El doloroso legado de Surcorea
Los adoptados del mayor exportador de bebés del mundo ven corrupdón. Por CHOE SANG-IIUN SEÚL Los padres daneses de Mia Lee Sorensen solían decirle que su familia biológica en Corea del Sur la había dado en adopción. De acuerdo cori sus documentos de adopción, nació prematuramente en 1987 en una familia que no podía podía pagar sus facturas médicas y deseaba que ella tuviera un “buen futuro” en el extranjero. Pero cuando cuando Sorensen encontró a sus padres biológicos el año pasado, no podían creer que estuviera viva. Le dijeron que su madre había perdido el conocimiento conocimiento durante el parto y que cuando despertó, en la clínica Le dijeron dijeron que La bebé había muerto. Corea del Sur tiene la diáspora de adoptados internacionales más grande del mundo, con más adopciones adopciones extranjeras en general que cualquier otra nación. Unos 200 mii niños han sido enviados aL extranjero extranjero desde el final de la Guerra de Corea en 1953, en su mayoría a Estados Estados Unidos y Europa. Esas adopciones han continuado hoy, aún al tiempo que el País sufre una de las tasas de natalidad más bajas del mundo. En el 2021, los principales centros de adopción internacional internacional fueron Colombia, India, Ucrania y Corea del Sur.
En medio Mia Lee Sorensen con sus padres daneses adoptivos en Korsor, Dinamarca (sup.). Sorensen leyendo a su hijo en su casa en Dinamarca, bajo una fotografía con sus padres coreanos, a quienes Les dijeron que había muerto al nacer. de acusaciones generalizadas de corrupción y malas prácticas en el pasado, el país abrió el año pasado su primera investigación gubernamental gubernamental de su industria de adopción.
Las familias sudcoreanas durante durante mucho tiempo se han mostrado reacias a adoptar niños, pese a las campañas gubernamentales para fomentar las adopciones nacionaContinúa nacionaContinúa en la página 5 El doloroso legado de Surcorea El doloroso legado de Surcorea El doloroso legado de Surcorea Sin Asignar. Continúa de la página 1 les.
Y después de la Guerra de Corea, Corea, cuando Corea del Sur estaba empobrecida y tenía servicios médicos médicos deficientes y presupuestos de bienestar muy escuetos, había una necesidad de encontrar hogares hogares adoptivos en el extranjero para niños huérfanos, abandonados abandonados o discapacitados, explican los expertos. Muchos niños encontraron encontraron en el extranjero la ayuda y los hogares acogedores que necesitaban. necesitaban. Pero Corea del Sur también también había generado problemas profundos y generalizados en la industria. Los motivos de lucro para las empresas de adopción crearon en el pasado un incentivo para falsificar documentos para que mas niños estuvieran disponibles para adopción. Y muchas madres solteras fueron obligadas a renunciar renunciar a sus bebés.
Muchos de los problemas han disminuido en las últimas décadas, cuando Corea del Sur tomó medidas para reformar sus prácticas de adopción, incluyendo incluyendo exigir que las adopciones en el extranjero sean aprobadas por los tribunales. Pero las acusaciones acusaciones de malas prácticas de décadas anteriores no se investigaron. El Hallan casos de papeles falsificados y bebés robados. impulso para la rendición de cuentas cuentas ha sido Liderado por cientos de adoptados que han regresado a Corea del Sur en los últimos años. Han hecho mancuerna con una nueva generación de investigadores investigadores y políticos dispuestos a arrojar luz sobre un doloroso legado. “Es como la trata de personas”, dijo Sorensen.
“Si esto me pasó a mí, ¿a cuántos más les hicieron esto?”. El negocio de exportación de bebés en Corea del Sur comenzó comenzó con lo que los detractores llamaron llamaron una xenofobia y un prejuicio profunda mente arraigados contra los niños birraciales.
En los años de posguerra, Syngman Rhee, el primer Presidente del País, aplicó una política que llamó “un Estado para un pueblo étnico”, que exhortaba exhortaba a enviar niños birraciales nacidosde nacidosde soldadosestadounidenses y mujeres coreanas a “la tierra de sus padres”. Cuando Boo Chung-ha, un agente de adopción retirado, se unió a Holt Childrens Services, la agencia de adopción más grande del País, en 1967, su primer trabajo fue persuadir persuadir a las sexoservidoras que trabajaban alrededor de las bases militares estadounidenses para que dieran a sus hijos birraciales en adopciónen el extranjero. Meeky Woo Flippen nació en 1965 de una madre coreana y un soldado negro de EE.UU. Dijo que cuando salía del callejón donde vivía en una casa con su madre y sus hermanos birraciales, lagente le lanzaba insultos racistas. “No teníamos futuro en Corea del Sur”, dijo Flippen, quien fue adoptada por una familia en Oregon cuando cuando era adolescente después de la muerte de su madre. Para finales de la década de 1960, la mayoria de los niños enviados enviados al extranjero nacía de madres solteras, otro blanco de prejuicios en Corea del Sur. En esa época, llegaban a Holt hasta 20 bebés por semana, dijo Roo, quien dirigió la operación de Flolt en Corea hasta 1978. “Algunos llegaban sin datos y los médicos tenían que adivinar su edad a partir de sus dientes”, dijo. Otros habían pasado hambre y pronto morían. Dijo que durante su estancia en bIt, no se hizo nada nada ilegal. “Enviamos a los niños al extranjero para que pudieran tener mejor atención médica y mejores hogares”, dijo Roo. Incluso Incluso cuando la economía de Corea del Sur, devastada por la guerra, comenzó a mejorar, el País continuó continuó promoviendo la adopción. En la década de 1980, liberalizó aún más las adopciones i nternacionales. nternacionales. En 1985,8 mil 837 niños sudcoreanos fueron enviados al extranjero extranjero para adopción. Por cada bebé, las agencias de adopción recibieron hasta 5 mii 450 dólares en honorarios, según documentos internos del Gobierno. Las agencias administraban o subsidiaban refugios para mujeres mujeres solteras embarazadas, donde se les pedía que renunciaran a sus bebés, decía un reporte del 2023 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El Servicio Social de Corea, otra agencia de adopción, decliné hacer hacer comentarios. Pero en cartas a adoptados, la agencia admitió que algo de su papelería había sido inventada. inventada. “Estarías muy confundida”, confundida”, dijo la agencia en una de esas cartas aAnja Pedersen, admitiendo Pedersen, admitiendo que su documento de adopción había sido falsificado. Cuando Pedersen fue enviada a Dinamarca en 1976, se llamaba Lee Eun Kyung. Tres décadas después, la agencia le dijo que su nombre verdadero era Son Eun. Joo y que cuando un tio la dio en adopción sin el permiso de su padre, padre, se había usado el nombre y los papeles de una niña muerta. Pedersen finalmente encontró a su familia biológica en Corea del Sur, pero cuando le preguntó a la agencia sobre la verdadera Lee Eun Kyung, le dijeron que la bebé había muerto. No había registro de su muerte ni de sus padres biológicos. biológicos. Ella solo existía en el segundo nombre danés de Pedersen: Lee. “La llevaba conmigo”, dijo. Adopciones sudcoreanas y un doloroso legado El doloroso legado de Surcorea.