UN DÍA DE INVIERNO EN COÑARIPE
UN DÍA DE INVIERNO EN COÑARIPE SIN LAS MUCHEDUMBRES NI LAS CONGESTIONES VEHICULARES QUE SUELEN PRODUCIRSE EN VERANO, DARSE UNA VUELTA POR COÑARIPE EN ESTA ÉPOCA DEL AÑO PUEDE RESULTAR INCLUSO MÁS ATRACTIVO. AQUÍ, ALGUNAS COORDENADAS PARA COMPROBARLO. POR Sebastián Montalva Wainer, DESDE LA REGIÓN DE LOS RÍOS. L a situación era esta: veníamos viajando en auto desde Neltume por la cordillera de la Región de Los Ríos cuando llegamos a Liquiñe, un pueblito termal ubicado cerca de la frontera con Argentina.
Eran las 08:30 de la mañana y moríamos por un café, pero, lamentablemente, estaba todo cerrado. ¿Efectos inevitables de la temporada baja? Probablemente, pero quizás no: la situación se repite en muchos pueblitos como este en Chile, que aspiran a tener turismo todo el año, pero que muchas veces no están en condiciones de lograrlo.
Un tema complejo, por cierto, que veníamos discutiendo con Angélica Sepúlveda y Paulina Valderrama, fundadoras de Ruténica, una plataforma de viajes que de alguna manera ha querido solucionar parte de este problema, poniendo a disposición la oferta de servicios turísticos (alojamientos, actividades, restaurantes) en las cuencas de los lagos Puyehue, Panguipulli, Ranco y Llanquihue, donde hay muchos emprendimientos pequeños y todavía poco conocidos.
Como muchas veces no resulta sencillo contactar a algunos de ellos --sobre todo los más rurales, donde a veces ni siquiera hay buena señal de teléfono--, ellos difunden y comercializan sus productos y servicios, arman programas a medida y se encargan de que estos se realicen y funcionen correctamente. Como no había cafetería abierta en Liquiñe, bajamos rápido a Coñaripe, donde sí estaba todo coordinado, precisamente a través de Ruténica. Y allí sí había una buena cafetería abierta desde temprano, y de especialidad: Bourbon. En rigor, este es uno de los tres emprendimientos de Luz Martínez, una energética empresaria turística que entendió muy bien que primero hay que abrir para que lleguen turistas, y no al revés.
Sus otros restaurantes son Adkantú, donde tienen platos gourmet y un buen menú de almuerzo --en nuestro caso, incluyó consomé de entrada y un excelente charquicán con huevo frito, ideal para días de invierno--, y el nuevo restobar Pasthorius, que maneja su hijo y donde, además de cervezas artesanales de la zona, hay pizzas y variedad de sándwiches con pan hecho por ellos mismos. Todo bien servido, y abierto de lunes a domingo. El café, el almuerzo y el sándwich con cerveza artesanal serían la forma de recuperar las calorías perdidas en las dos actividades que alcanzamos a hacer este día invernal en Coñaripe.
La primera fue en el sector rural de Pucura, en las afueras de Coñaripe: allí, Tirsa Hueicha, fundadora de Azkintuwe ("lugar de observación" en mapuzungún) hace trekkings guiados por el bosque, donde enseña a reconocer plantas y semillas, y su significado para la cultura mapuche. En el trayecto pasa por esculturas de aves que son "sonoras": se pueden soplar y emiten un sonido parecido al del pájaro. Las elaboran en madera los artesanos Juan Olguín y Yimara Rayén, del taller Rag Mapu, que también está en Pucura y puede visitarse previamente.
Hacia la tarde, todavía había buena luz --y buen tiempo: sin lluvia y con poco viento-para hacer otro pequeño gran paseo en la zona: una tranquila navegación en kayak por el lago Pellaifa, famoso por su "bosque hundido", que quedó así tras el terremoto de 1960: los derrumbes de los cerros aledaños hicieron subir tanto el nivel del agua que esta sepultó casas y árboles. "Cuando era chico, me acuerdo que veníamos al lago y todavía estaba la punta de la chimenea de una de las casas que quedaron sumergidas, y desde allí nos tirábamos piqueros", contó Fernando Bustos, kayakista y gran conocedor de todos los ríos y lagos de esta zona: con su empresa Turismo Lemu Mahuida, lleva varios años guiando navegaciones y trekkings, además de hacer capacitaciones y programas de educación ambiental. Varias de sus actividades, desde luego, se ofrecen en Ruténica.
Así que con Fernando Bustos llegamos una tarde al lago, bajamos los kayaks y los llevamos por el caminito de acceso hasta la orilla del Pellaifa, que estaba vacío, solo para nosotros (las ventajas de la temporada baja, por cierto). Lentamente, nos pusimos a remar, primero por la ribera, cerca de unos patos y unas garzas, y luego avanzamos junto a las rocas, donde caían unos pequeñas cascadas. Finalmente, giramos de vuelta por el medio del lago hasta el bosque hundido, donde se veían claritos los troncos sumergidos y las puntas que quedaron sobre la superficie. D OJO CON... Estas y otras actividades en la zona de los lagos del sur se pueden reservar a través de la plataforma de viajes Ruténica. Más información, al cel. +569 4977 3485; Rutenica. cl DIARIO DE VIAJES Kayak en el lago Pellaifa. FERNANDO BUS T O S Valle de Pucura. SEBAS TIÁN MONT AL V A W. El charquicán de Adkantú. SEBAS TIÁN MONT AL V A W. JOR GE MARAMBIO Esculturas sonoras de Rag Mapu. SEBAS TIÁN MONT AL V A W..