Repeticiones irritantes
Repeticiones irritantes "¿ Te has fijado que la repetición causa irritación?", señala el Prócer mientras aliviamos el frío con sendos gin tonics en su escritorio, donde mantiene prendida una estufa eléctrica que simula una chimenea con leños falsos. Advirtiendo mi extrañeza, se explaya. "Mira, hoy fui al supermercado y decidí aventurarme a usar esas cajas de autopago. No me fue fácil, me enredé y tuve que pedir ayuda.
Pero lo que me irritó es que cada vez que lograba pasar un producto por la máquina, sonaba una voz que decía: `Deje su producto en el área de embolsado para continuar', cantinela que me tuve que tragar más de veinte veces. Una irritación similar se me produce con las largas esperas en el teléfono mientras se reitera la letanía `su llamado es muy importante para nosotros.
Nuestros ejecutivos están en este momento ocupados pero luego lo atenderán'. Definitivamente la repetición irrita". "Depende, Prócer", le contraargumento. "Por ejemplo, en el ámbito religioso el Padre Nuestro, el Ave María y otras oraciones son siempre las mismas y su repetición, en vez de irritar, eleva el espíritu". En eso aparece su mujer y le dice: "Darling, te he dicho hasta el cansancio que no prendas tanto la estufa eléctrica, te repito: no prendas tanto la estufa eléctrica, no prendas tanto la estufa eléctrica porque después te andas quejando de la cuenta de la luz, que ahora parece va a venir brava". Entonces me susurra: "¿ Ves cómo la repetición irrita?". D Í A A D Í A Repeticiones irritantes R. RIGOTER.