Autor: Carlos Reyes Director de wwwviajealsabor:cl
Todo es papa
Columnan varias conversaciones con integrantes de clubes de anE cianos de la comuna de Calbuco, de Maullín y Puerto Montt, buscando recetas con generaciones de arraigo pael sector de Patagonia Costa, ra una investigación pensada para una frase comenzó arepetirse: “acá la cocina parte por la papa”. la vez lógica para un entorno en el Una sentencia categórica y que el tubérculo se asemeja a la dependencia del trigo de la zoalas bananas que han nacentral chilena, al maíz. en todo México, tomeado a las naciones centroamericanas, al perfumado arroz en India y así.
La base dietética, al menos por varios milenios y sin exagerar, según evidencia arqueológica, ha girado en torno aun producto que despliega desde hace dos siglos todo su potencial genético alimentario por el resto del mundo. La papa pesa, sin duda, a varios niveles.
Es parte de los esy huerteros chilotes por preserfuerzos de pequeñas huerteras var centenares de variedades, aún disponibles en parcelitas de lasislas más lejanas del archipiélago; lo es también para grandes corporaciones, como las que proveen de papas a gigantes como Mc Donald's, que han visto bajar sus ingresos multimillonarios en esta temporada, precisamente porque la gente en el Norte Global salen menos a comer, dejando poco espacio al consumo de las versiones congeladas y preclaboradas. Esas mismas que pululan por tantos y tantos comedores repartidos a lo largo delpaís.
Productos con sentido práctico, cómo no, pero también portadores de una uniformidad que no se condice con las posibilidades diversas que podrían sumar, en tanto hubiera un poquito más de amor propio en las cocinas locales. Sobre todo en esta región. Con. todo, hay hitos diversos a nivel país que le dan un relieve especial, desde lo productivo y lo cultural.
Entre los primeros están los trabajos de mejoramiento constante que instituciones como. l Inia realizan con el producto, para hacerla más resistentealas heladas, ala falta de agua y enfermedades como eltizón, que suelen asolar a las variedades nativas.
Del otro lado iniciativas que están en una delicada y ala vez hermosa etapa primigenia, como el notable Museo de la Papa, que desde Quiquel, en la comuna de Dalcahue, donde desde una antigua escuela rural escamoteada del olvido, dan cuenta durante el verano y para eventos específicos durante el resto del año, dela diversidad de especies, derecetas consello local y patrimonial; lo mismo que de los múltiples usos y costumbres asociadas a su consumo. Es cierto, la cocina parte con la papa en la Región de Los Lagos. ¿Cuánto tiempo más? Depende justamente de cuánto más la conozcamos y la protejamos como insumo. Sí, es parte de la tradición, pero más bien garantía alimentaria, de cultura y de turismo, con cara de presente y visión de futuro..