Desde 2028, la mayor cantidad de agua usada por la minería vendrá del mar
Desde 2028, la mayor cantidad de agua usada por la minería vendrá del mar La minería chilena enfrenta un progresivo envejecimiento de sus yacimientos, situación que exige un volumen de agua cada vez mayor para el procesamiento del mineral, que en su mayoría son sulfuros.
Según un informe que presentará hoy Cochilco, en 2022 el consumo hídrico de la industria alcanzó un máximo histórico, con 18,07 metros cúbicos por segundo (m³/s), cifra que de acuerdo con las proyecciones subirá a 23,7 m³/s en 2034, con una tasa de crecimiento promedio anual de 2,3%. En paralelo y desde hace años, la industria local ha impulsado fuertemente la instalación de desaladoras, lo que provocará que a partir de 2028, el mayor consumo de la minería sea de agua del mar.
De acuerdo con cifras de Cochilco, el uso de agua continental disminuirá progresivamente, y si hoy representa poco más de dos tercios del consumo, a comienzos de la próxima década estará levemente por sobre un tercio. En cuanto al agua de mar, en una década representará el 69,8% del abastecimiento para la minería del cobre, cifra que se compara con el 35% visto durante el último ejercicio. El catastro de Cochilco detectó 15 desaladoras operando asociadas a faenas mineras y al menos siete proyectos que ya cuentan con su factibilidad y con Estudio de Impacto Ambiental presentado. A lo anterior se suman otros siete en condición de "hipotéticos" y cinco operaciones que son multipropósito. Costos Este escenario plantea, según Cochilco, varios desafíos para las empresas.
Uno de ellos, asociado a que la desalación es un proceso intensivo en energía, por lo que asegurar que los costos de electricidad sean competitivos es crucial para la viabilidad económica de estos proyectos. "Esto podría implicar la inversión en fuentes de energía renovable para abastecer estas plantas, reduciendo así los costos operativos y el impacto ambiental. Además, es vital trabajar con las autoridades reguladoras para asegurar que los proyectos cumplan con todas las normativas ambientales y sociales", comenta el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Joaquín Morales. Si bien la matriz de costos de una desaladora depende de varios factores, se estima que cerca del 75% del gasto corresponde a la electricidad necesaria para el proceso de impulsión del agua. Desde Cochilco plantean que hoy un 11% del consumo de energía eléctrica de las empresas mineras se destina a la desalación e impulsión de agua de mar. Mientras que las proyecciones indican que ese porcentaje subirá a 19% para el año 2034.
Lo anterior sugiere un incremento de los costos operacionales, debido al mayor consumo de electricidad. "Este aumento refleja la creciente importancia de la desalación como fuente de agua en la minería, y resalta la necesidad de gestionar eficientemente los costos energéticos para mantener la competitividad", detalla Morales.
Asimismo, desde la entidad estatal resaltan la importancia de ejecutar tareas como el relacionamiento comunitario para garantizar que estos proyectos no compitan con las necesidades hídricas de las comunidades y la aceptación social para garantizar la viabilidad a largo plazo de la desalación como fuente principal de agua en la minería.
De acuerdo con un estudio de Cochilco: Desde 2028, la mayor cantidad de agua usada por la minería vendrá del mar Se estima que la utilización de desaladoras soportará en mayor proporción el crecimiento constante que se prevé para el consumo de la industria durante la próxima década. TOMÁS VERGARA P.
HÉCTOR ARAVENA `` La desalación es un proceso intensivo en energía, por lo que asegurar que los costos de electricidad sean competitivos es crucial para la viabilidad económica de estos proyectos".. ............................................................... JOAQUÍN MORALES VICEPRESIDENTE EJECUTIVO DE COCHILCO.