Autor: ABRAHAM SANTIBÁÑEZ Premio Nacional de Periodismo.
Columnas de Opinión: El legado de Jimmy
Columnas de Opinión: El legado de Jimmy OpiniónUn raro momento de paz y unidad en medio de una ola decatastró: ficos incendios en Los Angeles, se vivió en Estados Unidos el jueves pasado. Enlacatedral de Washington, cinco presidentes(unoen ejercicio, Joe Biden; uno que asumirá el 20 de enero, Donald Trump, y sus tres antey Bill Clinton) se reunieron en cesores Barack Obama, George W. Bush, 'un momento de recogimiento en el funeral de estado de Jimmy Carter. destinada a ser breve. Pero sirvió para rendir homeEra una tregua naje a Carter, fallecido el 29 de diciembre pasado. Hubo coincidencia a todo nivel para elogiarlo como un patriota, un humanista, y un político intachable e íntegro. “La amistad de Jimmy Carter me enseñó, y a través de su vida, quela fuerza del carácteres más que el tulo ol poder que tenemos. Es la fuerza para en tenderquetodos deben sertratadoscon dignidad y respeto”, destacócl presidente Biden. “Hoy muchos piensan que era de una época pasada. Pero en realidad, élveíael futuro con claridad”, agregó. Hasta cierto punto Carter no encajó ensu tiempo. Solo fue presiden: te por un período, lo que es poco frecuente en su país. Pero dejó una huella profunda.
Losintetizóla revista Time:"Jimmy Carterno fue un presidente de primera fila, pero logró, a fuerza de esfuerzos incansa: bles, convertirse en un lídermundial emblemático, con un legado inspirador, aunque a menudo polémico, como tenaz pacificador y solu: cionador de problemas decente y ético". Durante su presidencia, la economía de Estados Unidos tuvo serios problemas lo que le costó la reelección. Pero, en cambio, logró evitar algunos conflictos mayores en el mundo.
Los Acuerdos de Camp Da: vid entreel presidente egipcio Anwarel Sadat y el primer ministro is raelí Menájem Beguín, firmados en septiembre de 1978 tras doce días de negociaciones secretas bajo su inspiración, constituyen el tratado de paz más exitoso desde la Segunda Guerra Mundial. Enotro plano, el gobierno de Carter tuvo una profunda influencia frente a las dictaduras latinoamericanas, incluyendo a la chilena. En 1977, cuando se concretó en Washington el tratado sobre el canal de Panamá (que ahora quiere “recuperar” Trump), Carter se reunió con Augusto Pinochet.
Dijo luego: “Hablé con el Presidente Pinochet so bre el problema que existe con la cuestión de los derechos humanos en Chile, y me describió algunas de las medidas que están tomando para mejorar los derechos de la gente allí”. De hecho, con Carter empezó un vuelco radical en la política norteamericana que había apoyado desde la Casa Blanca, el golpe del 11 de septiembre de 1973. El presidente Ronald Reagan acentuó posteriormente eel rechazo de la dictadura y fue Harry Barnes, su embajador quien hizo más evidente este cambio. Cuánto influyó Washington para que se respetara el triunfo del “No” en el plebiscito de 1988 nosesabe con certeza. Pero, sin duda, es parte fundamental del legado de Carter.
Ell canciller Alberto van Klaveren ca-lificó ese legado como “invaluable”. Y precisó: “El expresidente de Estados Unidos y Nobel de la Paz, Jimmy Carter, fue un promotor y deTensor incansable de la democracia y los DD.
HH. en todo el mundo”. Mucho antes de terminar su largo viaje de niño granjero descalzo en Georgia al Premio Nobel, Carterse había convertido enel protago. nista de loque losnorteamericanos consideran una historia clásica: la posibilidad de que cualquierciudadano sea un ejemplo de vida. Hasta cierto punto Carter no encajó en su tiempo. Solo fue presidente por un período, lo que es poco frecuente en su país. Pero dejó una huella profunda.. Opinión