Nuestra propia caverna
Nuestra propia caverna Cada vez que explico a mis estudiantes la alegoría de la caverna vuelve a mi mente la oscuridad y la desolación descrita por Platón. Esoshombresquese encuentran enel interiorno pueden captarlarea. lidad tal cual es, están privados de conocerlo esencial. Deben confor: marse con la apariencia y las sombras proyectadas deliberadamente.
Esta descripción puede interpelar a cualquiera de nosotros: ¿ Hasta qué punto la realidad de lassombras representa nuestra propia vida? La oscuridad de la caverna no es más que la condición de posibi dad para que las cosas sean de manera ambigua.
En ese escenario no hay espacio para el cuestionamiento o una visión paralela. ¿Cómo li berarse delas cadenas sin una mínima idea de libertad?¿ Cómo concebirlaen uncontexto donde nunca se ha hecho plausible? La libertad puede aparecer incluso como la misma prisión. El que no ha conocido la luz pensará que la oscuridadeslo único que existe. La pri sión que los hombres han experimen: tado no será vista de manera negativa sino existe algún elemento con el cu alcompararla.
Algosimilarsucedecon nuestras opiniones: ¿ Cómo cambiarlas si los que nos rodean piensan exactamente igual a nosotros? "Supongamos ahora que se leslibre de sus cadenas y se les cure desu error; mira lo que resultaría naturalmente dela nuevasituación en que vamos acolocarlos. Liberamos a uno de estos prisioneros.
Le obligamos a levantarse, a volverla cabeza, a andar y a mirar hacia el lado de la luz: no podrá hacernada de esto sin sufrir, y el deslumbramiento le impedirá distinguir los objetos cuyas sombras antes vefa. Te pregunto qué podrá respondersi alguien le dice que hasta entonces sólo había contemplado sombras vanas, pero que ahora, más cerca de la realidad y vuelto haciaobjetos másreales, vecon más perfección" Platón, República VID.
Cómo llevar una vez más esta alegoría a nuestros días? ¿ Cómo hacer para que el eje central de la reflexión platónica logre tocar en par: cer para que el eje central de la reflexión platónica logre tocar en par: cer para que el eje central de la reflexión platónica logre tocar en par: Las palabras de Platón cobran un profundo significado.
Hay que animarse a mirar más allá de la zona de confort, a liberarnos de prejuicios y reconocer que habitamos nuestra propia caverna. habitamos nuestra propia caverna. te nuestra vida cotidiana? Una manera de abordarlo es desde lascosas massencillas que nos suceden en nuestra vida. Una simple conversa. ción puede transformarse en el espacio ideal para desenmascarar fal sascreencias. Se trata de un espacio en el que nos paramos de una ma: nera más crítica frente a nuestros propios argumentos. El ejercicio de discutir rente a otro nos obliga a replantearnos muchas de nuestras ideas hasta el punto de remover nuestra propia visión de mundo. Otra manera de abordarlo es poniendo un profundo énfasis en la educación.
Enel caso de nuestro país cuestiónen constante debate, ya sea por quienes satanizan la educación privada o quienes apuntan a su desprecio porla pública. ¿Por quéno llegar a un punto medio? ¿ Por qué no es posible abrir el diálogo matizando ventajas y desventajas? Tal comolessu cede a los prisioneros de la cavema se trata de unasubida escarpada y peligrosa. Salir implica un riesgo, educarse también implica algo similar. Hay que salir, mirar la realidad tal cuales, aven turarse en paisajes que pueden parecer peligrosos o desconocidos. De ese modose alcanza la conquista del verdadero conocimiento, siempre acce: sible a quienes se interesan en hallarlo. Las palabras de Platón siguen cobrando un profundo significado. Hay que animarse a mirar más allá de la zona de confort, a liberarnos de nuestros prejuicios y a reconocer que todos HA habitamos nuestra propia caverna. A lá PATRICIO SCHWANER SALDÍAS Docente de Filosofía Magister en Educación Superior.