¿ Chile ya no Crece Contigo?
Marigen Narea Académica Psicología UC y Centro de Justicia Educacional a posibilidad de que el programa Chile Crece Contigo (ChCC) quede sin presupuesto debido a desacuerdos políticos sobre uno de sus programas es profundamente preocupante.
La oposición de ciertos diputados al componente que apoya a niños y niñas en procesos de transición de género (programa PAIG) no puede justificar la eliminación de un sistema que beneficia de manera integral a millones de familias chilenas. La primera infancia es una etapa crucial que requiere un enfoque generoso basado en evidencia. Sacríficar el sistema entero debido a un desacuerdo puntual sería un error con consecuencias irreparables. ChCC ha sido reconocido como una de las políticas públicas más efectivas y necesarias en el país. Privar a millones de niños y niñas y sus familias de este apoyo sería un retroceso devastador, tanto en términos sociales como económicos. La ciencia es clara: los primeros años de vida son cruciales para el desarrollo cerebral, emocional y social. Un entorno que favorezca el desarrollo integral en esta etapa marca la diferencia entre un futuro lleno de oportunidades o uno limitado por desigualdades estructurales. Chile Crece Contigo ha proporcionado herramientas esenciales para que las familias, especialmente las más vulnerables, puedan maximizar el desarrollo de sus hijos. Servicios como controles de salud, estimulación temprana, apoyo psicológico y talleres para padres no solo benefician al niño, sino también al entorno familiar en su conjunto. Eliminar este apoyo significaría dejar a millones de niños sin la base necesaria para desarrollarse plenamente. Negar financiamiento al ChCC no es solo un fracaso político: es un acto de negligencia hacia las generaciones futuras. La infancia que hoy carece de apoyo en su desarrollo temprano enfrentará desventajas en la educación, el empleo y será más propensa a cometer crimenes en la adolescencia y juventud. Estas desventajas no solo afectan alas familias, sino que también limitan el crecimiento económico y la cohesión social del país. Es comprensible que existan debates legítimos sobre ciertas políticas públicas, pero estos deben resolverse en espacios de diálogo, no a través del desmantelamiento de programas esenciales. Los congresistas tienen la responsabilidad de representar el interés colectivo, priorizando el bienestar de los niños y niñas. Es por esto que confio en que primará el bien superior del niño y que como país seguiremos teniendo la certeza que Chile cuida y acompaña a todos sus niños y niñas.