Autor: Dra. Marcia Pereyra Alvarez Médico Hospital Clínico Universidad de Antofagasta
Cuidemos al cuidador
Cuidemos al cuidador OColumnaD: hacetiempo observo a mis pacientes ser cuidados norosamente por sus cuidadores. Comoel buen samano que, “encontró a un hombre que, en manos de unos ladrones, fue golpeado, dejándolo medio muerto.
Y el sa-maritano, viéndolo, se compadeció deél, se acercó, lecuró las“El cuidador espera que su 5 desempeño EduSS un efecto positivo inmediato”. heridas, las vendó, y lo cuidó”. Esta parábola reencarnaen muchas personas que dedican sus vidas al cuidado de enfermos con Alzheimer, cáncer, discapacidad y dependencia. Asumen diariamente labores domésticas, higiene personal, y alimentaciónconafectoy cariño, generalmente sin remuneraos s% ción económica y sin contar conla capacitaciónadecuada. Estas actividades intensas, constantes y cambiantes, exigen una readaptación dela rutina diaria y a menudo pasan desapercibi-das. Son realizadas por samaritanos modernos, sulabor diaria implica un sacrificio constante, una dedicación inquebrantable y unacompasión queva más allá de lo que muchos podríamos imaginar. La necesidad de ayuda hacia las personas mayores dependientes y discapacitadas crece tanto a nivel mundial como en Chile. En EE. UU, aproximadamente 53 millones de adultos son cuidadores familiares, según elinforme de 2020 de AARP. y la National Alliance for Caregiving. En la Unión Europea, se estima que el 17% dela población adulta es cuidador no remu-nerado. En Chile, la Encuesta de Caracterización Socioeconó-mica Nacional 2013 establece que un 8,22% dela población de 15 años y más es dependiente en algún grado, lo que equivaleacerca de 1.134.149 chilenos. Asumirel rol de cuidador principalgenera estrés y cargaexcesiva.
Siel proceso del cuidado nose gestiona de manera adecuada, se puede desarrollar el “síndrome del cuidador”, definido por la OMS como “una respuesta física, emocional y social negativa que resulta de la percepción de la persona como cuidador principal de un familiar enfermo, discapacitado de edad avanzada”. La mayoría de los estudios confirman que el impacto sobre su salud física y psicológica es principalmente negativo, debido a la presencia de dolor muscular, agotamientofísico, aislamiento, problemas de concentración o de memoria, ansiedad, problemas de sueño y sentimientos de culpa. Las causas del síndrome del cuidadorincluyen el estrés crónico y las expectativas poco realistas. El cuidador espera que su desempeño cause un efecto positivo inmediato sobre la persona que cuida. Cuando esto no ocurre en el tiempo deseado, el cuidador puede sufrir agotamiento y decepción, llevándolo a padecer este síndrome. Es necesario tener conciencia de cuidar a nuestros cuidadores mediante educación sobre la enfermedad, terapia psicológica, grupos de apoyo, apoyo emocional. Es crucial que valoremos el papel de los cuidadores. Debemosesforzamnos por ofrecerles apoyo y recursos, aligerando la carga que llevan y asegurándonos de que no están solos en su noblemisión. La compasión y la empatía, talcomo lo demuestrael buen samaritano, deben serlabase sobrelacual construimos nuestras relaciones y nuestras comunidades, especialmenteen el contexto del cuidado de quienes más lo necesitan..