Autor: C. GONZÁLEZ
Escolares chilenas consumen más tabaco, alcohol y marihuana que sus pares hombres
La tendencia respondería a diferentes factores, desde comenzar a salir antes que ellos, hasta bajar la ansiedad, y preocupa a los expertos por su impacto en la salud femenina.
Consumo detabaco, alcohol y E marihuana entre adolescentes chilenos ha tenido en los últimos dos años una baja significativa, según revelan los datos del 14% Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar 2021, dado a conocer por el Senda (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol). Sin embargo, dejó en evidencia que la prevalencia de uso sigue siendo mayor entre ellas. Así, mientras el 2,2% de las adolescentes reconoce fumar cigarrillos lo mismo hace el 16% de sus pares varones.
El 20,5 % de ellas dice haber usado marihuana en el último año, al igual que el 17,1 % de ellos; en tanto que el 214% de los hombres bebió alcohol en el último mes, una cifra inferior al 26,8 % de mujeres que reconoce haberlo hecho. Una tendencia que se viene observando hace más de una década y que preocupa a los expertos.
“La prevalencia de consumo de estas drogas se ha venido estrechando entre hombres y mujeres, un fenómeno que se ha observado en otros países también”, comenta Álvaro Castillo, director del Núcleo Milenio para la Evaluación y Análisis de Políticas de Drogas y académico de la U. Mayor.
Aunque no hay una única causa, a su juicio un factor importante “es la normalización del consumo a medida que ciertas conductas sociales, con una mayor participación de la mujer en la sociedad, se han ido homologando entre ambos sexos, incluyendo cosas que no quisiéramos, como el consumo de drogas”. Una mirada similar comparte Adrian Mundt, psiquiatra de la Clínica Alemana y miembro del Equipo de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica de la U.
De Chile, quien aporta otro posible factor: “Ellas entran antes en la adolescencia y comienzan a salir y socializar a edades más jóvenes, lo que incluye el acceder a estas sustancias, frente a las que hay una menor percepción de riesgo”. En el caso particular del tabaco, La igualdad de oportunidades que han ido adquiriendo las mujeres también se traspasa al acceso y uso de drogas como el alcohol, lamenta Álvaro Castillo, director del Núcleo Milenio para la Evaluación y Análisis de Políticas de Drogas. Diferencias de género Si bien se redujo el consumo en general en la población escolar, se mantiene una mayor prevalencia de uso de estas drogas entre las adolescentes.
Consumo de: Tabaco Porcentaje que fuma a diario 3,1% Hombres Mujeres Alcohol Porcentaje que bebió en el último mes Marihuana Porcentaje que consumió en el último año 32,5 % 27,7 % K£ es 25,9 % 20,5 % 27,2 % 1,6% 21,4 % 17,1 % a a a a a 2019 2021 2019 2021 2019 2021 Fuente 14% Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar / Senda Datos del 14% Estudio Nacional de Drogas en Población Escolar, elaborado por el Senda: Malos hábitos Un estudio realizado entre más de 1.400 universitarios chilenos, publicado en 2022, concluyó que el consumo de alcohol suele ir asociado a un peor dormir y a una alimentación poco balanceada. En el trabajo, coordinado por investigadores de la U. San Sebastián y de la U.
De Playa Ancha, se observó que tanto hombres como mujeres (ellas representaron el 64,3 % del total de la muestra) que consumían alcohol, sobre todo los fines de semana, tienden a ingerir más comida chatarra, frituras y bebidas azucaradas, en comparación con quienes no beben alcohol. Todos alimentos que inciden en la ganancia de peso corporal.
Además, se vio que las jóvenes que consumen alcohol presentan niveles de insomnio significativamente más altos que aquellas que no lo hacen. añade, algunas adolescentes y jóvenes, “en quienes culturalmente hay una mayor conciencia de la imagen”, lo usan para quitar el apetito y luchar contra el aumento de peso. Fumar cigarrillos también puede esconder otro propósito, plantea el psiquiatra Daniel Martínez, director del Instituto del Bienestar y académico de la U. Adolfo Ibáñez.
“El tabaco se usa como tranquilizante en personas con altos niveles de ansiedad; se sabe que la prevalencia de trastornos ansiosos es mayor en la población femenina, por lo que puede haber un subgrupo de adolescentes que lo utilicen con esta finalidad”. A diferencia deotras drogas como la cocaína o la pasta base, que son estimulantes —y cuya prevalencia de consumo es mayor en hombres—, el alcohol y la marihuana también tienen un efecto tranquilizante, agrega el especialista. Entonces no es raro pensar que utilicen estas drogas, “ya que los problemas de salud mental, al igual que las adicciones, están apareciendo a edades más tempranas”, lamenta Martínez. Cáncer de mama Independiente de cuáles sean las razones que llevan a las adolescentes al consumo, los expertos advierten sobre el impacto que tienen sobre su bienestar. En las mujeres, “el tabaco se asocia aun mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama, renal y colorrectal, por ejemplo”, comenta Martínez. Asimismo, tiene un efecto a nivel estético, en la piel, el pelo y la dentadura. En el caso del alcohol, “ellas son biológicamente más vulnerables a hacerse adictas y a tener complicaciones con un menor consumo”, advierte Mundt. La razón está en cómo se diluye el alcohol en el cuerpo.
“En promedio ellas pesan menos y tienen mayor cantidad de tejido graso; como el alcohol se diluye más en agua, asociada a tejido magro, la capacidad de intoxicarse con alcohol es más rápida y mayor en las mujeres”, explica Castillo.
Deallí que las recomendaciones de consumo para adultos sean diferenciadas: mientras que para los hombres se sugiere una copa de vino al día, para ellas es media copa, por ejemplo (hasta 10 gramos de alcoho]). El consumo de alcohol se vincula con una mala calidad del sueño y una dieta alta en calorías (ver recuadro), factores que se asocian al desarrollo de problemas metabólicos y cardiovasculares a largo plazo.
Además, el insomnio por efecto del alcohol tiene repercusiones en las capacidades cognitivas, agregan los expertos, al igual que la marihuana, que afecta la función cerebral de manera directa, sobre todo con las áreas responsables de la memoria, el aprendizaje y la atención. Todo esto sin olvidar que “la intoxicación por alcohol expone mucho más a las adolescentes y mujeres a situaciones de riesgo y violencia sexual”, advierte Castillo. Para evitar o minimizar estos impactos, los especialistas concuerdan en que es necesario aplicar medidas preventivas con un enfoque de género. Una tarea en la que está trabajando el Senda, según explicó su directora, Natalia Riffo.
Desde Senda precisan que se reforzará el trabajo en terreno, tanto en colegios como en barrios y a nivel comunitario, así como los programas de parentalidad, en los que se capacita a los padres en su rol preventivo. Una labor que, según Mundt, resulta muy útil: resultados de un estudio realizado por la U.
De Chile con alumnos de 2% medio de seis comunas de la Región Metropolitana, aún sin publicar, muestran que las adolescentes toman mucho más en cuenta las advertencias y consejos de los padres que los varones.