Autor: CARLOS MAILLET ARÁNGUIZ Arquitecto, director de Carrera Arte y Conservación del Patrimonio USS
Consejeros
Señor Director: El debate sobre la "permisología” en torno al Consejo de Monumentos Nacionales recuerda el mito de Prometeo encadenado, castigado eternamente por desafiar a los dioses al entregar el fuego al ser humano. Aquí, el “fuego” es el patrimonio cultural, un bien que debe protegerse, pero que parece causar la eterna frustración cuando no se comprende la armonía entre conservación y progreso.
Más allá de la crítica a las leyes o la "permisología” —siendo urgente promulgar la nueva ley de patrimonio—, el verdadero desafío es la falta de educación en conservación del patrimonio, tanto en colegios como en universidades y profesionales que presentan proyectos. Es aquí donde el patrimonio debería ser tratado no como una barrera, sino como un activo esencial. Urge una mayor inversión en la formación de profesionales capaces de gestionar el equilibrio entre desarrollo y conservación, para que ambos puedan coexistir sin sacrificios.