Autor: WILHEM KRAUSE
Corredor de propiedades puso 5300 m2 de pasto sintético en su jardin: “Tiene hasta ramitas secas”
Marcelo Quezada se aburrió de pagar cuentas enormes de agua todos los meses El pasto que adquirió Quezada se riega, pero solo para lavarlo. Uando era niño, Marcelo Que C zada le hizo una promesa a su madre: si a él le iba bien la vida, le compraría una casa gigante en El Melocotón, Cajón del Maipo. Hace 21 años, devenido en exitoso corredor de propiedades, Quezada se hizo con la casa. Fue un domingo cualquiera en que la vio en venta y se la compró. ¿Su mamá? Bien, gracias, pero no vive ahí. Para él esta casa es su refugio de los fines de semana. "Tengo varias propiedades, pero esta es la más preciada”, señala. Una curiosidad: está construida de acuerdo a la letra de la canción "La espera” de José Luis Perales, cuestión que implica que tenga naranjos, limones y una pileta de agua.
Aunque al corredor, a quien le gusta que “todo esté impecable”, el pasto se le había convertido en un problema: en los cerca de 1.100 m2 de jardines se le iban mensualmente unos $600.000 en puro regar y en el invierno, se quemaba. ¿ La solución? Si el dicho dice que el pasto del vecino siempre es más verde, en el caso de Quezada, también era sintético. Tras una visita social salió con el dato de dónde comprar ese pasto y a qué empresa recurrir para su instalación. "Me sorprendió. Es que no se veía como una alfombra, se veía muy real”, recuerda. El pasto que instaló Quezada es de polietileno con filtro UV con base resistente, pesa 2.600 gramos el metro cuadrado y mide cuatro centímetros de alto. Sí, también se riega, pero para lavarlo. "No le hace mal a la tierra que va abajo, porque tiene para que el agua se filtre. Se ve muy natural”, indica. -Usted ya puso 500 metros cuadrados de este pasto, ¿por qué no ha cambiado el jardín completo? -Empecé la semana pasada y lo voy a hacer por parte. Cuando uno lo compra tiene que ser de la misma partida para que sea el mismo tono. Creo que a lo mejor lo voy a hacer en un par de meses, pero no es barato. En 500 metros cuadrados me he gastado unos diez millones. La instalación me salió dos palos. -Es un gasto grande. Si bien la inversión inicial es cuantiosa, él espera ahorrar en los $600.000 que gastaba en riego mensualmente. “Vale la pena.
Si lo veo a futuro, voy a estar economizando dinero y también ayudando al planeta gastando menos agua, sobre todo en verano que en el Cajón hace mucho calor, y en el invierno, con las heladas, había que tirarle agua para que no se quemara. Además, tiene garantía de diez años. -¿Y no lo quiso instalar usted?-Lo hizo una empresa especialista. No lo pude instalar yo porque es muy pesado y se pone con clavos de cinco pulgadas que van cada tanto metraje. Si te equivocas, se puede ver como parche y no tan bien. -Su gran amiga Raquel Argandoña ya visitó la propiedad. ¿Reconoció que era pasto falso?-No y le encantó porque está bien hecho. Además, tengo mucha planta verdadera y árboles frutales, entonces, en el conjunto se ve bonito. Entre medio tiene hasta ramitas secas y malezas para que sea vea más real, no es como del verde de los castillos.
La cuenta de Instagram de Quezada es Opinan las expertas Claudia Santibáñez, directora de la Escuela de Ingeniería en Medioambiente y Sustentabilidad de la Universidad Mayor, cree que instalar pasto sintético se puede analizar desde varios puntos de vista. "Nada es absolutamente bueno ni malo”, sostiene.
Pero en la suma y la resta, en la zona central es una buena alternativa. "Hay una sequía severa, que probablemente sea cada vez más y estamos pasando de un clima mediterráneo a uno semiárido, entonces esta es una alternativa que puede disminuir el consumo de agua, fertilizante y pesticida. También es un plástico duradero que va a estar varios años”, señala. cuenta que en un jardín de una casa promedio se gastan entre 10.000 a 25.000 litros de agua al mes. “Hay que ir cambiando la idea de tener pasto en la zona central: si a alguien no le gusta el pasto sintético, puede pensar en otras plantas. Si bien creo que el pasto sintético es sustentable, creo que lo mejor sería buscar plantas adaptadas a este clima, xerófitas, que requieren de poca agua y están mejor acondicionadas para este clima”, comenta.
Jadille Mussa, docente de la carrera de arquitectura del paisaje en la Universidad Central, explica que las grandes extensiones de pasto, bien verdes, vienen del paisajismo europeo y las campiñas ingleses. "Es de la época de Benjamín Vicuña Mackenna”, sostiene. -¿ Qué consideraciones tendría al pensar en instalar pasto sintético? -Ojalá que el rollo sea lo más parecido posible al pasto, que sea hasta para que los niños puedan jugar ahí y que no sea de un plástico sellado, para que el agua pueda bajar a la tierra y que no se aconche encima. Sugiero incorporar especies nativas para ayudar con el calentamiento global. El pasto sintético no aporta a la baja de temperatura.
Resumen
La cuenta de Instagram de Quezada es
Opinan las expertas Claudia Santibáñez, directora de la Escuela de Ingeniería en Medioambiente y Sustentabilidad de la
Universidad Mayor, cree que instalar pasto sintético se puede analizar desde varios puntos de vista., “Hay que ir cambiando la idea de tener pasto en la zona central: si a alguien no le gusta el pasto sintético, puede pensar en otras plantas., Si bien creo que el pasto sintético es sustentable, creo que lo mejor sería buscar plantas adaptadas a este clima, xerófitas, que requieren de poca agua y están mejor acondicionadas para este clima”, comenta.
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