Autor: Jéssica Rojas Gahona seremi de Salud de Atacama
Columnas de Opinión: El incomprendido rol de la fiscalización
Columnas de Opinión: El incomprendido rol de la fiscalización ColumnaJéssica Rojas Gahona seremi de Salud de Atacamaomo Seremi de Salud de Atacama, quiero compartir una reflexiónsobre una labor fundamental para la protección dela salud pública: la fiscalización.
Aunque a menudo incomprendida, representa uno delos pilares más importantes parala protección dela salud pública y busca garantizar que los alimentos sean inocuos, que los medicamentos conserven su eficacia y no estén adulterados, que los residuos sean gestionados corectamente, evitando focos de insalubridad y contaminación ambiental. Además, vela porquela calidad del agua potablerural se mantenga dentro de los parámetros adecuados, quelos espaciosde trabajo sean seguros para quienesse desempeñan eneellos y, engeneral, queelentorno en el quevivimosestén libres de riesgos sanitarios. Aunque estas acciones pueden generar resistencia, son imprescindibles para prevenir que situaciones deriesgo se conviertan en problemas mayores. Nuestra labor se enmarca en la Ley 19.987 queestablecela Autoridad Sanitaria en Chile, el DFL725, Código Sanitario y en normativas específicas como el reglamento sanitario de los alimen10s, D.S. N*977/96, el reglamento de condiciones sanitarias y amel rebientales básicas en los lugares de trabajo, D.S. N' 594/99 y glamento de farmacias, droguerías y almacenes farmacéuticos, D.S. N' 466/84, entre muchas otras disposiciones que tienen como fin último, la protección de la salud de la población. Día a día, nuestras funcionarias y funcionarios recorren distintos establecimientos como locales de preparación y venta de alimentos, hospitales, farmacias, industrias y muchos otros.
Através deestas fiscalizaciones trabajamos proactivamente para prevenir situaciones que podrían poner en riesgo y afectar gravemenali te la salud de la comunidad, tales como la contaminación de mentos, el uso de productos alterados o vencidos, la exposición asustancias peligrosas o la propagación de enfermedades, entreotras. Esta labor no es un simple trámite administrativo, sino unaacción concreta y fundamental que impacta directamente en la calidad de vida de las personas. Aveces, esta labor es vista como un obstáculo o una carga para quienes son fiscalizados, pero en realidad, es una herramienta lavepara fortalecerlaseguridad sanitaria y fomentar una cultura de prevención. Cada fiscalización es una oportunidad para mejorar procesos, corregir fallas y educar en buenas prácticas. Si queremosavanzar hacia mejores condiciones sanitarias y una mejor calidad de vida, debemos comprender que la fiscalización no es una barrera, sino una garantía de bienestar.
En fechas festivas como “Semana Santa”, el “Día del Niño”, “Navidad”, “Fin de Año” y la época estival, cuando aumenta el consumo de mariscos y pescados, carnes y embutidos, golosinas y juguetes, esta labor se intensifica aún más. El objetivonno esincomodar, sino proteger ala población, asegurando que cada producto y servicio cumpla con los estándares sanitarios establecidos.
Por ello, quiero reconocer y valorar el compromiso de nuestros equipos de fiscalización, quienes con profesionalismo y dedicación cumplen un rol fundamental en la protección de la salud pública, encomendado por Ley, incluso en contextos donde sulabor puede generar resistencia o incomprensión.
Es fundamental que la comunidad respete y respalde su trabajo, entendiendo que no solo protege a quienes consumen, sino que también aporta seguridad a quienes producen y comercializan, promoviendo espacios más regulados y confiables para todos. Como Autoridad Sanitaria regional, reafirmamos nuestro compromiso con esta tarea y seguiremos trabajando con la convicción de que cada acción preventiva contribuye a mejorarla calidad de vida y el bienestar de la comunidad. Jéssica Rojas Gahona seremi de Salud de Atacama.