Autor: El caso de Gonzalo Montero:
Denuncia comercio ambulante sin control en barrio Lastarria
Sin embargo, añaden, “estas tareas necesitan muchas veces del refuerzo de Carabineros, lo que no siempre es posible debido al acotado contingente policial con que cuenta la comuna de Santiago y la gran cantidad de personas que viven y transitan por ella”. La municipalidad comentó que ha realizado un trabajo de “urbanismo táctico” para evitar la instalación de puestos no autorizados, y afirmóque trabaja de manera constante con la asociación gremial del sector con el fin de mejorar las condiciones del barrio.
“Seguiremos trabajando por recuperar espacios públicos, como se hizo en el casco histórico, Franklin o el barrio Yungay, donde gracias a la estrategia de recuperación de casas tomadas, se redujeron significativamente los delitos e incivilidades”, concluyeron. Para Gonzalo Montero es muy lamentable el estado que presenta hoy la calle Lastarria.
“El que fuera uno de los espacios más turísticos y patrimoniales del centro de Santiago, se ha convertido en un basural lleno de vendedores ambulantes que ocupan las veredas con ropa usada y otros productos, sin ningún control de la autoridad”, dijo.
En ese sentido, indicó que su llamado es para el municipio con el objeto de que restablezca el orden y despeje definitivamente este tipo de comercio ilegal, “que solo contribuye a empeorar la calidad de vida de los vecinos y ahuyentar a los visitantes tanto chilenos como extranjeros, dando una pésima impresión de la capital”. Consultado el municipio de Santiago, nos respondieron que la calle Lastarria cuenta con constante patrullaje de los equipos de seguridad, “lo que es reforzado durante los días con mayor afluencia de público con un copamiento preventivo, que permite mantener la seguridad en las calles y las vías despejadas de comercio informal. Además, se integraron 10 nuevas motocicletas a los servicios de seguridad del barrio Santa Lucía-Forestal”. Urbanismo táctico.
La calle, una de las más turísticas de la capital, se ha transformado —a juicio de un vecino— en “un basural”. La Municipalidad de Santiago informa de las medidas adoptadas frente a este tipo de actividades informales. El caso de Gonzalo Montero: