Los Juegos Olímpicos se acercan y los parisinos lo ven como algo ajeno
Los Juegos Olímpicos se acercan y los parisinos lo ven como algo ajeno LAS ENCUESTAS MUESTRAN que al menos el 43% de los parisinos dicen estar "inquietos" por los Juegos Olímpicos.
FRANCE PRESSE C asi diez millones de entradas vendidas, 14 millones de visitantes, 18 días de pruebas que empiezan el 24 de julio (dos días antes de la ceremonia inaugural), 15.000 atletas llegados de 206 países, proezas tecnológicas fascinantes. Los Juegos Olímpicos de París prometen ser una fiesta internacional, que se realizará, sin embargo, con la ausencia de gran cantidad de parisinos.
Jamás en la historia moderna los Juegos Olímpicos atrajeron a tanta gente. "La capital se transformará en un infierno sobrepoblado e invivible, con los transportes saturados y 16 millones de personas andando de un lado para el otro, como si fuera un circo. O con un atentado terrorista durante la ceremonia inaugural. ¿Para qué demonios queríamos esto?", se indigna Mélanie Laurent, fundadora de Studio 3C, un gimnasio ubicado cerca del Parque de los Príncipes.
El Comité de Organización de París anunció un récord de ventas de 8,6 millones de entradas, sin contar los Juegos Paralímpicos (del 28 de agosto al 8 de septiembre). Para los parisinos, sin embargo, los Juegos organizados en el corazón mismo de su capital son símbolo de "galère" (tormento). Por eso, muchos adelantaron sus vacaciones de verano. "No se vayan este verano. No se vayan. Sería una tontería. Quédense. Será absolutamente increíble", exhortaba la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en febrero pasado. Ya entonces, según un estudio del instituto Ipsos Digital, 47% de los habitantes de París y alrededores habían decidido partir durante este período.
Para muchos observadores, el éxodo habría sido provocado por los anuncios instalados en las estaciones del metro desde hace meses. "Para ganar tiempo durante los Juegos, lo importante es el teletrabajo", indican esos carteles, donde además figura la dirección del sitio Anticipar los Juegos. Esa plataforma, lanzada por el gobierno, permite a los parisinos tener información precisa sobre las restricciones de circulación. "El dispositivo es práctico. Pero, concentrándose solo en las perturbaciones, parece pensado para enfriar los entusiasmos", reflexiona Paul, un canadiense que no se quedará en la capital para la competencia. En total, el 43% de los parisinos se dicen "inquietos" en un sondeo publicado hace un mes.
Los habitantes de la capital solo ven los obstáculos que deberán enfrentar durante el período de las competiciones: restricciones de circulación, autorizaciones especiales en ciertas zonas de la ciudad, tickets del metro y de ómnibus más caros, restaurantes con precios por las nubes... Pero todo parece indicar que es un "gran clásico" en estos casos. "Los meses que preceden a los Juegos, los habitantes del país que los organiza jamás son entusiastas. En 2012, en Londres, fue exactamente igual", afirma Jon Henley, corresponsal del diario británico The Guardian en París. Los turistas, por el contrario, se muestran totalmente entusiasmados. "No entiendo por qué los franceses no están felices. Recibir los Juegos es una oportunidad formidable para un país. Es verdad que el mundo es inestable y es comprensible que la gente tema a los atentados. Pero esperaba más ambiente de fiesta en París", confía Phoebe, una estadounidense llegada para seguir la competencia. Pero no.
Para los parisinos, sumergidos en un ambiente político enrarecido después de las elecciones europeas de junio y la decisión del Presidente Emmanuel Macron de disolver la Asamblea Nacional, el momento no es propicio para la fiesta. Las legislativas anticipadas del 30 de junio y el 7 de julio obligaron a muchos a posponer sus fechas de vacaciones.
Aumenta la congestión vehicular Por otra parte, circular por París ha sido una pesadilla todos estos meses, a medida que los trabajos decididos por las autoridades y la alcaldía para instalar estadios efímeros y nuevas vías de circulación interrumpían los recorridos y hacían perder horas en embotellamientos. La cuestión de la seguridad es uno de los puntos de crispación para muchos parisinos. Cada día, 30.000 policías y gendarmes serán movilizados en todo el país. Incluso serán 45.000 para la ceremonia inaugural. Sectores enteros de la capital han sido definidos como "sensibles" y será necesario un justificativo para acceder. Para algunos medios, sobre todo los anglosajones, esa falta de entusiasmo parisina es considerada "una reacción típica del derrotismo quejoso y del fatalismo francés, convertido en un verdadero deporte nacional. Y eso, apenas la flama olímpica fue encendida, 100 días antes del 26 de julio", según el Financial Times. Pero es verdad que un acontecimiento de esa envergadura, organizado en pleno corazón de una ciudad con más de 2.000 años de vida, no careció de dificultades. Los atletas estarán alojados en la ciudad olímpica, en los suburbios de la capital. Pero el gobierno anunció que miles de estudiantes tendrán que dejar sus ciudades universitarias durante los Juegos. A cambio, recibieron 100 euros y dos entradas para asistir a las competiciones. Aunque nadie sabe dónde podrán dormir, teniendo en cuenta los precios exorbitantes de hoteles y alquileres durante ese período. Según el estudio Deloitte, el aumento de precios podría haber alcanzado 85%. Pero, ¿cuáles son las cosas positivas de estos Juegos? Muchas. Y la mayoría se verán después del evento, porque quedarán para mejorar la vida de los habitantes de la ciudad. Desde hace un año, la red del metro, que padecía de una falta de inversión crónica, se ha beneficiado con renovaciones indispensables.
Emisiones Los responsables científicos y técnicos, encargados de la economía social y sustentable de los Juegos, hace seis años que trabajan para reducir el 50% de las emisiones en relación a las competencias de Londres y de Río de Janeiro de 2012 y 2016. Para ello tuvieron que "repensar" absolutamente todo, desde la comida hasta las instalaciones.
Uno de esos ejemplos es el barrio de los atletas --destinado a convertirse en alojamientos permanentes después-que ha sido construido con 30% menos de emisiones por metro cuadrado, c o m p a r a d o c o n otras estructuras "climate-friendly" similares del mundo.
La comida pondrá énfasis en vegetales y productos producidos localmente, con 80% de ingredientes de origen francés, mientras que la energía eólica y solar alimentará el 100% de los eventos olímpicos, reduciendo las emisiones en 80%, comparadas con anteriores Juegos. Todos los eventos --como en los futuros después de los Juegos-podrán evitar el uso de grupos electrógenos a diésel tan común en las manifestaciones deportivas televisadas, gracias al acceso garantizado a la red eléctrica pública. En los estadios y construcciones permanentes, esos accesos son dobles para minimizar el riesgo de corte de suministro. En los eventos temporarios, unos "enchufes XXL" permiten la operación y se mantienen ocultos bajo la vereda el resto del tiempo.
El acceso a la red eléctrica, alimentado en este caso en electricidad 100% solar y eólica, permite reducir en 80% las emisiones asociadas (comparado con el modelo habitual para eventos deportivos). Por fin, entre otras novedades, todos los podios y asientos de los estadios de los Juegos serán realizados con plástico reciclado. Las camas de los atletas, por su parte, han sido todas fabricadas en cartón.
Indiferencia y molestia: Los Juegos Olímpicos se acercan y los parisinos lo ven como algo ajeno LUISA CORRADINI LA NACIÓN/ARGENTINA/GDA PARÍS Los trabajos de infraestructura, los dispositivos de seguridad y las zonas restringidas tienen a maltraer a los residentes de la capital; muchos adelantaron sus vacaciones. n Situación de calle Para tratar de dejar un recuerdo imborrable en los visitantes, las autoridades anunciaron que la gente en situación de calle no podrá permanecer en la ciudad durante los Juegos.
Entre 3.000 y 4.000 parisinos sin domicilio fijo serán enviados hacia sitios "de acogida temporaria". El objetivo es poner a disposición de los turistas hoteles a bajo precio, que durante el año sirven para alojar a los sin techo. ALZA Un estudio Deloitte muestra que el aumento de precios de hoteles podría haber alcanzado el 85%.. - - - - -