Somos tontos no pesados
Somos tontos no pesados La canción “Somos tontos no pesados” (Los Tres, 2016), siempre me ha parecido monótona y algo mezquina en lírica. Pero se me viene insistentemente a la cabeza cada vez que alguien trata de hacer tonto a otros.
La canción repite diez veces la frase “somos tontos no pesados”, de manera consecutiva, y no hay mucha más letra, hasta el final, en que dice: “nos creyeron tontos, nos creyeron pesados”. Todo esto ha resonado una y otra vez en mi cabeza con tres noticias de los últimos días. Las enumero. Primera noticia: El nuevo pasaporte emitido por el Registro Civil chileno no cumple con un requisito que piden las autoridades de Estados Unidos para aceptar el ingreso a su territorio de personas con Visa Waiver.
Esto es, no comenzar el número de pasaporte con la letra “R”. Supuestamente “el sistema” no es capaz de leer la “R”, pese a que siempre pudo leer la “P”. Es decir, a alguna de las máquinas que operan entre el Registro Civil chileno y el sistema de inmigración norteamericano le sobrevino un curioso caso de dislexia digital. ¡En plena era de la inteligencia artificial! Somos tontos, no pesados. Segunda noticia: El Gobierno explicó hace unos días que no pudo cumplir con un fallo de los tribunales que le ordenaba resolver antes del 31 de diciembre la situación del proyecto minero Dominga.
Dijo el Gobierno que se habían juntado los ministros a resolver, pero que se dieron cuenta ahí en la reunión que no podían votar, porque ya habían emitido opinión antes sobre el tema y por lo tanto debían inhabilitarse.
Entonces, en ese momento los ministros sufrieron un asalto de duda (un verdadero portonazo de duda, deb i ó s e r ) r e s p e c t o d e quiénes debían reemplazarlos para tomar la decisión sobre Dominga. “¡¿ Oh, y ahora quién podrá subrogarnos?! ”, se preguntaban, en modo Chapulín Colorado. Y como no pudieron resolver esa duda existencial, nocumplieron con el espíritu del fallo del tribunal ambiental. Estamos en enero y seguimos en el limbo. Somos tontos, no pesados.
Tercera noticia: La fiscalía informó que no va a perseverar en la investigación judicial contra el exalcalde de Recoleta Daniel Jadue en una de las causas en que está imputado: el llamado “caso luminarias” o “caso LED”. La razón de los persecutores es que la prueba clave para acusar a Jadue (una reveladora e incriminatoria grabación telefónica) desapareció. Se esfumó. Así, pum, como por arte de magia. O alguien les sacó de las manos las grabaciones a los policías o a los fiscales. Y logró cometer un crimen perfecto, porque no dejó huella. Somos tontos, no pesados. Yo sé que manifestar incredulidad frente a cosas que a uno le cuentan con solemnidad y aplomo es antipático. Uno queda como un pesado. Por eso, si uno nunca quiere quedar mal con nadie (esa es otra canción, pero de Los Prisioneros) mejor hacerse el tonto. Por eso es que a veces somos tontos y no pesados. Pero no nos crean tontos.
Porque de tontos no tenemos ni un pelo.. Alguna de las máquinas que operan entre el Registro Civil chileno y el sistema de inmigración norteamericano le sobrevino un curioso caso de dislexia digital. ¡En plena era de la inteligencia artificial!