Empieza la presión interna en un golpeado PS
Por caso de exsubsecretario La presidenta del PS Paulina Vodanovic, junto a un grupo de diputados; entre ellos, Daniella Cicardini, quien ha dicho que las medidas del partido ante el caso Monsalve han sido "insuficientes". Se rumoreaba una acusación de corte sexual contra Monsalve, pero nadie previó el golpe mortal a un símbolo del rol PS en La Moneda.
Alex von Baer 1 lunes, en un momento de relajo entre algunos diputados PS, cuando conversaban sobre cuáles de sus autoridades de Gobierno saldrían de sus cargos en noviembre para postular el otro año al Congreso y analizaban el caso del ahora exsubsecretario del Interior Manuel Monsalve, algunos incluso fantasearon con la opción de que si se aprobaba pronto el ministerio de Seguridad y se quedaba en ese cargo, si lo hacía bien “en 3 meses podíamos tener un presidenciable inesperado”, recuerda hoy un parlamentario presente. Es que antes de que cayera en desgracia tras una denuncia por abuso sexual a una asesora, era de los socialistas arriba en encuestas gracias a su gestión en seguridad.
Pero todo se derrumbó el jueves: pasadas las 10 horas empezó a trascender en el Congreso que iba a publicarse “algo que iba a botar a Monsalve”, consistente con los rumores de una acusación de corte sexual que circulaban en el PS.
La directiva aquilató que el caso revestía un “daño directo” al partido, aseguran 2 miembros de la mesa: aunque se trata de una conducta personal, por la relevancia política de Monsalve el “golpe es enorme igual, sin poder hacer mucho el PS por contenerlo”, confidencian; y es doblemente sensible a una semana de una elección municipal. “Es evidente que la situación no es fácil y nos afecta”, aseguró el senador PS Gastón Saavedra. “Es un balde de agua fría, pero acá los actos son individuales”, enfatizó el diputado Tomás De Rementería.
Cuando en los primeros intercambios de la cúpula PS al mediodía del jueves con La Moneda, tras la publicación de La St gunda, quedaba claro que era insosteni ble que Monsalve siguiera, entonces activaron un primer intento de control de daños: la directiva envió el caso al Tribunal Supremo —que suspendió la militancia de Monsalve— y emitió un comunicado pidiendo “la mayor rigurosidad” en la investigación y que en ella “no puede haber privilegio alguno”. En La Moneda, donde también había un ambiente caótico, poco respondían los llamados de Vodanovic, quien solo pudo comunicarse brevemente con Tohá, y también con Monsalve, con quien quedó de hablar más adelante. El decano de Gobierno U.
Central Marco Moreno considera que "en el PS la respuesta a la crisis ha sido reactiva, aunque por ahora el caso está encapsulado en Monsalve (... ). Esto es un golpe a un activo que exhibía el PS, de contar con liderazgos con experiencia y reputación pública”. Mientras, el gerente de Asuntos Públicos de Imaginacción, Ignacio Imas, apunta al daño a la imagen que ha intentado levantar el Socialismo Democrático, como la coalición que vino a sostener la gestión del Presidente Boric: “Monsalve, como figura clave en seguridad, les daba una proyección por sobre los relatos originales del Gobierno”. En ese sentido, la presión al PS surgió desde adentro: la diputada y vicepresidenta Daniella Cicardini escaló el tono del partido y dijo que los hechos eran "graves", llamó a "ser coherentes” y expulsar a Monsalve. "Es insuficiente (la suspensión)", tuiteó.