todas las drogas evaluadas, fue la única que exhibió una leve alza de consumo (9,5%). “Esto tiene que ver con un deterioro de la salud mental en toda la población”, advierte Ibáñez. A eso se une una baja percepción de riesgo hacia este tipo de fármacos, agrega Riffo, quien precisa que casi el 50% de los estudiantes dice que obtuvo los tranquilizantes en su casa.
Otras drogas mencionadas por los escolares, como estimulantes, inhalables, éxtasis y alucinógenos, en cambio, mostraron descensos en su consumo (ninguna supera el 3,1%). Y aunque se trata de prevalencias muy bajas, no son menos importantes, precisa la directora de Senda.
Por ello, la entidad ya trabaja en la realización de un estudio que permita conocer el consumo de drogas sintéticas (como el tusi o “cocaína rosa”, que mezcla LSD y éxtasis), “que nos dé más elementos que ayuden a su prevención”. Políticas de prevención y la pandemia jugaron un rol en la disminución en el uso de tabaco, alcohol, marihuana, cocaína y pasta base. El desafío ahora es evitar un repunte.
Resultados del 14 Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, de Senda: Tendencia decreciente La disminución en la prevalencia de consumo se observa en todos los niveles educativos (de 8? básico a 4? medio), sexos y tipos de establecimientos. Además, se redujo de forma significativa la percepción de facilidad de acceso a estas drogas.
Evolución prevalencia consumo 20 2015 2017 2019 2021 Alcohol 35,6 % | 31,1 % | 29,8 % | 24% s E Marihuana (último año) ii 34,2 % | 30,9 % | 26,8 % | 18,8 % 20 Tabaco 3 aro) AIR] Cocaína Pasta base 27% | 14% | 11% (último año) y y, 2015 | 2017 | 2019 | 2021 Fuente 14” Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, Senda EL MERCURIO