Solidaridad, memoria y visualidad
Solidaridad, memoria y visualidad Documental de ollas comunes con dignidad Sol ida ridad visual ¡ dad por Vassim Inojosa Pachá* memoria y prometeo prometeo es castigado por los dioses dioses por entregar, o restituir, el fuego al ser humanoy su civilización. civilización. El mito es claro, cualquier tipo de solidaridad con la raza humana sería sería castigada por los dioses, imponiendo las torturas más horrorosas a quienes osaran traspasar este límite.
Solidaridad deriva de la palabra “sólido, firme, completo”. Refiere en su ámbito social social más amplio a la responsabilidad compartida compartida frente a los otros y a las acciones de unión y fraternidad que emergen de las mismas personas.
Todo lo contrario y opuesto a lo que el modelo nos entrega respecto de la capacidad capacidad de acción de los entes que, desde el gobierno gobierno o del ámbito corporativo, aportan y se hacen cargo de la asistencia a los sectores que representan, en s mismos yen su propia propia precariedad, las grietas de un sistema que no logra entraren las realidades que se ubican en los márgenes.
Léase como margen, margen, la carencia alimentaria, de vivienda, de educación, de salud, de entretención y otros que ubican a esa población en una situación no sólo de vulnerabilidad, sino que de sufrimiento sufrimiento y dolor. Desesti gmatiza r En Santiago de Chile, se registraron 21.272 personas en situación de calle en 2024, un aumento del 6% respecto a 2023 y el doble que en 2017.
Si bien estos datos se basan en registros de una sola noche, se estima que el número real de personas en situación de calle calle podría ser mucho mayor, ampliando las cifras a nivel país cercanas a las 40.0 (10 personas personas en esta situación.. Sin embargo uno de los ejes de las intervenciones intervenciones posibles para mitigar esta realidad, realidad, es el rescate y recuperación de las personas que habitan en la calle, siendo un elementoclave la humanización y visualización visualización de las vidas de quienes viven en rucos, rucos, carpas y desechos, y se normalizan y aparecen como invisibles en nuestro panorama panorama urbano.
Justamente para lograr desestigmatizar desestigmatizar a las personas que han llegado a estos límites colas calles por diversos motivos y con variadas historias, es que, el ejercicio de documentalizar para difundir esta realidad realidad constituye un hecho de memoria que debe ser entendida como una pieza más de nuestro panorama y que no debiera dejarnos dejarnos indiferentes, toda vez que en ese sector encontramos una importante población infantil, viviendo sus años formativos más relevantes en la más absoluta precariedad siglo XXI, y constituidos como pais democrático democrático y regidos por un estado de derecho, no nos podemos permitir. Chile posee una rica tradición documental documental que ha estado íntimamente ligada ligada a sus procesos sociales y políticos. Los primeros registros documentales chilenos datan de principios del siglo XX, pero fue en los años 60 cuando el documental social chileno adquirió identidad propia.
Cine comprometido El Centro de Cine Experimental de la Universidad Universidad de Chile y la Escuela de Artes de la Comunicación de la Universidad Católica se convinieron en semilleros dedocumentalistas dedocumentalistas comprometidos con la realidad social social que comenzaron a explorar la cultura popular y la vida cotidiana desde una mirada mirada poética y humanista. Durante el gobierno de la Unidad Popular Popular (1970-1973), el documental adquirió un rol fundamental en el registro y promoción promoción de las transformaciones sociales. Realizadores como Patricio Guzmán, cuPaula cuPaula Huenchurnil Labraña. Parando la ollo (Bordado sobre bastidor), 2020 (Insta: Lelos_chinos) le” (1975-1979) doc umentó el periodo de la Unidad Popular y el golpe militar, sentaron sentaron las bases de un cine comprometido pal iticaniente. La dictadura militar (1973-1990) Forzó al documentalismo chileno a operar desde la clandestinidad o el exilio para denunciar las violaciones a los derechos humanos y mantener viva la memoria de la resistencia.
Con el retorno a la democracia en los años 90, el documental chileno experimentó un renacimiento, Realizadores como Carmen Luz Parot con “Estadio Nacional” (2001) y Patricio Guzmán con su trilogía compuesta compuesta por “Nostalgia de la luz” (2010), “El botón botón de nácar” (2015) y “La cordillera de los sueños” (2019) han abordado la memoria histórica y las heridas no cicatrizadas de la dictadura. El estallido social de octubre de 2019 generó una nueva ola de documentalismo urgente y colectivo. En ese marco aparece “Hoguera: Crónicas de una cocina comunitaria”, comunitaria”, que recoge testimonios de un comedor comedor común que nace justamente en la a personas en estado de marginalidad y hambre en Santiago Centro.
Este ejercicio toma como eje un canal de Instagram y de Youtube para vitalizar las prácticas de un grupo de vecinos que se organizan de manera manera autogestionada y libre, en forma de serie documental, arrojando un largometraje largometraje de producción alternativa y artesanal de gran valor.
El recorrido por la evolución del documental documental con especial atención a las ollas comunes, comunes, evidencia cómo este género cinematográfico cinematográfico ha trascendido su función de registro para convenirse en un espacio de memoria, resistencia y construcción de imaginarios alternativos.
Resistencia Las ollas eomuneschilenas, documentadas a lo largo de distintos penados históricos, representan un ejemplo paradigmático de cómo las prácticas cotidianas desolidaridad pueden constituir actos de resistencia política política y cultural frente a sistemas económicos y políticos excluyentesy en constantecnisis. El documental, al visibilizar estas experiencias, experiencias, no solo las presenra para la memoria colectiva, sino que contribuye a legiti marlas y expandirlas como alternativas viables concretas frente a las adversidades.
En un contexto global donde las desigualdades desigualdades se profundizan y las crisis se multiplican, el documental social sigue siendo una herramienta fundamental para para visibilizar realidades marginadas, amplificar amplificar voces silenciadas y contribuir a la construcción de una sociedad más justa y solidaria. La tradición documental chilena, con su atención a las ollas comunes y otras formas de resistencia popular, ofrece valiosas valiosas lecciones sobre el potencial del cine como como agente de transformación social. Negar la memoria es, niitológicaniente castigar, negar el fuego al humano, como hicieran los dioses míticos, es negar la memoria memoria propia del ciudadano, parte de una comunidad.
Es ahi cuando emerge el “Prometeo” “Prometeo” portando la luz, el fuego, ese “sólido” “sólido” que se transforma en práctica empática empática constante de querer recuperar y reparar entre todos las heridas que van dejando las grandes urbes y que como forma de lucha, llega a las ollas que se encuentran trabajando trabajando para contribuir a una sociedad más justa, más fraterna y comprometida con el sector más débil de su tejido social, relevando relevando la asistencia a una verdadera cultura de la resistencia, la fraternidad y la solidaridad. solidaridad. Realizador, director teatral. y desamparo. Algo que en los albores del ya monumental obra “La batalla de Chirevuelta de octubre y que asiste hasta hoy.