Autor: Marigen Narea Académica Escuela Psicología UC Investigadora Centro Justicia Educacional
GUARDERÍAS INFORMALES
SEÑOR DIRECTOR: Hace dos meses murió una niña y el martesnuevamente muere un bebé; ambos estaban siendo cuidados en guarderías informales.
Nopodemosseguir actuando como sino existieran. ¡Sabíamos desde colgó deun edificio en el piso 21, que esto podía pasar y pasó! Claramente Chile tiene un sistema de educación inicial único, altamente das y donde muchísimo para que niños y niñas reciban la mejor educación y cuipara que desarrollentodo supotencial. Cierto que esta altemativa de cuidado formal no responde atodas las necesidades de las familias. Muchas familias no tienenacceso a salas cunas y jardines infantiles públicos, necesitan una alternativa más flexible que responda a sus necesidades de trabajo o no pueden costearjardines privados. Lafalta deregulación y supervisión significaque no hay garantía de un entorno seguro y adecuado para el crecimiento de niños y niñas; y estamos vulnerando sus derechos al cuidado y educación. Hay importantes tramitaciones en el Congreso que buscan flexibilizar la oferta y llegar con modalidades alternativas a más familias. Esto necesita de la urgencia que merece la vida de niños y niñas que hoy no están siendo cuidados en jardines y salas cunas formales.
Necesitamos con urgencia alternativas más flexibles; en particular, quizás horarios más extensos que se adecuen alas necesidades de las familias, pero almismo esencial regularlas guarderías informales, integrándolas gradualmente en el sistemaformal con procesos de certificación y capacitación. No sacamos nada con hacer como que no existen; se necesitanregular con suma urgencia. La muerte anunciada de estos niños no nos puede dejar indiferentes, las guarderías informales existen, son parte de nuestra realidad.