Consuelo Pardo, la angelina que marcó un antes y un después en la historia de Bomberos
Consuelo Pardo, la angelina que marcó un antes y un después en la historia de Bomberos Cuando Cuando se lc pregunta a la señora Consuelo qué la motivó a convertirse en bombera, su respuesta es directa, sencilla y profundamente reveladora: reveladora: “Me gustaba ayudar a la gente.
Esa era una enfermedad que yo tenía, ayudar”. Con 89 años y una vida marcada marcada por el servicio desinteresado, desinteresado, aún recuerda los días en que, al escuchar la sirena, corría de inmediato al cuartel, lista para asistir a los voluntarios que resultaran heridos en los actos de servicio. No importaba si estaban en una emergencia o si alguien simplemente necesitaba una curación básica. Ahí estaba ella, con su maletín y su corazón dispuesta a ayudar. Consuelo Pardo fue la primera primera mujer en integrar el Cuerpo de Bomberos de Los Angeles, en una época en que esa institución como muchas otras estaba compuesta solo por hombres.
Su historia es también la historia historia del ingreso femenino a un espacio tradicionalmente asociado asociado a varones, pero que ella ayudó a transformar desde dentro, dentro, con humildad, constancia y una vocación que desbordaba los límites del cuartel. tIN INGRESO CON PAI)RINO Y CONVICCIÓN Era la década de los años 80 cuando Consuelo, entonces paramédica del consultorio ubicado ubicado frente al cuartel general de Bomberos en la avenida Ricardo Vicuña, comenzó a involucrarse de manera informal con la institución. institución. Por su trabajo en salud, atendía a los bomberos, a sus esposas e hijos; les gestionaba visitas a matronas y médicos.
Con el transcurso del tiempo, su cercanía con el mundo bomberl bomberl se hizo permanente; fue en el año 1983 cuando ingresó al Cuerpo Cuerpo de Bomberos de Los Angeles Motivada por Octavio Gilbert, Gilbert, presidente de Bomberos en aquellos entonces, quien la motivó a ingresar a las filas y la apadrinó; en su ingreso, también tuvo mucho que ver el entonces superintendente del Cuerpo de Bomberos de Los Angeles, Julio Navarrete. “Ellos me dijeron que debía ingresar. Mc apadrinaron. Julio me decía: quiero ver siempre a mi bombera al lado mío”, recuerda recuerda con una mezcla de orgullo y emoción. Su ingreso fue histórico. Hasta ese momento, laúnica participación participación femenina dentro del Cuerpo de Bomberos en Los Angeles eran las secretarias y telefonistas. Así, Consuelo se transfbrmó en una de las primeras mujeres en cumplir cumplir funciones activas dentro de la Institución en la zona. Desde el primer momento, Pardo se ganó un espacio con trabajo, trabajo, sin pedir reconocimiento y siempre disponible para atender a algún voluntario herido en una emergencia. LA MUJER QUE C(TRABA A LOS BOMBEROS Su rol no fue el tradicional de una bombera en el combate del fuego, como sí se ve en la actualidad. actualidad. La labor de Consuelo fue crucial, crucial, convirtiéndoseen el soporte de quienes -en esos añospertenecían pertenecían al Cuerpo de Bomberos. Durante años, Consuelo curaba curaba heridas, aplicaba primeros auxilios, educaba en técnicas básicas como la maniobra de Heimlich o la reanimación cardiopulmonar. cardiopulmonar. Su experiencia en salud pública la hacía especialmente especialmente valiosa; “se enterraba un clavounbombcroyahí estaba mi mamá con su botiquín. Si necesitaban necesitaban ayuda, ella salía al tiro”, relató su hijo Manuel. Nocraextrañoverla caminando caminando por el centro de Los Angeles y, de pronto, cambiar de rumbo para acompañar a un voluntario al médico, o gestionar una atención. atención. En los incendios forestales más grandes que ha vivido el país, también quiso participar. “Ella decía: a los bomberos les falta agua. ¿Cómo no va a haber j alguien que les pase, aunque sea un vaso?”, recordó su hijo. Consuelo no se limitó a atender atender heridas. Con el paso de los años, fue adquiriendo más protagonismo, protagonismo, organizando unComité de Damas que apoyaba las actividades actividades de salud en el cuartel. Convocó a matronas, dentistas y médicos, coordinaba atenciones y gestionando derivaciones para las familias de los voluntarios. Gracias a ella, muchas personas que no pertenecían oficialmente al consultorio lograron acceder a prestaciones médicas. Su labor, aunque muchas veces silenciosa, marcó a generaciones de bomberos, dejando la vara muy alta; siempre disponible, sin esperar nada a cambio.
Para muchos voluntarios, su sola presencia presencia significaba alivio”. EL LEGADO INSTITUCIONAL El superintendente del Cuerpo Cuerpo de Bomberos de Los Angeles, Raúl Márquez, no duda en destacar destacar su aporte: “la señora Consuelo cumplió una labor encomiable. Siempre preocupada de la persona, persona, más allá de lo meramente institucional. Fue una pionera en su tiempo”. Aunque nunca hubo una norma que lo impidiera, social y culturalmente el Cuerpo de Bomberos fue históricamente masculino. “A partir de los años treinta y cuarenta ya hay registros de mujeres participando en brigadas brigadas auxiliares, generalmente como cnfrrmcras. Pero fue recién en las últimas décadas cuando la presencia femenina se masificó”, explicó Márquez. Hoy, el Cuerpo de Bomberos de Los Angeles cuenta con cerca de 39 mujeres activas y muchas otras en formación. Algunas han llegado incluso a ocupar cargos de mando, como capitanas de compañía o secretarias generales. generales. “Cumplen exactamente las mismas funciones, derechos y deberes que los hombres”, enfatizó enfatizó Márquez. EL RESPFJO QUE PERI)URA Aunque hoy vive en Coronel, región del Biobío, los vínculos de Consuelo Pardo con sus compañeros compañeros bomberiles se mantienen vivos. La llaman regularmente para saber cómo está y, en ocasiones, ocasiones, una comitiva viaja desde Los Angeles para llevarla a almorzar o compartir con ella.
En su cumpleaños, cada 7 de junio, no faltan los saludos ni las muestras de cariño y este año no fue la excepción y aunque ya no está activa en el Cuerpo de Bomberos Bomberos de Los Angeles, su figura permanece como una inspiración inspiración constante. Su historia, tejida con vocación vocación y servicio, representa a tantas tantas mujeres que desde distintas trincheras han abierto camino sin esperar aplausos, pero dejando dejando huellas profundas. Consuelo encarnó como pocas el espíritu de los bomberos: vocación, vocación, sacrificio, humanidad. Su historia no solo merece ser recordada, recordada, sino contada, porque en cada rincón de Chile hay mujeres que, como ella, rompieron moldes moldes con actos silenciosos, firmes y desinteresados.
María José Villagrán prcnsa@latribuna.cl Consuelo Pardo, la angelina que marcó un antes y un después en la historia de Bomberos Fue una de las primeras mujeres que se integró formalmente a sus filas, dejando una huella imborrable por su entrega, su trabajo como paramédica y su enorme vocación de servicio. El cariño y admiración de quienes la conocieron, perduran hasta hoy. Consuelo Pardo, a sus 89 años. F EN LA ACTUALIDAD, Consuelo es voluntaria honoraria del Cuerpo de Bomberos de Los Angeles..