COLUMNAS DE OPINIÓN: TIEMR EL FUTBOL, SIN PARÁMETROS NORMALES
COLUMNAS DE OPINIÓN: TIEMR EL FUTBOL, SIN PARÁMETROS NORMALES 12LÇPINIÓN Que Que lejanos estamos de esa primera estrofa “ El mundial del 62 es una fiesta universal del dep e, del balón como consigna en general celebrando nuestros triunfos, bailaremos rock and roIL.
” Luego continuaba en alusión a la gesta deportiva “A los equipos extranjeros demostraremos buen humor Y como buenos chilenos, hidalguía y corrección, Y aunque sea en la derrota, bailaremos rock and rolI....” Tiempos pretéritos fueron mejores según dicen, los planteamientos criollos populares, porque hoy por hoy, no se aprecian como tales, donde falta el honor, la hidalguía, la corrección, y mucho menos en el desarrollo del fútbol. Por el contrario, los escándalos que dañaron este deporte profesional son la corrupción, las movidas, prebendas, coimas, relaciones mafiosas, fraudes, juegos de azar, farándulas y pocas cosas positivas.
Mas encima en nuestro Chile querido se exacerba el origen del jugador de fútbol, que siendo mas marginal, pobre o carente de recursos, es mas valorado por la plebe, la chusma, el lumpen o los mediocres de siempre y aprovechado por los vivitos que profitan de esta debilidad por el balón pie.
En el caso del fútbol amateur, las pichangas de barrio, que se realizan domingo a domingo en canchas de tierra, pasto salpicado o potreros, utilizadas por los escalafones laborales, arrastran a un grupo de jugadores que vuelcan sus frustraciones al pegarle a la pelota, escupir a cada rato, bajarle el pantalón al contrincante, agarrarse a combos y patadas, meter perros quiltros a la cancha, transpirar pensando en el tercer tiempo para tomar chelas (cervezas) y alegar por todo. De vez en cuando aparece un pato malo que dispara un arma y una que otra vieja ordinaria que en estado de ebriedad busca riña o pololeo con algún crack pasado de moda. Muy tipico nuestro.
En este sentido, el deporte mas famoso del mundo, en la practica ha pasado por diferentes etapas en el planeta entero, orientado a diversos intereses y manipulaciones, donde no hay justificación que valga para los efectos de violencia y agresión en los campos deportivos y sus alrededores. Con jugadores, hinchas y publico.
Sabido es, mas allá de la historia contemporánea, que el fútbol en Chile, fue tomado por las mal denominadas “barras bravas quienes haciéndose los cancheros, o manipulados y financiados por terceras personas, conectados con malos dirigentes, después de viajar a aprender a la Argentina varias décadas atrás, volvieron con otro apetito, con el hambre de hacer negocio a través de este deporte para conducir psicosocialmente psicosocialmente a la población en torno a este deporte, sabedores del arrastre que posee.
El negocio estaba armado, copete, drogas, mujeres u hombres (por paridad de genero), compitieron por el poder al codearse transversalmente en la sociedad con otros grupos de personas, total en el estadio somos todos iguales. (tema a discutir especificamente) Bastaba escuchar los apodos sub realistas, mirar los lienzos, escuchar los bombos, cuetes pirotécnicos, cánticos incoherentes, frases oprobiosas y risas estúpidas ante el maltrato al arbitro y garabatos a la fuerza publica, de aquellos escondidos en la masa de la platea y sobretodo en la galería. Adicionalmente, algunos admiraban a los hooligans, hinchas británicos violentos y agresivos que pertenecían a un club.
Sin contemplaciones, los machetazos (sustracciones de cosas y dineros por presión) de las barras que saltan en un tablón o que una marea verde no los deja ver el partido según ellos, durante años hicieron por generaciones, lo que quisieron. Estadio seguro como estrategia parece que no sirvió, fundamentalmente porque un barrista cuando no esta en el estadio, anda angustiado por ahí, consumiendo de todo o trabajando en campañas o actividades políticas partidistas. La verdad, no se ha controlado nada, son numerosos los casos de desorden, daños, lesiones y muertos, y nunca los barristas tienen la culpa de nada. En realidad nadie responde, hay que transferir la responsabilidad a Carabineros, es lo mas fácil. No pocas veces, en los estadios u hoteles de los jugadores, los desordenes han sido la tónica, la fractura de asientos, bancas que luego son arrojados a la cancha o hacia la barra contraria. En este sentido los enemigos mas característicos son “la garra blanca” de Colo-colo y los de abajo” de la Universidad de Chile.
Quienes hacen sentir su animadversión y la demuestran en Chile o en el extranjero cuando viajan, donde varios países conocen de la ordinariez chilena, que utiliza el fútbol como “una vía de escape Excusas no falta. Los detalles son larguísimos, especialmente cuando hay campeonatos por equipos mas que por selecciones nacionales, digno de estudio.
En este sentido, recientemente se efectuó un partido en la ciudad y provincia (no capital federal) de Buenos Aires entre Independiente de Avellaneda y Universidad de Chile, donde a los 34 minutos del primer tiempo, de repente, el estimulo de una bomba de ruidos y artefactos sanitarios volando por los aires, proyectados por los chunchos de azul, hacia donde estaba el publico del otro equipo dueño de casa, inicio la terrible dinámica que vendría mas adelante.
La seguridad del estadio (publica y privada), conforme a su diseño no estuvo a la altura, previa coordinación con Conmebol y autoridades (les suena conocido?), ya que no actuaron limitándose a escuchar los parlantes que llamaban a que se retiraran los de la “U donde los mas vivarachos se fueron calladitos y quedaron algunos brigidos hinchas y los lentos de siempre, que no se percatan del entorno y no olfatean lo que viene.
Aquí es donde se aprovecha la hinchada “roja” de independiente, e ingresan a donde estaban los chilenos, y comienza un demencial castigo apuñalando, golpeando, empujando, lacerando y desnudando a los hinchas de la “U que esta vez serian victimas provocadoras al recibir su merecido, al no percatarse que estaban en otro país donde no se acepta la impunidad en estos eventos, según los entendidos, la falta de un estadio propio, los invita a romper otros. Resultado, hinchas chilenos heridos de gravedad, hospitalizados en tres nosocomios, mas de un centenar de detenidos, otros lesionados leves y en fin varios efectos mas.
Como ya nos ha acostumbrado esta administración gubernamental, se arranca la crisis y el presidente a través de redes sociales empieza a expresar todo tipo de cosas, disponiendo que el ministro del interior viaje a La Argentina, sin considerar al canciller y tampoco al ministro de seguridad, como debería ser técnicamente. Hay que considerar que el embajador chileno en argentina es José Antonio Viera Gallo, una persona con experiencia y hábil para manejar estos temas.
A estas alturas no debiera dar lo mismo, pero es irónico, ya que, quien no puede, ante iguales circunstancias-, mantener el orden y seguridad publica en estadios y canchas de Chile, concurra a otro país a conversar sobre este tema. Craso error. Después de suspendido el partido, rasgado vestiduras, resistido el embate de periodistas y analistas, el tiempo va a pasar hasta cuando nuevamente se repita la historia, seguramente en otro estadio y país. El otro curso de acción, es que cuando independiente de avellaneda viaje a Santiago, capaz que los de abajo y garra blanca se unan para darles un caluroso recibimiento.
Lo importante de todo esto, -dentro de lo lamentable-, es que se debe considerar establecer políticas publicas claras para evitar que un hecho de esta naturaleza vuelva a ocurrir, debe efectuarse un mayor control social al respecto y enarbolar acciones de voluntad política para entender que el fútbol ya no es el mismo de antes, ni jugadores ni publico, ni dirigentes poseen los mismos valores y los hinchas están lejanos de virtudes, solo la estupidez humana campea, mermando a la familia chilena una atención de lujo de fin de semana, cuando 11 contra 11 corren tras de una pelota y amargan los domingos familiares, cuando el equipo del dueño de casa pierde.
El ambiente criminogeno actual del fútbol debe ser abordado como una patología para poder diseñar medidas profilácticas de control, sino seguiremos lamentando cada cierto tiempo, hechos delictivos graves asociados a los partidos de fútbol y su entorno. Son muchas las personas afectadas en cada fecha futbolera o de campeonatos de todo tipo, viéndose alterados los barrios, las vías, el transporte, el comercio, el sosiego ciudadano. En el estadio nacional de Chile ubicado en Nuñoa, mas problemas provoca un partido de fútbol con pocos asistentes que un concierto musical donde concurren 60.000 personas.
Con todo, los estándares de normalidad apuntan en otro sentido, y ahora aunque haya un derrota, ya no es una fiesta universal y no se podrá bailar alegremente “Rock and Roll Una vez para los vivos. r_) EDICIÓN 872/ deI 23 al 29 de agosto 2025 TIEMR EL FUTBOL, SIN PARÁMETROS NORMALES 7 JORGE AGUIRRE HREPIC Profesor de Estado Consultor en Inseguridad CRIMINALISTA-CRIMINOLOGO.