Autor: Sebastián Uriarte Psicólogo clínico de Cetesíam, Puerto Montt.
COLUMNAS DE OPINIÓN: OPINIÓN Hablemos de Neurodivergencia
COLUMNAS DE OPINIÓN: OPINIÓN Hablemos de Neurodivergencia Sebastián Urinrie Psicólogo clínico de Cetesfam, Puerto Montt. En En los úldmos años, el término “neurodivergencia” se ha comenzado a escuchar con mayor frecuencia en nuestra vida cotidiana.
La neurodivergencia hace referencia a aquellas personas cuyo cerebro funciona de manera diferente a la norma establecida, incluyendo condiciones (no patologías) como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), el Trastorno del Espectro Autista (rEA), la dislexia, entre otras. Sin embargn, la clave para que estas diférencias no se conviertan en barreras insalvables es un buen diagnóstico temprano y el apo5v adecuado por parte de la familia y el entorno escolar. Obtener un diagnóstico daro es fundamental para comprenderla manera en que una persona neurodivergente neurodivergente percibe y procesa el mundo. Muchas veces el proceso proceso de evaluación puede ser largn, costoso y complicado complicado por la falta de información o de especialistas capacitadosa capacitadosa nivel regional y nacional.
La falta de un diagnóstico diagnóstico oportuno puede generar confusión, frustración y dificultades emocionales, afectando el bienestar de la persona y su relación con los demás, pudiendo, en ocasiones, ocasiones, transformar una condición manejable en una patología. El papel de la lámilia es crucial. El proceso que se vive es complejo ya que implica reajustar expectativas y afrontar una realidad desconocida. No obstante, la comprensión y el acompañamiento de padres, madres y cuidadores pueden marcar la diferencia entre un desarrollo saludable y una experiencia de exdusión y sufrimiento. Cuando una familia mira con empatia y apertura esta nueva realidad, puede proporcionar estrategias y herramientas adecuadas para que la persona persona neurodivergente desarrolle su potencial sin sentirse inadecuada o incomprendida. La información, el acceso acceso a redes de apoyo y el acompañamiento profesional también juegan un papel clave en el proceso de adaptación adaptación y aceptación. El entorno escolar es otro pilar fundamental. Las escuelas no sólo deben estar informadas sobre la neurodivergencia, neurodivergencia, sino que también deben estar preparadas para ofrecer recursos, adaptaciones y un ambiente indusivo. Esto no implica necesariamente diseñar programas programas especiales, sino asegurar que la metodología de enseñanza sea flexible y permita a todos los estudiantes aprender según sus propias habilidades y ritmos. Profesores capacitados en estrategias inclusivas y en el manejo de la diversidad pueden marcar la diferencia entre un estudiante que florece y otro que se siente excluido. La combinación de un diagnóstico adecuado y oportuno, el apoyo familiar y un entorno escolar inclusivo inclusivo e integrativo permite que las personas neurodivergentes neurodivergentes puedan desarrollar su potencial sin barreras. La neurodiversidad no es un problema que deba “corregirse”; es una realidad que debemos aprender a comprender comprender y valorar. Es responsabilidad de todos nosotros garantizar que las diferencias neurológicas no sean un obstáculo para el bienestar, sino una expresión más de la riqueza de la diversidad humana..