Autor: Isidro Morales Castillo Periodista y Magíster en Ciencias Sociales
Pilotos de escuadrilla de aviones aclamados en histórica visita a Antofagasta
Pilotos de escuadrilla de aviones aclamados en histórica visita a Antofagasta C on sirenas, pitos, el toque de campanas y el saludo de miles de personas desde los techos y balcones, agitando sus sombreros y pañuelos, fueron recibidos los aviadores militares que llegaron a Antofagasta a comienzos de marzo de 1924, como parte del raid aéreo que unió a Santiago con Tacna.
Fue un acontecimiento que hace cien años provocó la algarabía de los antofagastinos que, por diferentes medios, llegaron hasta la cancha de aterrizaje habilitada a cuatro kilómetros al sur de la ciudad, frente a las antiguas instalaciones de la fundición de metales Playa Blanca, conocidas hoy como Ruinas de Huanchaca.
Entonces Antofagasta no tenía un campo aéreo, ya que solamente en 1929 comenzó la construcción del aeródromo de Portezuelo, ubicado en la planicie este de la Cordillera de la Costa, entre las quebradas del Salar del Carmen y Carrizo.
En el viaje de Santiago a Tacna, las aeronaves denominadas "Ferroviario", "Coquimbo", "Tarapacá", "Tacna" y "España", aterrizaron en las cercanías de Baquedano, situación ARCHIVO AVIONES "ESPAÑA" Y "TARAPACÁ". EN EL RECUADRO EL TENIENTE LAGREZE, PILOTO DE ESTA ÚLTIMA NAVE, QUE CAYÓ A TIERRA AL NORTE DE COPIAPÓ. que hizo pensar a las autoridades y antofagastinos en general, que era posible que en el regreso tampoco visitarÍan la ciudad.
Todo cambió cuando a fines de febrero autoridades del Servicio Aéreo del Ejército (la Fuerza Aérea de Chile fue fundada por Carlos Ibáñez el 21 de marzo de 1930) informaron que la escuadrilla, estacionada en Iquique para revisión técnica, iniciaría vuelo hacia Antofagasta. Dos de los cinco aparatos habían sufrido desperfectos, los que fueron superados con los repuestos que el vapor "Santiago" llevó a la capital tarapaqueña.
El sábado 1 de marzo la Gobernación Marítima anunció que los aviadores habían abandonado Iquique a las 9.50 horas, noticia que los diarios colocaron en sus pizarras, despertando inusitado interés y el masivo traslado de personas hacia el sur de Antofagasta.
A las 11.15 horas apareció la escuadrilla de tres aviones que evolucionó sobre la ciudad antes de dirigirse a la cancha de aterrizaje, donde fueron recibidos por la mayoría de varones que los saludaban con sus sombreros y lanzando sonoras hurras a los pilotos.
Diez minutos después la aeronave "España", piloteado por el teniente 1 Carlos Montecinos, "descendía con motor parado a una altura de 500 metros en un soberbio planeo de `hoja seca', tocando tierra en las mejores condiciones en medio de la admiración de la gran muchedumbre que se había congregado allí y que lo aclamó estruendosamente", decía una crónica de "El Abece". Luego aterrizaron el "Tarapacá", piloteado por el teniente 1 Francisco Lagreze y el "Ferrocarril, gobernado por el capitán Armando Castro.
Mientras las tripulaciones bajaban de las naves las bandas instrumentales de los Regimientos "Esmeralda" y "Exploradores" ejecutaron alegres dianas contribuyendo a aumentar el entusiasmo de "distinguidas damas y caballeros de la localidad". Posteriormente, en una carpa levantada en el campo de aterrizaje, se ofreció a los aviadores una copa de champagne, cuyo brindis fue ofrecido por el comandante del grupo de artillería "General Borgoño", Héctor Eudoro Zuleta. A continuación, el Primer Alcalde, Maximiliano Poblete, dio la bienvenida a los visitantes en nombre de la ciudad.
Contestó el comandante de la escuadrilla, general Luis Contreras, quien agradeció la manifestación y aprovechó la oportunidad para precisar que en la ruta a Tacna se aterrizó en las cercanías de la estación ferroviaria de Baquedano, de acuerdo a las instrucciones recibidas por el Estado Mayor y que "en asuntos militares son siempre invariables". Concluidos los discursos, la comitiva se dirigió en automóviles a la ciudad para participar en el banquete que el municipio ofreció a los aviadores en la Quinta Casale, con la participación de las autoridades y el alto comercio. Se estima en 80 las personas que se ubicaron en una mesa que formaba una letra A. Los visitantes también conocieron las obras del puerto. Al día siguiente arribaron los aviones "Coquimbo" y "Tacna", que también fueron recibidos con el mismo entusiasmo.
El 4 de marzo despegaron las cinco máquinas rumbo a Copiapó, aterrizando cuatro, ya que el "Tarapacá" tuvo que retornar a Antofagasta, retomando luego la ruta, pero por fallas en el motor cayó a tierra al norte de la actual capital de la Tercera Región. El piloto Francisco Lagreze y su mecánico resultaron con lesiones leves, mientras que el avión quedó destruido.
En tanto, el "Ferroviario" cumplió una "misión de buena voluntad": arrojó ejemplares del diario "El Abece" sobre Taltal y dejó otros en Copiapó, lugares donde había comenzado a circular de manera reducida con informaciones de estas localidades. Pilotos de escuadrilla de aviones aclamados en histórica visita a Antofagasta Isidro Morales Castillo Periodista y Magíster en Ciencias Sociales ANTOFAGASTA CON MEMORIA.