Las humanidades
E Discrepo de las declaraciones de Sebastián Edwards sobre las humanidades. “Yo cerraría las Becas Chile en humanidades por 10 años. Sólo las daría a ingeniería aplicada. (... ) No hay que prahibirlas, pero tampoco darle ciertas carreras que no tienen futuro”, afirmó en CNN Chile.
Más bien tiendo a coincidir con Sergio Urzúa, economista y profesor de la Universidad de Maryland, quien afirma que existe un resurglmiento en los países desarrollados de alternativas centradas en la prensión del comportamiento humano, en el pensamiento crítico y analítico, en la creatividad y la comunicación. “Es el notable boomde las humanidades”, dijo en una columna publicada por El Mercurio el 19 de mayo. Según Urzúa, el desafío pasó del “¿ cómo hacerlo?” al “¿ para qué hacerlo?”., El primero lo resolverá, seguramente, la inteligencia artificial.
El segundo, el pensar meditativo del que habla Heidegger en su conferencia “Serenidad”. Ese pensamiento que se detiene junto a las cosas, que las piensa y las contempla, y que sigue haciendo las grandes preguntas que dieron origen a Occidente.
Poner todas las fichas en las ingenierías y “bajar” a las humanidades es na apuesta riesgosa que ignora los enormes desafios de una tecnología que avanza sin plantearse preguntas éticas, una digitalización nihilista como afirma el ensayista español José María Lassalle.
Yo más bien sueño con un país humanista, como el que soñó Andrés Bello cuando dijo en su discurso -al asumir como primer rector de la Universidad de Chileque “todas las verdades se tocan”. Cristián Warnken Lihn