Autor: JOSÉ MIGUEL ALDUNATE DIRECTOR DE ESTUDIOS DEL OBSERVATORIO JUDICIAL
COLUMNAS DE OPINIÓN: Lawfare
COLUMNAS DE OPINIÓN: Lawfare LA COLUMNA DE.
JOSÉ MIGUEL ALDUNATE DIRECTOR DE ESTUDIOS DEL OBSERVATORIO JUDICIAL d y Lawfare Qué se esconde detrás de una palabra? Hace pocas semanas, la Corte Suprema de Argentina confirmó la condena contra Cristina Fernández: seis años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción. De inmediato, sus defensores recurrieron a un concepto inquietante: lawfare. No era la primera vez. Ya lo habíamos escuchado en la condena contra Lula en Brasil y, más cerca, durante el procesamiento de Daniel Jadue en Chile. Pero atención: cuando escuche esa palabra, póngase alerta. Es probable que lo estén metiendo en una trampa lógica de la que no se sale tan fácilmente.
Lawfare es un neologismo anglosajón que surge de la fusión entre law -ley o derecho y warfare -el arte de la guerra-. Así, puede entenderse como el uso instrumental del derecho para destruir políticamente a un adversario.
Paradójicamente, el concepto no nació en el mundo jurídico, sino en el militar: un general de la Fuerza Aérea de Estados Unidos advirtió que el derecho internacional podría usarse para obtener por la ley lo que antes se lograba por la fuerza. El concepto, como se ve, nació patas para arriba. Pero, ¿no se supone que el derecho y la guerra están en las antípodas? Desde Hobbes en adelante, los modernos entendemos la ley como un modo de prevenir la guerra de todos contra todos. El derecho no elimina los conflictos, pero ofrece una vía racional para resolverlos sin recurrir a la violencia.
Y si nos ponemos escépticos, el derecho es la ilusión de ¿, No se puede invocar el Aunque la ilusión sea frágil, sigue siendo prefeAc 2 de un sistema judicial Lo que no se puede parcial A al mismo hacer -al menos, no el lawfare como denuncia blin aje frente d cualquier de un sistema judicial acusación que afecte El tiempo usarlo como blin= daje automático frente a contra la impunidad de los poderosos y, a la vez, deslegitimar a los tribunales cuando la justicia alcanza a "mis" poderosos. forma de lawfare: una herramienta para desactivar selectivamente la legalidad según convenga. Esa lógica solo es posible cuando no explotadores, lo que se quiera y, por tanto, esos mismos valores pueden invocarse o desecharse sin contradicción. Las reglas se que tal cosa es posible. lawfare como denuncia rible a su alternativa. DN e tiempo, usarlo como 'onestamente es invocar parcial, y al mismo " los propios". cualquier acusación que afecte a los propios. No se puede clamar De lo contrario, el uso del término se vuelve, él mismo, una se cree en los valores del sistema -burgueses, antidemocráticos, respetan solo mientras favorecen al propio bando. La conclusión es no se puede defender a Cristina Fernández o a Daniel Jadue apelando a sus trayectorias políticas supuestamente inmaculadas, sin aportar argumentos que desvirtúen concretamente los cargos que se les imputan. Y, nos guste o no, el único espacio que, con todas sus falencias, ofrece garantías para hacerlo son los tribunales de justicia. Cuando eso se olvida, deja de importar qué ocurrió y solo importa a quién le ocurrió, mientras se alimenta la misma batalla mediática que se dice combatir. Así, poco a poco, dejamos de preguntar si hubo corrupción o si se violó la ley. Porque, en el fondo, el concepto de lawfare es una trampa, una estrategia tan efectiva como conveniente..