Editorial: Electromovilidad en Ñuble
Editorial: Electromovilidad en Ñuble EDITORIALLa electromovilidad representa, para Ñuble, la oportunidad de seguir avanzando por un camino de sustentabilidad ambiental, pero también de mayor independencia energética; y para urbes con altos niveles de contaminación atmosférica es, también, una necesidad. La transición hacia la electromovilidad ha sido lenta, y mucho más lenta en la región de Ñuble, debido a las limitaciones que aún enfrenta esta fuente de energía para el transporte. Recientemente, el Gobierno Regional de Ñuble organizó un conversatorio sobre el programa “Mi Taxi Eléctrico”, que entregará financiamiento para la transición de taxis y taxis-colectivos a vehículos eléctricos. Se trata de una de las herramientas con las cuales el Gore busca incentivar la electromovilidad en Ñuble y particularmente, contribuir a contar con un transporte público más sustentable.
Si bien la electromovilidad ha ganado terreno en otras regiones, como la Metropolitana, donde se concentra la mayoría de los vehículos eléctricos y el 66% de las estaciones de carga (electrolineras) del país, en zonas como Ñuble su avance ha sido menor, de hecho, en la región existen apenas cinco estaciones, versus 150 en Santiago.
En ese contexto, la Universidad Católica de la Santísima Concepción está ejecutando el proyecto FIC “Plan de acción para la adopción de electromovilidad en Ñuble”, financiado por el Gore, que apunta a la difusión del conocimiento, la planificación de infraestructura y demanda energética, y la formación de capacidades técnicas. En la industria ven con optimismo las proyecciones de este segmento. Según la Asociación Nacional Automotriz (ANAC), 2024 cerró con números históricos. A nivel nacional, las ventas de vehículos electrificados enchufables sumaron 5.654 unidades, con un incremento de 170%, frente al año anterior.
Este crecimiento se da en un contexto general de caída en el mercado de vehículos a combustión interna, que cerró diciembre con una disminución de 3,7%.Entre los factores mencionados para explicar este incremento, destacan la creciente cantidad de marcas, los precios más accesibles, la fuerte alza de compras por parte de personas naturales y la estandarización de los conectores. Desde esa perspectiva, la progresiva incorporación de buses y camiones eléctricos, como parte de planes de renovación de flotas, asoma como la punta de lanza para esta transición en la región de Ñuble. En ese sentido, es fundamental el rol de las grandes empresas de transporte, así como también el apoyo del estado en el caso de las pymes del transporte de pasajeros.
Lo anterior conlleva abordar ciertos desafíos, por ejemplo, el déficit de infraestructura de carga para buses y vehículos livianos, que representa una barrera para la adopción masiva de vehículos eléctricos en la región y es apuntado por muchos como la principal debilidad de este sistema. Un tema no menor es la necesaria adecuación y modernización de las redes de distribución eléctricas, para evitar caídas. En opinión del Dr. Eduardo Espinosa, director del proyecto FIC Electromovilidad Ñuble, un recambio del 20% de la flota de buses actuales tendría un impacto significativo que las redes actuales no podrían soportar. Asimismo, es fundamental contar con el capital humano calificado para una adecuada adopción de la electromovilidad.
La electromovilidad representa, para Ñuble, la oportunidad de seguir avanzando por un camino de sustentabilidad ambiental, pero también de mayor independencia energética; y para urbes con altos niveles de contaminación atmosférica es, también, una necesidad.. La progresiva incorporación de buses y camiones eléctricos, como parte de planes de renovación de flotas, asoma como la punta de lanza para esta transición en la región de Ñuble. La electromovilidad representa, para Ñuble, la oportunidad de seguir avanzando por un camino de sustentabilidad ambiental, pero también de mayor independencia energética; y para urbes con altos niveles de contaminación atmosférica es, también, una necesidad. EDITORIAL