La educación moral individual y social
La educación moral individual y social “En la visión bancaria de la educación, el saber, el conocimiento, es una donación de aquellos que se juzgan sabios a los que juzgan ignorantes. ” Paulo Freire.
Cuando iniciáramos nuestro desempeño laboral, hace ya varias décadas, en una alejada y precaria escuela rural, sin energía eléctrica, agua potable, ni servicios sanitarios, con un mobiliario rústico e insuficiente, ni pensar en calefacción durante el invierno, sin contar en el sector con medios de comunicación ni de movilización para llegar a la capital provincial. provincial. aun así y estando un tanto abandonados a nuestra propia suerte, los dos profesores iniciales, tuvimos que asumir la realidad de hacer en la educación de estudiantes de primero a sexto año primario (básico después) lo que pudiéramos. pero no solo enseñar a leer y escribir ya que, junto al aprendizaje de lashabilidadesbásicasde matemáticas, sentíamos también la responsabilidad de hacer realidad el verbo educar en el más amplio significado del concepto. donde el conocimiento y practica de las virtudes que sonmás bien, que eranpropias de nuestra cultura occidental, formaran parte de su condición de seres sociales que le permitieran vivir en comunidad de manera responsable y constructiva, con conciencia de sí mismos mismos y de su valer como personas.
Ese tipo de educación, con principios y valores inherentes a la verdadera educación a la que adheríamos los profesores, teniendo o no “vocación” de maestros, se ha ido desdibujando y perdiendo fuerza formadora formadora y nuestra sociedad como lo dijéramos hace más de una década“sufre lo que un educador norteamericano califica de analfabetismo moral.
” La mayoría de los seres humanos tienen hoy enormes y aún desconocidas posibilidades de información y aprendizajes: sin embargo no están en condiciones condiciones de deletrear el abecedario de un comportamiento moral, ni menos de practicarlo en su vida diaria.
Condición que no sufren solo los “peores” educados, también, y eso es lo grave, quienes se consideran a sí mismos ser los “mejores” educados hecho que les permite salta rse todas las normas sociales, legales y morales en beneficio propio sin que su “conciencia “conciencia ilustrada” les haga reproche alguno, por el contrario. les justifica lo obrado y, a lo más, califica a los infractores a la moral como aptos para dictar clases de ética. Así están las cosas.
De ahí, que los hechos que hemos estado conociendo y que, sin duda se conocerán, y que involucran a los actores de la vida social, pública y privada de los más altos niveles, solo reafirman el hecho cierto que. junto a la masificación de la información y desarrollo del conocimiento (y de la economía personal, sin duda) se ha ido produciendo. lamentablemente. una involución en el comportamiento moral de la sociedad como una actitud que se ha ido aceptando como un hecho propio de los tiempos que se viven en un escenario donde la clase política y los políticos que son quienes establecen las normas de funcionamiento del sistema y destinan los recursos para que el país funcione son los peores evaluados por la comunidad nacional, según la última Encuesta del Centro de Estudios Públicns(CEP). Así, el sistema educativo formal, especialmente el público, sobre el que se giran todas las deudas de los problemas aun no resueltos de la baja calidad calidad de la educación que imparte, a pesar de las distintas reformas, no han tenido un mayor éxito aunque los autores de las reformas afirmen lo contrariono logra retomar el rol que en su momento tuvo para liderar la formación moral de la juventud. actitud que la familia también ha descuidado, a lo que se suma la desvalorización del rol docente por parte de la sociedad, unido a la desmotivación de los profesores por la presión que ejercen sobre ellos todos los sectores sociales. especialmente los productivos yde servicios que requieren de resultados más cuantitativos en lo económico que cualitativos en la formación humana.
Si no se asume esa realidad y los actores sociales no reflexionan sobre los aspectos perniciosos de una sociedad sin principios éticos y con actitudes inmorales cuyos efectos ya se están sufriendono podemos esperar una sociedad en paz, con equidad yjusticia.
Sobre la formación moral de nuestra juventud tenemos el convencimiento que los profesores. sise les respeta como profesionales, pueden contribuir a mejorar el comportamiento moral de sus alumnos y los padres deben ser los más interesados en hacer lo propio y la clase política también puede contribuir a ello cuando cumpla con sus promesas promesas de campaña. La educación moral individual y social Alejandro Mege aldebenito _It_.